Qué pasó con Nicolas Anelka, el 'chico malo' del fútbol francés que jugó en el Real Madrid
A lo largo de la historia del fútbol francés, han sido muchos los jugadores que han copado titulares, pero en pocas ocasiones lo han hecho tanto como Nicolas Anelka.
Desde sus inicios y hasta el final de su carrera, el futbolista de Le Chesnay nunca dejó de destacar por sus polémicas palabras o sus controvertidos gestos.
Tanto es así que, para la opinión pública francesa, todo lo bueno que Nicolas Anelka mostraba en los terrenos de juego, quedaba empañado por su actitud fuera, como sucedió, por ejemplo, en el Mundial 201o cuando el delantero fue expulsado de la concentración de su selección tras insultar al que entonces era su entrenador, Raymond Domenech.
Sobre el césped, el francés era un delantero formidable, capaz de cambiar el rumbo de cualquier partido como demostró a lo largo de toda su carrera en clubes de la talla de Arsenal, Chelsea, PSG o Real Madrid. Hagamos un repaso por ella...
Nacido el 14 de marzo de 1979 en Le Chesnay, Nicolas Anelka empezó a jugar al fútbol a los siete años en el club de la ciudad. Allí permaneció hasta los 13 años, momento en el que puso rumbo al INF Clairefontaine.
Rápidamente, Anelka comenzó a destacar y a llamar la atención de varios clubes franceses, entre los que se encontraba el PSG, equipo que, finalmente, lo fichó en 1993 con 14 años. De este modo, tras una primera etapa de formación en Clairefontaine, continuó creciendo como futbolista en las categorías inferiores del club parisino hasta debutar como profesional el 7 de febrero de 1996, con tan sólo 16 años, en un partido contra el Mónaco.
Tras sólo 12 partidos con el PSG, el joven jugador de 17 años comenzó a exigir más minutos a su técnico pero, ante las reticencias de los dirigentes parisinos, tomó la decisión de dejar de acudir a los entrenamientos y negociar por detrás su fichaje con el Arsenal inglés. Finalmente, y ante la necesidad de hacer caja con él, el PSG lo dejó ir a la Premier League por solo 760.000 euros, en el mercado invernal de 1997.
Tras una primera temporada, en la que sólo disputó cuatro partidos, Anelka aprovechó la lesión del delantero titular de los 'Gunners', Ian Wright, para consolidarse dentro de la plantilla de Arsène Wenger. En la campaña 1998-1999 marcó 17 goles y fue elegido mejor jugador joven de la temporada en la Premier League.
Apenas habían pasado dos años cuando, con 20 años, Anelka buscó un nuevo desafío dentro de su carrera como futbolista. Después de rechazar las ofertas que le llegaron desde Juventus y Lazio, finalmente terminó fichando por el Real Madrid por 34 millones de euros. Sin embargo, después de sólo tres meses allí ya comenzó a generar tensión al exigir más minutos y negarse a acudir a algunos entrenamientos.
Su única temporada con el Real Madrid fue muy discreta y el club lo declaró transferible a pesar de que, en la parte final de aquella campaña, el joven delantero se llegó a disculpar en español y encontró su hueco dentro del equipo. Llegó incluso a marcar dos goles clave en las semifinales contra el Bayern Múnich y a ser titular en la final en la que los blancos ganaron por 3-0 al Valencia, la que sería la primera y única Champions League de toda la carrera de Nicolas Anelka.
Tras aquel gran título europeo de clubes, la gloria volvería de la mano de su selección. Anelka se proclamó campeón de la Eurocopa del año 2000 con Francia, aunque no marcó ningún gol. Sus actuaciones con el combinado francés fueron cada vez más decepcionantes y, finalmente, no fue convocado para el Mundial 2002 que se celebró en Corea del Sur y Japón.
En el verano del aquel triunfal año 2000, el PSG quiso dar un gran golpe sobre la mesa recuperando a Anelka, uno de los grandes prodigios de su cantera en los últimos años. Lo fichó por 34 millones de euros y fue recibido en París por su afición como un auténtico héroe. El delantero arrancó la temporada como un cañón, pero se fue desvaneciendo poco a poco.
