Riqui Puig: de la sombra en el Barça a la gloria en la MLS
Han necesitado diez años para conseguirlo, pero por fin Los Angeles Galaxy vuelve a colocarse la corona de campeón de la Major League Soccer (MLS) -el sexto título de su historia- y buena parte de culpa de su consecución la tiene el centrocampista español Riqui Puig.
El futbolista catalán era una de las grandes esperanzas de la prolífica cantera del FC Barcelona y, aunque en 2020, dio el salto para convertirse en futbolista de la primera plantilla del conjunto azulgrana, nunca logró asentarse ni contar con el favor de su hinchada.
En un movimiento totalmente inesperado, por su juventud y proyección dentro del mundo del fútbol, Puig fichó por los Galaxy. Lo hizo como jugador franquicia del equipo estadounidense y con estatus de estrella y se marchó sin dejar un solo euro en las arcas del Barça, aunque con un derecho de recompra al final de cada campaña y un 50% de su futura venta.
ADEMÁS: Messi pierde su reinado en la MLS: Los Angeles Galaxy vuelven a reinar diez años después
Su balance como jugador del primer equipo antes de marcharse a Los Ángeles fue de 1.876 minutos jugados, repartidos en 62 encuentros oficiales. En ellos marcó dos goles y repartió tres asistencias, ganando en aquella etapa una Liga (2018-2019) y una Copa del Rey (2020-2021).
Su llegada a la MLS se materializó el 4 de agosto de 2022 y, desde entonces, han sido tres las campañas que ha disputado con el equipo angelino. Todo ello con una trayectoria de menos a más, en la que ha ido cogiendo peso hasta convertirse en una de las grandes estrellas del equipo y que motivaron la extensión de su contrato con la franquicia hasta 2027.
En su primer año llegó a mitad de temporada. Hizo su debut ante Seattle Sounders el 19 de agosto de 2022; en su segundo partido ya dio su primera asistencia para que el mxicano ‘Chicharito’ Hernández anotara frente a New England Revolution; y en el tercero se estrenó como goleador contra el Toronto FC.
Terminaría disputando 12 partidos en los que marcó tres goles, para dar paso a una temporada 2023 en la que mejoró sus estadísticas, con 9 tantos en 34 partidos disputados. Pero ha sido en 2024 cuando Piqui Puig ha terminado de explotar con unos números de 'crack', convirtiéndose en una pieza fundamental del técnico Greg Vanney para la consecución del título de la MLS.
El rendimiento del futbolista español a lo largo de toda la temporada ha sido clave, terminando con unas cifras más que interesantes para un centrocampista: 17 goles y 12 asistencias en 33 encuentros del campeonato norteamericano, además de ser el mejor de la liga en el último tercio de campo, en pases claves y pases entre líneas, en ocasiones creadas y en tiros a puerta.
Sus estadísticas en esta gran campaña con la franquicia angelina lo corroboran. Y es que, según los datos de la base de datos especializada 'Driblab', Puig ha sido, para empezar, el mediocentro de la MLS que más jugadas ha generado cada 90 minutos, con un total de 1,62.
Además, el centrocampista de Matadepera destaca como el futbolista con más construcción de xG (0,81), es decir, los goles esperados (expected goals, en inglés), una métrica estadística utilizada en el fútbol que da más información sobre la calidad -más o menos claras- de las oportunidades generadas por partido.
En el apartado del control del juego, destaca por ser el jugador que más faltas ha recibido (2,95), lo que demuestra su nivel para la posesión del balón y la dificultad de sus rivales para arrebatárselo, y el que mayor progresión de balón hace con conducción (7,78, casi doblando al segundo).
ADEMÁS: Saltan las alarmas: Messi no levanta cabeza en la MLS
Finalmente, sus buenos números se completan en que es el futbolista que, de media por encuentro, más tiros a puerta ha realizado a lo largo de la temporada (1,21), más pases efectúa al último tercio (28,4) y más pases clave realiza en juego (1,36).
Por detrás de otros futbolistas del campeonato estadounidense, no se puede obviar que también ha sido el segundo en contribución de G/A (goles + asistencias) por partido (0,81); el segundo también en pases largos completados (8,56) y el tercero en regates completados (2,98).
Riqui Puig es además parte del once ideal de la MLS 2024 conformando la línea medular con Evander (Portland Timbers) y Luciano Acosta (Cincinnati FC) y con Kahlina (Charlotte) en la potería; Moreira (Columbus Crew), Jordi Alba (Miami) y Yeimar (Seattle) en la defensa y Messi (Miami), Benteke (DC United), Cucho (Colombus Crew) y Bouanga (LAFC) en ataque.
Y se sitúa también como uno de los tres futbolistas más valiosos de la MLS, según Transfermarkt, con un valor de mercado de 20 millones de euros, el mismo que el astro argentino Lionel Messi -en las filas del Inter Miami- y justo por delante del delantero colombiano de Columbus Crew Cucho Hernández, cuyo valor es de 18 millones.
El único punto negativo dentro de su gran temporada fue la grave lesión que sufrió en la final de la Conferencia Oeste frente a los Seattle Sounders en la que se rompió el ligamento cruzado de su rodilla izquierda, lo que le impidió disputar junto a sus compañeros la gran final de la MLS frente a los New York Red Bulls.
Lo curioso de ese partido y del dramático momento de su lesión -lo que engrandece aún más al futbolista- es que fue decisivo para el pase a la final, convirtiéndose en el héroe de los Galaxy al dar la asistencia para el gol del triunfo de Dejan Joveljić frente a Seattle a pesar de tener ya la rodilla hecha añicos.
Puig se ha ganado el cariño de la ciudad de Los Angeles, donde es un auténtico ídolo entre los aficionados de los Galaxy y entre sus compañeros, como quedó patente en la gran final, donde los dos goleadores Joseph Paintsil y Dejan Joveljić, que le dedicaron sus tantos mientras é disfrutaba del partido desde la grada.
Finalizada la temporada y como líder y flamante campeón de la MLS, Riqui Puig tendrá un largo periodo de recuperación tras haberse operado de su lesión en Barcelona, con la idea de volver cuanto antes para seguir haciendo historia en Estados Unidos con la franquicia angelina.
ADEMÁS: El increíble nuevo proyecto de Juan Mata en Estados Unidos