Milei inicia su guerra contra el mundo del fútbol
El presidente electo de Argentina, Javier Milei, parece que ha llegado no solo para dar un bandazo radical a la política y a la vida de su país, sino también a su fútbol, una de las pasiones más arraigadas entre los argentinos.
Fue portero durante su juventud, canterano de Chacarita Juniors y, actualmente, hincha y socio de Boca Juniors, equipo que celebró recientemente elecciones presidenciales -que ganó Juan Román Riquelme-, y en las que Milei tuvo que salir escoltado tras depositar su voto abucheado e insultado por los hinchas xeneizes.
Apenas unos días después de alcanzar la Casa Rosada como nuevo presidente de Argentina, Milei dio a conocer a sus ciudadanos una serie de medidas, incluidas en el denominado Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) –que, de momento, ha sido paralizado por la Justicia-, entre las que hay una que afecta directamente al mundo del fútbol.
Se trata del punto 27 de este decreto, que hace referencia a la modificación de la Ley de Sociedades y afecta directamente a los clubes de fútbol argentinos, ya que, con ello, se abre la posibilidad de que puedan convertirse en sociedades anónimas, si así lo desearan.
En el decreto se explica que “para que una sociedad civil pase a convertirse en una sociedad comercial o resolviera ser socia de sociedades anónimas, serían necesarios los votos de dos tercios de los asociados” y añade que “no podrá impedirse, dificultarse, privarse cualquier derecho a una organización deportiva, incluyendo su derecho de afiliación a una confederación, federación, asociación, liga o unión”.
Esta aspiración, que ya tuvo años atrás el expresidente argentino (y de Boca Juniors) Mauricio Macri, es algo que Milei ya comentó en televisión en 2022 en una entrevista con el periodista Alejandro Fantino: “¿Y a vos qué te importa de quién es si le ganas a River 5-0, es campeón del mundo, todo? ¿O prefieres seguir en esta miseria, con fútbol cada vez de peor calidad?”.
Milei pone el foco en cómo son cada vez más las jóvenes promesas del fútbol argentino las que se van en busca de éxito a Europa y se pierde a otras estrellas por los problemas económicos de los clubes, que van de la mano a los que sufre todo el país.
En ese sentido, el presidente argentino busca liberar a los clubes de fútbol del poder sus socios para convertirlos en empresas en las que pueda entrar capital privado, no sólo del país, sino también de fuentes extranjeras, como está sucediendo en otros lugares como la Premier League con países como Arabia Saudí o Qatar.
El propio Milei, aseguró en una entrevista a Radio Mitre que el Chelsea inglés estaba interesado en comprar un equipo argentino –al estilo del City Group del Manchester City-: “Está la voluntad manifestada [por parte del Chelsea] de querer comprar Boca, Racing, Estudiantes, Newell’s o Lanús. Es dinero rápido”.
Deslizó el nombre del Chelsea, asegurando que no era el único potencial inversor interesado: “Hay grupos árabes expectantes para invertir 3.000 millones de dólares. ¿Qué es lo interesante? Que las inversiones entran muy rápido. Es un negocio muy fácil, no tienes que hundir una maquinaria enorme o esperar dos años como si fuera montar una fábrica”, aseguró.
"Soy hincha de Boca y si vienen grupos inversiones y ponen una fortuna en Boca y eso hace que Boca gane siempre y que River no le pueda ganar un solo partido, la pregunta es ¿dónde firmo?", recalcaba Milei en esa misma entrevista.
Esta medida, sin embargo, choca frontalmente con los estatutos de la Federación del Fútbol Argentino (AFA) que tendrían que ser modificados en su Asamblea General para poder llevarlo a cabo y es por ello por lo que se encuentra actualmente paralizada por la Justicia argentina.
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En dichos estatutos se establece que "un club es una asociación civil con personería jurídica en los términos de lo dispuesto en el Código Civil y Comercial de la Nación, Libro I, Título II, Capítulo 2, y la autoridad de contralor de la respectiva jurisdicción que ha sido admitida por la Asamblea como miembro de la AFA o de una liga reconocida y con al menos un equipo que participa en una competición".
A la AFA se ha sumado también la Confederación Argentina de Deportes (CAD), desde donde, el 9 de enero de 2024 se presentó un recurso de amparo para pedir la suspensión cautelar de las medidas recogidas en el DNU, a la vez que advirtieron que, en caso de salir adelante el decreto, las propias selecciones argentinas podrían ser sancionadas por FIFA y CONMEBOL.
Y es que, según la CAD, el comportamiento del Gobierno de Milei “viola la autonomía, establecida por Ley, de las Asociaciones Civiles y Deportivas en el libre ejercicio de sus funciones”, algo que, por injerencias políticas, va contra los estatutos de la propia FIFA y podría suponer dejar fuera a Argentina de la Copa América y los Juegos Olímpicos de París.
Pero son también los propios clubes de fútbol los que han mostrado su disconformidad con una medida que parece no gustar a nadie en Argentina, emitiendo sus propios comunicados posicionándose en contra de la idea de Milei de poder convertirlos en sociedades anónimas deportivas.
En el caso de Boca Juniors, club del que es aficionado el nuevo presidente argentino, se emitió un comunicado a través del cual se apuntaba que "fiel a sus orígenes, respetuoso de los claros principios defendidos durante casi 120 años, Boca Juniors ratifica su carácter de Asociación Civilsin fines de lucro y la premisa de que nuestro club es de su gente, socios y socias que lo vuelven cada día más grande".
De otro lado, también se expresó al respecto su eterno rival y el otro gran club del país, River Plate, desde donde aseguraron que "siguiendo el espíritu de nuestros fundadores, rechazamos a las sociedades anónimas en el fútbol argentino, como ratificó nuestra Asamblea en 2016 al constituirse la Superliga. (…) El River Plate es una Asociación Civil sin fines de lucro y siempre será de sus socios y socias, que son el sustento de estos 122 años de grandeza".
A ellos se sumó también San Lorenzo de Almagro, que dejó claro que, según sus propios estatutos, "no se podrá convertir la asociación civil en sociedad anónima o cualquier otro tipo de encuadre societario".
También Newell’s Old Boys, que ratificó "su posición histórica" de que "la institución es de sus socios y socias. En tal sentido, nos pronunciamos enfáticamente en contra de las sociedades anónimas deportivas en el fútbol argentino".
Independiente de Avellaneda, por su parte, recalcaba que "la Comisión Directiva está convencida de que nuestro club tiene que seguir siendo una Asociación Civil Sin Fines de Lucro. Tal como indica nuestro estatuto, nunca esta figura. El club es de los socios y las socias".
También su vecino Racing de Avellaneda habló en los mismos términos, destacando que "nadie nos tiene que explicar qué significan las SAD en un club de fútbol. Nuestros socios, socias e hinchas, quienes recuperaron la democracia para Racing, lo saben bien. Por pasado, presente y futuro, Racing Club ratifica su condición de asociación civil sin fines de lucro".
Y en similares términos se han pronunciado hasta un centenar de equipos junto al organismo que los agrupa, la Liga Profesional de Fútbol (LFP), tampoco quiso quedarse al margen y emitió un comunicado donde resaltaba que "las instituciones pertenecen a aquellos que sostienen con sus aportes el funcionamiento de sus instalaciones", enalteciendo esa premisa de que "El club es los socios".
El tiempo dirá si Javier Milei podrá salirse con la suya en un tema difícil de hacer llegar al fútbol argentino o, por el contrario, fracasará en su intento como le sucedió a Mauricio Macri y el fútbol en el país seguirá siendo de los socios y los aficionados.
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