ADEMÁS: Grandes jugadores que nunca han ganado el Balón de Oro
Víctima de la presión, Anelka protagonizó una lamentable anécdota en enero de 2001, cuando abofeteó a un periodista que lo criticó por su falta de educación. El delantero francés explicó aquel suceso arrepentido: "Pasé tranquilamente junto a él. Me agarró la cabeza, el tono subió y cometí el error de darle una bofetada. Ya está, asumo la responsabilidad".
Con el paso de los partidos, las actuaciones de Anelka con el PSG fueron a peor, por lo que el conjunto galo decidió cederlo al Liverpool inglés en enero de 2002. Con los 'Reds' marcó cinco goles en seis meses y finalmente fue traspasado al Manchester City en el verano de 2002, continuando con así su periplo por la Premier League.
Ante la ausencia de Sidney Govou, la selección francesa volvió a llamar a la puerta de Nicolas Anelka en 2003, cuando fue convocado por Jacques Santini. Sin embargo, el delantero rechazó la convocatoria diciendo públicamente sobre el técnico: "Que se arrodille delante de mí, primero pida disculpas y luego lo pensaré (en regresar)".
En su nueva etapa en el Manchester City, Nicolas Anelka se convirtió en el jugador estrella de un equipo que acababa de ascender a la Premier League. Era su jugador franquicia y lo demostró con una brillante etapa en la que marcó 45 goles en tres temporadas. En 2005, fichó por el Fenerbahçe turco por una temporada antes de regresar a Inglaterra con el Bolton.
Tras dos buenas temporadas en el Bolton, en 2008 fichó por el Chelsea. Aprovechando las ausencias de Didier Drogba, Anelka se convirtió en el delantero titular durante la temporada 2008-2009 y acabó como máximo goleador de la Premier League con 19 goles.
En 2010, la selección francesa volvió a confiar de nuevo en Anelka para ser uno de sus jugadores para el Mundial de Sudáfrica. Sin embargo, el 17 de junio, durante el descanso del partido de la fase de grupos que enfrentaba a Francia con México, el delantero insultó al técnico galo, Raymond Domenech, después de que este lo criticara por su posición en el campo, hecho por el que fue sustituido y, finalmente, expulsado de la concentración del equipo para el resto del torneo.
Tras su exclusión del equipo, el resto de los jugadores de la selección francesa decidió mostrarle su apoyo haciendo una huelga por la que se negaron a entrenar, una escena que en Francia calificaron como "absurda y totalmente ridícula" y que quedó para la historia como "el momento más humillante del fútbol francés".
Después de todo esto, Nicolas Anelka se convirtió en uno de los jugadores más odiados por los aficionados franceses, echando más leña al fuego cuando declaró que "se murió de risa" después de que la Federación Francesa de Fútbol anunciara que sería sancionado con 18 partidos de suspensión por lo sucedido en el Mundial.
En 2012, Anelka fichó por el club chino del Shanghai Shenhua. Marcó sólo tres goles antes de ser traspasado a la Juventus (con la que jugó dos partidos) y luego al West Bromwich Albion, donde jugó una única temporada, la 2013-2014.
Con el West Bromwich Albion protagonizó su enésima polémica al celebrar un gol haciendo una 'quenelle', un gesto popularizado por el cómico francés Dieudonné M'bala M'bala y considerado como antisemita. Quitando hierro al asunto, el delantero explicó que "este gesto fue simplemente una dedicatoria especial para mi amigo el comediante Dieudonné".
Anelka terminó su carrera en la India, jugando para el Mumbai City entre 2014 y 2015. Después de esta experiencia, decidió formarse para convertirse, en 2018, en asesor del Lille para apoyar a delanteros jóvenes durante los entrenamientos.
El 3 de febrero de 2021, Anelka se convirtió en director deportivo del Hyères FC, un club de la segunda división de Francia, aunque abandonó el cargo poco después, el 4 de mayo de 2021. Tras ello, reaparecería en septiembre de ese mismo año como comentarista en el programa de RMC 'Rothen s'igne'.
Un año antes, en 2020, Netflix estrenó un documental titulado 'Anelka: el incomprendido' ('Anelka: L'incompris') en el que el futbolista analiza su legado y deja una frase para recordar y pensar: "Todo lo que hice, no lo hagas, porque alejarás a todos".
ADEMÁS: ¿Qué fue de los ‘Pavones’ del Real Madrid?