Tomas Brolin: de rozar el Balón de Oro a vender aspiradoras
Para la historia del fútbol sueco, Tomas Brolin es uno de sus grandes referentes. Un delantero técnicamente increíble que lideró a la selección de Suecia que alcanzó las semifinales del Mundial de Estados Unidos 1994, en un año en que, además, estuvo entre los más votados para el Balón de Oro.
Su carrera deportiva se desarrolló entre 1984 y 1998, años entre los que pasó por clubs de élite en Europa como el Parma italiano –donde tuvo sus mejores años- o Leeds United y Crystal Palace, en la Premier League. Sin embargo, acabó retirándose muy pronto, con sólo 28 años.
Brolin destacó en sus mejores años de carrera como un atacante con una técnica envidiable, fuerte y dinámico en sus movimientos, con una enorme facilidad para el regate, un poderoso disparo y una gran visión de juego. Características que hicieron de él un jugador de clase mundial, pero que nunca llegó a consolidarse.
Los primeros años de la carrera del delantero sueco como profesional lo llevaron a jugar en tres clubes de su país, el Näsvikens IK, el GIF Sundsvall y, finalmente, IFK Norrköping, donde terminó de explotar llamando la atención de varios clubes europeos.
Finalmente, en 1990, con 21 años, el Parma italiano lo fichó y sería en Italia donde Tomas Brolin viviría sus mejores años como futbolista, conquistando allí tres títulos europeos –la Recopa y la Supercopa de Europa de 1993 y la Copa de la UEFA de 1995- y otro más en casa, la Copa de Italia de 1992.
Como jugador parmesano, Brolin disputó 133 partidos y marcó 20 goles, aunque cinco temporadas después de su llegada a Italia, haría las maletas camino de la Premier League con un nuevo destino, el Leeds United, y con un bagaje que ya lo había colocado entre los mejores delanteros del viejo continente.
En esos años, los éxitos no solo llegaron con la camiseta del Parma, sino también con la selección de Suecia, con la que participó por primera vez en una fase final de la Copa del Mundo en 1990, aunque, lamentablemente para él y sus compañeros, terminarían eliminados en la fase de grupos en la que un jovencísimo Brolin marcó un solo gol a la todopoderosa Brasil.
En la Eurocopa de 1992, como anfitriones, fue uno de los jugadores más destacados de la selección sueca que cayó en semifinales ante Alemania por 2-3.
Aquel traspiés sólo fue el preámbulo de un importante cambio en la selección nórdica que, tan solo cuatro años después, haría historia en el Mundial de Estados Unidos 1994 al llegar hasta las semifinales, donde cayeron finalmente ante Brasil, campeona del aquel Mundial.
De igual modo, en el partido por el tercer y cuarto puesto del Mundial, la selección de Suecia, liderada por un enorme Tomas Brolin de la mano de otros grandes jugadores como Martin Dahlin, Henrik Larsson o Kennet Andersson, golearon a la Bulgaria de Hristo Stoichkov por 4-0, alcanzando un histórico tercer puesto.
Ese fue el año en el que Brolin entró en las quinielas para llevarse un Balón de Oro en el que finalmente quedó en cuarta posición con los mismos puntos (68) que el rumano Gheorghe Hagi, y solo superado por el búlgaro Hristo Stoichkov, que lo ganó con 210 puntos; y los italianos Roberto Baggio (136) y Paolo Maldini (109).
Pero el principio del fin de la carrera de Tomas Brolin como futbolista profesional daría comienzo, precisamente, en el año 1994 cuando, en un partido entre Suecia y Hungría en el Råsunda Stadion de Solna, se lesionó después de caerse tras intentar cruzar el balón desde la línea de fondo.
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Brolin se había roto el pie, una lesión de la que, finalmente, se recuperó bien pero su sueño de convertirse en una estrella mundial se fue difuminando. Primero, en su último año con el Parma y, posteriormente, tras recalar en la Premier League como jugador del Leeds United.
La llegada del Balón de Oro Hristo Stoichkov al Parma le complicó aún más las cosas. Brolin pasaba a ser segundo delantero y, tras su lesión, se vio además falto de forma, por lo que el equipo italiano decidieron traspasarlo al Leeds en la temporada 1995-1996.
En Inglaterra sus problemas se agravaron. Lesiones, falta de forma y el poco compromiso del propio Tomas Brolin para controlar su exceso de peso, acabaron por enfrentarlo con su entrenador, Howard Wilkinson, y con una afición que dejó de apoyarlo poniéndose del lado del técnico inglés.
Brolin acabaría yéndose cedido al FC Zürich suizo en 1996 y de nuevo al Parma para la temporada 1996-1997, después de no querer tratarse en Inglaterra por una recaída en la lesión de su pie que sufrió en 1994 y llegar a poner incluso 500.000 libras esterlinas de su propio bolsillo para concretar la cesión.
A su regreso a Leeds tras la cesión, en 1997, se truncaron dos posibles salidas para Brolin camino del Real Zaragoza en La Liga española y el Hearts de la Premier escocesa por su mala forma física. El 18 de octubre de aquel año, jugador y club rescindieron su contrato.
Tras aquella ruptura, Tomas Brolin acabaría recalando en el Crystal Palace, desde donde regresó a su país para dar por finalizada su carrera como futbolista con sólo 28 años en el Hudiksvalls ABK y de la forma curiosa, jugando su último partido como portero y parando un penalti.
"Todo el mundo dice que 28 es demasiado joven para retirarse, pero depende de lo que hiciste en tus 28 años como futbolista. Yo había hecho mucho", comentó el futbolista al periódico italiano Tuttosport. Pero, ¿qué fue de él tras colgar las botas?
Tomas Brolin no malgastó el dinero que ganó como futbolista. A diferencia de muchos otros profesionales, tras retirarse, se alejó del mundo del fútbol y decidió invertir en el mercado de las aspiradoras.
Foto: Instagram - Tomas Brolin
Poco después de decir adiós al fútbol, Brolin conoció al inventor sueco Goran Edlund, quien había inventado una boquilla de aspiradora más ligera y eficaz que las que, hasta ese momento, se podían encontrar en el mercado, algo en lo que el ex futbolista no dudó en invertir parte de su fortuna.
La cosa finalmente funcionó y, más adelante, se consolidó dentro del mercado de las aspiradoras tras convertirse en socio al 50% de Twinner, empresa líder en Suecia dentro del campo de este tipo de electrodomésticos.
Foto: Instagram - Tomas Brolin
Brolin abrió también su propio negocio de hostelería, el restaurante italiano ‘Undici’ –que hacía referencia al dorsal que llevó en el Parma, el 11- e invirtió en el mundo inmobiliario pero, a la postre, han sido las aspiradoras con lo que él y su familia han hecho fortuna.
Y de forma paralela vienen las curiosidades, porque a Brolin lo hemos visto también en estos años en campeonatos de póker; grabó la canción ‘Alla vi’ con el artista nigeriano Dr. Alban, en cuyo videoclip aparece junto al ex tenista Björn Borg; y se le relacionó con una orgía en la que participó junto al propio Borj y la cantante Camilla Henemark, que fue quien lo hizo público.
Un cambio drástico de vida en la que Tomas Brolin ha vuelto a triunfar como los hizo en sus mejores años como futbolista. Eso sí, esta vez en un ‘terreno de juego’ muy distinto al que pisaba cuando llegó a soñar con levantar el Balón de Oro.
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