Sabrina Ionescu: quién es la jugadora de basket que ha puesto contra las cuerdas a Stephen Curry

Considerado como el mejor tirador de la historia de la NBA y líder histórico en triples anotados del campeonato estadounidense, Stephen Curry tiene una espinita clavada desde julio de 2023 por el récord de puntos (37) que Sabina Ionescu consiguió en el WNBA All-Star, donde falló sólo dos tiros desde la línea de tres rompiendo la marca del base de los Golden State Warrios de 2021 (31).

"Tengo que ir a por el récord de Sabrina, así que tengo un motivo por el que tirar (en un nuevo desafío de las estrellas) ahora que ella se volvió loca con los 37 puntos en el All-Star Weekend. (…) Tenemos que resolver quién es el mejor tirador en la competición de 3 puntos?", dijo Curry en la cadena ESPN el 17 de julio.

Un desafío que la propia Ionescu aceptó a través de su cuenta de X.com –"Hagámoslo", escribió- y que, según Shaim Charania, de The Athletic, puede ser una realidad en el All-Star 2024 que se celebrará en Indianápolis, donde podremos ver el esperado duelo entre ellos.

Pero, para quien aún no la conozca, lo de Sabrina Ionescu va mucho más allá del All-Star, porque es, sin duda, uno de los grandes referentes del baloncesto –y del deporte- femenino estadounidense y una mujer de récord en la WNBA. Esta es su historia.

Ionescu, estadounidense hija de inmigrantes rumanos, nació en Walnut Creek (California) el 6 de diciembre de 1997 y comenzó su trayectoria deportiva dentro del mundo del baloncesto a los 19 años, con las Ducks de la Universidad de Oregón, donde permanecería durante cuatro temporadas antes de convertirse en profesional.

En la universidad, Ionescu promedió 18,0 puntos, 7,7 asistencias, 7,3 rebotes y 1,5 robos de balón por partido.

Además, anotó en su currículum algún que otro logro, como el de convertirse, junto a Courtney Vandersloot, en la única jugadora en la historia del baloncesto masculino y femenino de la NCAA con más de 2.000 puntos y más de 1.000 asistencias y la primera que sumaba más de 1.000 rebotes en una carrera.

En aquella época Ionescu recibió el premio John Wooden a la mejor jugadora universitaria de los Estados Unidos, un premio que vino acompañado de la invitación del legendario Kobe Bryant para que se quedará en Los Ángeles unos días entrenando con el equipo de su hija Gigi, quien la consideraba como uno de sus ídolos, y quien la convirtió en su protegida.

Sus tremendas actuaciones y sus números en la NCAA, la llevaron a ser elegida en la primera edición del Draft de la WNBA, el 17 de abril de 2020, por las New York Liberty, franquicia con la que debutó como profesional el 25 de julio de ese mismo año en un discreto partido contra Seattle Storm en el que consiguió 12 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias.

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Por delante tenía un largo camino por recorrer tras cumplir su sueño de llegar a la élite del baloncesto femenino, pero, sin embargo, una importante lesión casi corta de raíz de fulgurante progresión. El 1 de agosto, la jugadora californiana sufrió un esguince en el tobillo izquierdo por el que se perdió prácticamente toda su primera temporada de debut en la WNBA.

Sin embargo, volvería de su lesión con más fuerza que nunca, con uno de los inicios de carrera más espectaculares que se recuerdan dentro del baloncesto femenino de los Estados Unidos, lo que le ha llevado a una media de 15,7 puntos por partido, 5,9 asistencias, 6,1 rebotes, un acierto del 40,9% en tiros de campo, un 37,7% en triples y un 90,9 en tiros libres.

En su sexto partido con Nueva York ya confirmó que iba en serio, convirtiéndose, con 23 años y 164 días, en la jugadora más joven de la historia de la competición en firmar un triple-doble, anotando 26 puntos, cogiendo 10 rebotes y dando 12 asistencias.

