Los trabajadores que pueden tener vacaciones sin límite... ¡no las toman!
Si a un trabajador le dan la posibilidad de tomar todos los días de vacaciones que quiera lo lógico es que disfrute abundantemente de tal prerrogativa. Pero...
Resulta que en ciertas compañías que, bajo ciertas condiciones, dan libertad vacacional a sus empleados lo que sucede es que... ¡la gente no toma vacaciones!
Ofrecer vacaciones ilimitadas es una práctica que cada vez más empresas, especialmente en el sector tecnológico, están ofreciendo a sus trabajadores.
Pero ¿cómo puede ser? ¿Dónde está el truco? En realidad, no hay truco. El trabajador tiene todas las vacaciones que estime oportunas, siempre que cumpla con su trabajo, se ponga de acuerdo con sus compañeros y la empresa no note su ausencia.
A priori, es un caramelo demasiado sabroso como para dejarlo escapar y, sin embargo, los trabajadores que disfrutan de esta opción en empresas de Estados Unidos, acaban tomando menos días de vacaciones (13 al año), que un trabajador con formato de vacaciones canónico (15 días al año), según apunta la consultora de RR.HH. 'Namely'.
¿Cómo puede ser? Según el citado estudio, es el propio trabajador quien, al no tener un número fijado de días de vacaciones, sino que éste se vincula al buen funcionamiento de la empresa, se acaba auto presionando para no tomarlas porque siempre hay cosas que hacer.
Al final, esta alternativa se convierte en un regalo envenenado que tiene un elemento añadido como el desconocimiento a la hora de autogestionar las vacaciones por parte de la mayoría de trabajadores.
De hecho, desde INC, revista especializada en el sector empresarial, apuntan a que esta medida de las vacaciones ilimitadas es puro marketing y pone como ejemplo a dos grandes compañías como LinkedIn y Netflix.
El citado medio apunta a que esta aparente ganancia en tiempo libre, en realidad deriva en una mayor competitividad entre trabajadores para ver quién toma menos vacaciones.
¿Cómo puede ser? Es el propio trabajador el que llega a una conclusión sencilla pero errónea en muchos casos: si hay un ascenso de salario o de categoría, ¿a quién se lo darán: a quién ha cogido cuatro meses de vacaciones o a quien los ha trabajado?
Desde BBC van más allá y, tras hablar con algunos trabajadores que disfrutan de este formato vacacional, aseguran que las vacaciones ilimitadas generan "ansiedad, estrés y confusión entre los empleados".
Estos problemas se ven agravados en aquellas empresas en las que los jefes no exponen bien este beneficio. Al no dejar claro cuántas son las vacaciones adecuadas, el trabajador siempre tiene tendencia a la baja.
Obviamente, según apuntan desde Thrillist, también influye el factor de la opinión personal, tanto de compañeros como de jefes, y un posible señalamiento a quienes se cogen demasiadas vacaciones o quienes las cogen en momentos de mayor volumen de trabajo.
Y si todo es malo en esta alternativa de las vacaciones ilimitadas, ¿por qué se sigue implementando en cada vez más empresas? La pregunta es, ¿quién dice que todo sea malo?
Conviene recordar que estamos hablando de vacaciones ilimitadas y remuneradas. A pesar de tener sus desventajas, a priori, es una medida que mejora las condiciones laborales de los empleados.
De hecho, desde Forbes apuntan a que una empresa bien organizada, con un liderazgo firme, cultura empresarial y una buena organización entre compañeros, es el ecosistema perfecto para las vacaciones ilimitadas.
El citado medio apunta a un entorno en el que cada cual entienda su rol en la empresa, así como las necesidades y roles del resto, todo ello guiado por los responsables, puede derivar en un funcionamiento ideal de este sistema de vacaciones.