Así afecta la guerra a las aerolíneas rusas
Averías, aterrizajes forzosos y una sensación cada vez mayor de inseguridad parece ser el elemento común de las aerolíneas rusas en los últimos meses. ¿El motivo? Obviamente, la guerra y las sanciones impuestas a Rusia.
Ha sido el medio ruso 'Novaya Gazeta' el que ha dado la voz de alarma sobre la complicada situación que viven las aerolíneas rusas en la actualidad, a causa de la falta de mantenimiento, asistencia técnica y una preocupante escasez de repuestos. Obviamente, la seguridad de los vuelos es cada vez menor.
'Novaya Gazeta' apunta a que las aerolíneas rusas dependen, en gran parte, de aviones de fabricación occidental, por lo que el bloqueo de empresas como Airbus o Boeing, tanto en soporte técnico como en suministro de piezas de repuesto, está suponiendo un grave problema.
La solución temporal que han encontrado las aerolíneas es pedir piezas genéricas como ruedas o frenos a otros proveedores, pero apuntan a que estas piezas son entre 3-4 veces más caras que las originales.
Además, el citado medio apunta a que piezas de relevancia, como partes del motor, no se pueden importar, lo que lleva a que las propias aerolíneas tengan que realizar costosos y complicados trabajos de mantenimiento.
Lo complicado del asunto es que los aviones de fabricación rusa, como el Sukhoi Superjet 100 o el MS-21, también dependen de piezas de fabricación extranjera.
Un ejemplo que señala 'Novaya Gazeta' son los filtros de combustible que, a falta de reemplazo, son lavados por las aerolíneas y vueltos a poner en los aviones, confiando en que duren lo más posible, en vez de cambiarlos por nuevos filtros que no tienen.
Países como Emiratos Árabes Unidos, China, Irán o Turquía están suministrando algunas piezas de repuesto a las aerolíneas rusas pero, además de ser más caras, tardan bastante más en llegar a tierras rusas, según apunta 'Novaya Gazeta'.
Y esta cadena de suministro paralela podría tener los días contados pues los proveedores de repuestos han empezado a exigir a estos países que indiquen el destino final de cada repuesto, incluido el número de cola de la aeronave. Esta medida, no sólo complicará más el abastecimiento a Rusia, sino que apunta a encarecer aún más cada pieza.
Teniendo en cuenta que durante el primer año de guerra, Rusia destinó 2.150 millones de dólares del presupuesto federal a esta cuestión, de los que 1.250 millones fueron para subsidiar el transporte nacional, todo apunta a que mantener esta vía sería mucho más caro en un presunto segundo año de conflicto bélico.
Mientras tanto, la guerra continúa, las aerolíneas continúan volando y los aviones rusos son cada vez más inseguros, por lo que la ciudadanía empieza a tener ciertos reparos en volar, apunta 'Novaya Gazeta'.
Desde el citado medio, reconocen que "desde el inicio de 2023, los reportes de mal funcionamiento, despresurizaciones o aterrizajes de emergencia se han incrementado de forma notable".
'Novaya Gazeta' apunta a aerolíneas como "Aeroflot, Pobeda, Rossiya, Azur, UTair y otras" como las implicadas en un problema que, obviamente, va a ir a más con el paso de las semanas.
Entre las soluciones que baraja el gobierno ruso, estaría un incremento del precio de los vuelos que oscilaría entre un 15-30% y que asumirían los pasajeros y que empezaría a aplicarse este verano, según el citado medio.
Si sumamos el aumento del precio de los billetes, al incremento de la inseguridad y las dudas cada vez mayores de los clientes, parece claro que las aerolíneas rusas están en grave riesgo.
Queda claro también que las sanciones y bloqueos internacionales impuestos a Rusia, tras más de un año de conflicto, siguen haciendo daño al día a día ruso.
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