En 2022 firmó otro de sus récords hasta la fecha dentro de su corta carrera como profesional: el primer triple-doble con 30 puntos de la historia de la WNBA, superando los 29 puntos en un triple-doble a la legendaria Lisa Leslie.

Un año, ese 2022, en el que tuvo además la oportunidad de llegar a lo más alto también con la selección de Estados Unidos, con la que ganó la medalla de oro en el Mundial femenino celebrado en Australia y en el que ganaron a China en la final por 61-83.

En cuanto a los triples, en lo que Ionescu se ha convertido en toda una estrella, a finales del mes de enero de 2024 había anotado un total de 272, situándose como la cuarta mejor jugadora de la historia de la WNBA en las cuatro primeras temporadas de su carrera, por detrás de Diana Taurasi (334), Katie Smith (287) y Kelsey Mitchell (275), según Stathead.

Una especialidad, la de los triples, en la que ha ido mejorando con el paso de las temporadas, ya que de los porcentajes de acierto desde la línea de tres del 32,5 y del 33,3% de sus dos primeras temporadas en la WNBA, pasó en 2023 a un impresionante 44,8%.

Unos números que refrendó durante el concurso de triples de 2023, en los que hizo historia anotando 25 tiros de 27 intentos, sumando 37 puntos de 40 posibles y marcando un nuevo récord, tanto para la WNBA como para la NBA.

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En aquel momento de gloria, tras fallar su primer tiro, Ionescu anotó los siguientes 20 lanzamientos, falló en el número 22, y no volvió a errar hasta el final de su prueba, anotando todos los tiros que hizo desde el ángulo de 45 grados, posición desde la que hace la mayor parte de sus triples en la WNBA, al igual que Curry con los Warriors.

Durante el homenaje póstumo a su mentor, Kobe Bryant, Ionescu dejó caer unas emocionantes palabras que la definen a la perfección como jugadora: "Quería ser como él, amar cada parte de la competición. El sacrificio. [...] Y eso es lo que hice. Despertarme, trabajar duro y mejorar. Despertarme, trabajar duro y mejorar".

"Desde que era pequeña sólo he conocido una forma de jugar al baloncesto: feroz, con una concentración obsesiva. Era competitiva sin remordimientos. Quería ser la mejor. Me encantaba trabajar. Incluso si era duro. Especialmente si era duro", añadió la californiana.

Y como sucede con Kobe Bryant, Ionescu tiene tiene su relación especial con el propio Stephen Curry, además de esa rivalidad desde la línea de tres. Y es que, durante el periodo de confinamiento por la Covid, estuvo entrenando con él en un momento en el que el de los Warrios intentó reclutarla para unirse como imagen de la marca Under Armour.

Sin embargo, la jugadora de las New York Liberty se dejó seducir por otra marca deportiva, Nike, con la que, además, cuenta, desde noviembre de 2023 con una colección exclusiva de ropa y accesorios al más puro estilo de Michael Jordan, siendo la primera jugadora de baloncesto en lanzar diseños unisex en la colección que lleva su nombre.

Una clara muestra de su nivel que tiene más ejemplos, como su cuenta de Instagram, donde tiene más de 800.000 seguidores, que su camiseta con el número 20 se agotara una hora después de salir a la venta en su primer año con las New York Liberty o que –ojo a la curiosidad- un cromo suyo de ese 2021 se vendiera por nada menos que 10.800 dólares, el más caro de la historia de la WNBA.

Una fama que no ha impedido a Ionescu mostrar siempre su lado más solidario, especialmente a través de la Fundación SI20, puesta en marcha por ella en septiembre de 2023 junto a DREAM, una organización para el desarrollo de los jóvenes de la red de escuelas públicas de Nueva York, con la que busca que todo puedan acceder al deporte en igualdad de oportunidades y crezcan a través de sus valores.

Ahora tiene otro pequeño reto por delante, enfrentarse directamente en un esperado duelo de triples con su amigo Stephen Curry, un esperado enfrentamiento entre dos maestros del tiro de tres y que, además, aleja los fantasmas de la desigualdad de género dentro del deporte.

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