La agitada vida del presidente del F.C. Barcelona: vida, excesos y triunfos de Joan Laporta
Joan Laporta es uno de los presidentes más laureados de la historia del FC Barcelona, adorado por una afición blaugrana que, pese a los problemas, sigue confiando en él como su ‘gran salvador’. Considerado por muchos como un excelente gestor y contrapunto al poder capitalino de Florentino Pérez, en la biografía de Laporta se incluye también un buen listado de controversias y una pose de ‘bon vivant’ con algo de salvaje.
Joan Laporta se encuentra en un momento complicado, con un Barcelona bajo amenaza económica y de reputación y en proceso de reconstrucción de su proyecto deportivo. Se trata de una de tantas crisis vividas por Laporta, compensadas por grandes momentos con su club y en lo personal. Veamos cuáles son los orígenes de este personaje fundamental del fútbol.
Joan Laporta Estruch nació en Barcelona en 1962. Se licenció en Derecho y, en seguida, se lanzó al mundo de la empresa, donde hizo abundante dinero. Suficiente dinero e influencia como para plantearse tomar el poder en el FC Barcelona.
Laporta se dio a conocer entre la afición culé, a finales de los años 90, como líder de la plataforma ‘Elefant Blau’, que fundó junto a Sebastià Roca para promover una moción de censura contra el entonces presidente José Luis Núñez y que, finalmente, no prosperó.
No sería hasta el año 2003 cuando Laporta conseguiría su objetivo de convertirse en presidente del FC Barcelona. Fue el último en presentar su candidatura con un programa rupturista con el pasado y acompañado de jóvenes empresarios como su mano derecha, Sandro Rossell, o el también expresidente Josep María Bartomeu.
Laporta venció aquellas elecciones con el 52,57% de los votos, un total de 27.138, muy por encima de quien logró el segundo puesto y gran favorito, el publicista Lluis Bassat. Laporta se convertía así, con 41 años, en el cuarto presidente más joven de la historia de FC Barcelona.
Este primer mandato de Laporta, entre 2003 y 2010, quedará marcado en la historia del FC Barcelona por los grandes éxitos que se consiguieron, incluyendo 12 títulos y el eternamente nombrado ‘sextete’ o 'sextuplete' que ganó en la temporada 2008-2009, pero también por las grandes controversias que protagonizó.
Los excesos y las polémicas se convirtieron en el pan de cada día en ‘Can Barça’ de la mano de Joan Laporta, cuestiones que se podrían dividir entre las relacionadas con el tema deportivo y las del Laporta más vividor y dado a la fiesta. Aunque también hubo un incidente que dijo mucho de su carácter volcánico y poco dado a rendir cuentas: ese momento aeroportuario con Laporta en ropa interior.
Solo dos meses después de ocupar su cargo de presidente, Laporta protagonizó la primera de sus polémicas en el control de pasajeros del aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Tras pitar en repetidas ocasiones en el detector de metales, se quitó toda la ropa hasta quedarse en ropa interior, tirando sus zapatos e insultando a los miembros de seguridad, según publicó el periodista José María García-Hoz en el diario ABC.
Laporta es un hombre que exhibe la felicidad de disfrutar de la vida, sea en la cubierta de un yate o celebrando las victorias del FC Barcelona en salas de fiesta.
Laporta, en su primera época de exitoso presidente del Barça, fue un asiduo de la sala barcelonesa 'Luz de Gas', donde se celebraron muchos títulos y donde se le fotografió bañado en champán y sudor.
ADEMÁS: Revelada la curiosa 'norma Messi' del Barcelona: habla un excompañero del argentino
La querencia por la fiesta de Laporta inspiró, incluso, un cántico entre los aficionados del Barça. En una crónica sobre la celebración del recordado 'sextete' publicada en Sport, el periodista recogía cómo la multitud gritó: "Alcohol, alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos y con Laporta al Luz de Gas".
Pero tras la fiesta suele irrumpir la resaca y en la montaña rusa que es dirigir una institución como el FC Barcelona también hubo momentos amargos, con dimisiones de la directiva en 2008 para presionar una salida de Laporta. El entonces presidente llegó a encararse con sus aficionados, como sucedió en un encuentro mundial de peñas en el que, visiblemente enfadado, dijo aquella famosa frase de “al loro, que no estamos tan mal”.
En aquel encuentro con peñas fue también donde Laporta señaló a “hipócritas y embaucadores que dicen que son del Barça y no lo son".
Pero en el capítulo final de su mandato, Laporta apostó por Guardiola y acertó. De ahí salió el famoso ‘sextete’. Sin embargo, la polémica regresó en forma presunto espionaje interno en la Junta Directiva. Laporta se declaró ajeno a ese oscuro episodio, pero acabó abandonando la dirección del club azulgrana en 2010.
