Alerta: un iceberg del tamaño de Nueva York flota a la deriva por el océano
Uno de los icebergs más grandes del mundo está flotando libremente, después de que estuviera bloqueado en la Antártida durante más de treinta años. Hacia dónde va y qué peligro supone son preguntas que los científicos están aún intentando averiguar.
El iceberg A23a de la Antártida no es un simple trozo de hielo. Sus medidas son de aproximadamente 4.000 kilómetros cuadrados, lo que convierte al A23a en uno de los icebergs más grandes que existe, equivalente al tamaño del estado de Nueva York.
Sin embargo, el A23a no solo se ha separado y ha comenzado a flotar por el océano. Reuters señaló que el iceberg originalmente se separó de la Barrera de Hielo de Filchner-Ronne de la Antártida en 1986, pero había permanecido bloqueada allí desde entonces.
La base del A23a se quedó atascada en el suelo del mar de Weddell y el iceberg siguió en ese mismo lugar hasta hace muy poco. Las imágenes por satélite muestran que el A23a se está desplazando hacia la punta norte de la Antártida.
Imagen: Wiki Commons / Rooiratel - Own work, CC BY-SA 4.0
El glaciólogo de la British Antarctic Survey, Oliver Marsh, contó a Reuters que era raro ver un iceberg de tal tamaño en movimiento. El A23a pesa casi un trillón de toneladas métricas y su posible trayectoria está siendo monitorizada.
El 24 de noviembre de 2023, la British Antarctic Survey publicó una serie de imágenes en Twitter desde el satélite Copernicus Sentinel-1 en las que se muestra el recorrido del A23a desde que se desplazara por primera vez desde hace más de tres décadas.
Las imágenes mostraban al A23a moviéndose a lo largo de la costa antártica y desplazándose hacia la punta norte del continente. Por desgracia, los investigadores no saben aún por qué el iceberg se liberó después de todo este tiempo.
Imagen: Wiki Commons / Twitter @BAS_News vía Copernicus Sentinel-1 imagery, Google Earth Engine
"Con el tiempo, es probable que se volviera un poco más fino y consiguiera esa flotabilidad extra que le ha permitido elevarse del suelo oceánico y ser empujado por las corrientes oceánicas", explicó Oliver Marsh a Reuters.
Imagen: Wiki Commons / Twitter @BAS_News
Andrew Fleming, un experto en teledetección de la British Antarctic Survey, contó a BBC News que el A23a lleva a la deriva durante los últimos años, añadiendo que la conclusión a la que habían llegado sus compañeros es que ya era probablemente la hora de que el iceberg se liberase.
Imagen: Wiki Commons / Twitter @BAS_News
"Le pregunté a algunos de mis compañeros sobre esto, me preguntaba si había alguna posibilidad de que el cambio de temperatura del agua pudiera haberlo provocado, pero el consenso es que el momento había llegado", contó Andrew Fleming a BBC.
Imagen: Wiki Commons / NASA Goddard Space Flight Center de Greenbelt, MD, USA - Small Tabular Icebergs, CC BY 2.0
"Tomó tierra en 1986, pero con el tiempo empezó a decrecer [de tamaño] lo suficiente como para perder agarre y empezar a moverse", añadía Fleming, y al parecer, el decrecimiento de tamaño del A23a ya ha llegado.
Andrew Fleming explicó que los científicos de la British Antarctic Survey notaron por primera vez que el A23a se movía en 2020 y señalaron que el enorme iceberg podría tocar tierra de nuevo en la isla de South Georgia, lo que sería un grave problema para la fauna local.
The Guardian informó de que millones de animales como focas, pingüinos y aves marinas crecen en la isla de South Georgia, al igual que el forraje en las aguas que la rodean. Si el A23a se quedara atascado cerca de la isla podría cortar el acceso a esas zonas de crías y áreas de forraje.
"Al final, todos los icebergs, da igual su tamaño, están condenados a derretirse y desaparecer", explicó Jonathan Amos, de la BBC. Pero eso no tiene por qué ser algo malo, según Amos, quien escribió que el derretimiento de los icebergs grandes tienen un gran impacto en el medioambiente oceánico.
"Mientras se derriten estos grandes icebergs, liberan polvo mineral que se incorporó en su hielo cuando formaban parte de los glaciares que arañaban el lecho de roca", explicaba Jonathan Amos. "Este polvo es una fuente de nutrientes para los organismos que forman la base de la cadena alimentaria oceánica.
Por desgracia, la aventura del A23a por la Antártica sí supone un riesgo, pero el iceberg puede también resultar una bendición para el Atlántico sur, aunque sea un recordatorio triste de que lo que una vez fue una imponente cubierta de hielo antártica se encuentra ahora en declive por culpa del cambio climático.
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