Se cerraba una primera etapa en el club catalán en la que Laporta también obtuvo titulares por su vida personal tras divorciarse en 2008 de Constanza Echevarría.
La periodista Pilar Eyre lo llegó a definir como “un hombre casado pero con distracciones”, aunque en seguida se convirtió en un hombre divorciado y libre para distraerse sin tener que rendir cuentas a nadie.
Pero por encima de las aficiones privadas de Laporta está su vida pública, que incluyó una aventura política cuando se integró en Solidaritat Catalana, partido que tenía como fin la independencia de Cataluña y que en 2011 obtuvo cuatro escaños en el parlamento catalán y 48 concejales en distintos ayuntamientos.
Laporta siempre se ha declarado independentista y ya en los 90 tuvo sus escarceos con la política, aunque no fue hasta 2010 cuando se lo tomó más en serio con la fundación del partido Democràcia Catalana, que se integró precisamente en Solidaritat Catalana, impulsada por él mismo, para los comicios regionales de aquel año.
Hay quien señaló en su momento la supuesta imposición del credo independentista de Laporta en las actividades institucionales del FC Barcelona. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, aficionado culé, realizó una crítica en ese sentido mediante un artículo en el diario Marca y Laporta contestó, según informó el diario La Vanguardia, telefoneándole para faltarle al respeto hasta "10 veces".
Sea como sea, el caso es que Laporta consiguió un escaño como diputado en el parlamento de Cataluña, donde estuvo dos años, hasta 2012. Desde julio de 2011, medio año después de su elección, ocupó también un puesto como concejal del Ayuntamiento de Barcelona, donde estaría hasta junio de 2015, cuando dejó la política con la intención de volver a presidir el Barça.
Ese mismo año 2015, Laporta tuvo un juicio por una demanda de 100 millones de euros interpuesta por MCM (Muro Cortina Modular Publicidad) a cuenta de un contrato de su época como presidente. Ante la presencia de un abogado no catalanoparlante, el juez le pidió que declarara en castellano, a lo que él respondió de forma vehemente: “Tengo todo el derecho a declarar en catalán, que es mi lengua y la de mi país”. La demanda, según publicó As, fue desestimada en los tribunales.
En 2020 por fin volvió a presentar su candidatura frente a la hecatombe de Bartomeu y, el 7 de marzo de 2021, se convirtió de nuevo en presidente del club blaugrana tras vencer en las urnas con el apoyo de 30.184 socios, un 54,28% de los votos emitidos.
ADEMÁS: Peleas, polémicas y giro a la política: qué fue del ex del F.C. Barcelona Romário
Con Laporta, regresaba la polémica incluso antes de volver a ser presidente. Y es que durante su campaña a la presidencia del club, para llamar la atención y, por qué no, para molestar a su gran rival, colocó una pancarta gigante con su rostro a escasos metros del estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, con el lema ‘Ganas de volver a veros’.
El regreso a ‘Can Barça’ no ha sido fácil para Joan Laporta, ya que se encontró un club con serios problemas económicos en el que debía hacer frente a una deuda que ascendía en 2021, según el diario El País, a 1.350 millones de euros.
Súmese al problema económico una primera polémica del nuevo mandato con sus propios aficionados. Y es que después de prometer una y mil veces que renovaría a Leo Messi, se vio obligado a venderlo al PSG ante la complicada situación financiera del club. Las lágrimas en la despedida del astro argentino fueron utilizadas contra Laporta en su nueva andadura.
Otra de las grandes polémicas en su primera temporada fue los sucedido en el partido de vuelta en el Camp Nou entre el Barça y el Eintracht de Frankfurt en la Europa League, en el que 30.000 aficionados alemanes entraron al campo para ver la victoria de su equipo y los aficionados blaugranas se quedaron, en muchos casos, sin entrada. "El Barça no es el culpable directo, pero sí el responsable", dijo Laporta, según recogió Marca.
Polémicas fueron también sus declaraciones en RAC1 al respecto del famoso bofetón de Will Smith a Chris Rock en los Oscar 2022. Laporta dijo: “También te digo que la mujer de Will Smith, no sé si estaba rapada por algún motivo. Tiene alopecia, pero está guapísima también. Rapadita, pero bien, muy bien".
Y luego está lo de las famosas palancas. Dinero obtenido vendiendo activos del club (parte del los derechos deportivos o del merchandasing...) Unos ingresos de 867 millones de euros para fichajes que, según los críticos, suponen descapitalizar el club de cara al futuro.
Durante la pretemporada del verano de 2022, Laporta aparecería en la grada del Camp Nou junto a Ronaldo con un ojo morado. Algo de lo que nunca se supo nada, aunque dio lugar a muchas suspicacias y muchas bromas en redes sociales.
En lo deportivo, los resultados tampoco acompañaron en su primer año, que terminó en blanco, sin títulos. Y en el segundo, llovieron las críticas al ser eliminados en competiciones europeas, tanto en la Champions League primero, como en la Europa League, después.
En 2022, ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, su equipo cayó derrotado 3-1 y a Laporta, rememorando viejos tiempos, no se le ocurrió otra cosa que bajar al vestuario del árbitro, Sánchez Martínez, a recriminarle una serie de decisiones que creía que los habían perjudicado.
Según recogió Marca, el colegiado escribió en el acta arbitral: "Una vez finalizado el partido y encontrándonos el equipo arbitral dentro del vestuario, accede a él el presidente del Barcelona, Joan Laporta, solicitando explicaciones de forma reiterada sobre algunas situaciones del partido".
ADEMÁS: Iban a ser los sucesores de Messi en el Barça pero fracasaron en el intento
Pero lo peor estaba por llegar… El caso Negreira, un escándalo por el que se acusa al FC Barcelona (y a Laporta, entre otros dirigentes del club) de pagar siete millones de euros durante varios años al que fuera vicepresidente del Comité de Árbitros español, José María Enríquez Negreira, según informó As y otros muchos medios deportivos y generalistas.
No está nada claro que tras esos pagos a Negreira, que era vicepresidente del Colegio Técnico de Árbitros, haya un delito. Pero el daño reputacional resulta evidente.
Sobre el caso, advirtió Laporta según recogieron medios deportivos como Marca y As: “El Barça nunca ha comprado árbitros, ni ha tenido intención de comprar árbitros. Volvemos a ir bien y nada es casual. Hay una campaña para perjudicar los intereses del Barça y orientada a comprar el club”.
Laporta también tiene su particular pelea con La Liga de Fútbol Profesional y, concretamente, con su presidente, Javier Tebas, algo que Laporta siempre achaca a ser uno de los clubes que defienden el proyecto de la Superliga europea junto a el Real Madrid.
Y mientras, un pequeño oasis en medio del desierto. A pesar de los problemas financieros del club y de los problemas que ha ido acarreando, finalmente, se ha podido comenzar con el proyecto del 'Espai Barça' y el nuevo estadio que, según Relevo, tendrá un coste aproximado de 1.070 millones de euros, que harán frente con una financiación de 1.450 millones con un total de 20 inversores.
Y parecía que en los últimos tiempos a Laporta solo le quedaban como aliados el Real Madrid y Florentino Pérez. Y es que, aunque nunca han dejado de tener relación- desde que saltara el caso Negreira se han distanciado, suspendiéndose en varias ocasiones la tradicional comida de directivas previa a los enfrentamientos directos entre ambos equipos.
Un buen ejemplo de las recientes tensiones entre ellos, tuvo lugar en el Camp Nou durante la celebración en él de la ‘Kings League’ en marzo de 2023, en el que se pudo ver a Laporta en la grada visiblemente excitado gritando consignas contra el Real Madrid junto al resto del estadio.
Otro ejemplo vino de la mano de Mikel Camps, portavoz adjunto de la directiva de Joan Laporta en el FC Barcelona, quien, antes de un Clásico, publicó en Twitter sobre Vinicius: "No es racismo, se merece una colleja por payaso y vacilón". Aquello provocó que Florentino Pérez no acudiera al palco a ver el partido entre ambos conjuntos.
Y aunque desde que salió a la luz en caso Negreira a Laporta se le ha visto quizá un tanto sobrepasado, el presidente del Barça se mantiene firme defendiendo que todo esto es una cruzada, atacando a periodistas y o a clubes como el propio Real Madrid.
Una cruzada que ha ido a más cuando, en septiembre de 2023, el juez Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, imputaba al FC Barcelona por cohecho; y en octubre de 2023, al propio Laporta por el mismo delito.
Fue entonces cuando Laporta se sacó otro as de la manga para llevar la polémica a su terreno hablando en rueda de prensa de un "madridismo sociológico" que se encuentra "en los centros de poder". ¿Un complot a grandes niveles para acabar con el FC Barcelona? Según el presidente azulgrana, "el madridismo ha aprovechado el caso Negreira para ensuciar el nombre del Barça y su historia”.
Y por si lo del 'madridismo sociológico' no fuera suficiente, para empezar el año 2024 y al hilo del partido de la jornada 21 de Liga entre el Real Madrid y el Almería, donde surgieron todas las polémicas arbitrales posibles a costa del VAR, Laporta se ha dedicado a ir por los medios denunciando que La Liga "está adulterada", en clara referencia al club blanco.
Con la justicia tras ellos y la UEFA mirando de reojo para aplicar posibles sanciones de cara al futuro, Laporta continúa remando contra la peor crisis económica y de prestigio del club en toda su historia. Veremos cómo acaba y en qué posición queda Laporta, aunque seguro que en su agitada vida quedan muchos capítulos por escribir.
ADEMÁS: La caída a los infiernos de Ronaldinho: del cielo futbolístico a prisión