Los peores fichajes de la historia de la Premier League
La Premier League siempre ha sido una de las mejores ligas del mundo y, como tal, cualquier jugador quiere jugar en ella. Eso no quiere decir que todos lo hagan bien, incluso algunos que costaron mucho dinero. ¿Repasamos los peores fichajes de la historia de la Premier League?
Robinho fue el primer gran fichaje del City. Invirtió 43 millones de euros en su fichaje y se lo quitó a un Real Madrid que aún se congratua por aquella operación. El brasileño cuajó una buena primera campaña pero en su segunda temporada sólo jugó 12 partidos y acabó cedido al Santos. Jamás recuperó la magia que se le vio en el Bernabéu.
Con el dinero de Torres, el Liverpool contrató al enorme delantero del Newcastle por 40 millones de euros, a horas del cierre de mercado invernal en 2011. Las cosas hechas con prisa suelen salir mal y Carroll se quedó en 6 goles en 44 partidos.
Llegaba tras arrasar en Liverpool y con la vitola de gran estrella de la Premier y de la Selección Española, a cambio de 58,5 millones de euros, pero al enfundarse la camiseta del Chelsea parecía otro jugador. Marcó 45 goles en 172 partidos y algunos de sus fallos de cara a gol están grabados en la memoria de los aficionados.
Fueron 42,5 millones de euros los que pagó el United por la Brujita para quitárselo a la Lazio y convertirlo, en aquel momento, en el fichaje más caro de la historia de la Premier League. Aguantó dos temporadas en Manchester, antes de ser traspasado al Chelsea en 2003 por 22,5 millones de euros. En Londres aguantó una sola temporada.
Los Red Devils pagaron 75 millones de euros + 15 en variables, convirtiendo al campeón de Champions en ese momento, en el fichaje más caro de la historia de la Premier League. Duró una temporada en Manchester donde nunca tuvo el estatus de estrella que se le presuponía.
Pagar 20 millones de euros por Súper Mario parecía una ganga, pero acabó saliendo caro a los Reds. Cuatro goles en 20 partidos y una sensación tremenda de falta de compromiso, acabaron con el italiano apartado del equipo y cedido al Milán la temporada siguiente.
Delantero joven, prometedor y con garra, le costó 22,5 millones de euros al Chelsea, su vida disoluta, sus enfrentamientos con Ranieri y Mourinho, así como un positivo por dopaje, acabarían con el rumano devolviendo al Chelsea 17 millones de euros. Aún así, salió caro.
Llego de Valencia a cambio de 30 millones de euros pero su bagaje fue muy escaso, con 13 goles en 54 partidos. Volvió a Valencia tras dos temporadas y tras firmar 3 goles en 32 partidos en la última de ellas.
Roman Abramovich pagó 45 millones de euros en 2006 por el fino delantero ucraniano, pero su llegada al Chelsea supuso el inicio de su declive y las cifras así lo demuestran: 22 goles en 77 partidos.
Los Reds le ficharon por 24 millones de euros y le vendieron, un año después, por 16. Recuperaron parte de lo invertido pero la sensación de fichaje erróneo aún pesa en Anfield.
'The Sun' elevó al centrocampista a categoría de segundo peor fichaje de la historia de la Premier League. El West Ham pagó 13 millones de euros al Brescia por un jugador que sólo disputó 11 partidos y se fue a la Fiorentina por un tercio de lo que costó.
El Chelsea pagó 8 millones de euros al Werder Bremen y, de paso, cedió a Kevin DeBruyne, por obtener a un Marko Marin que salió cedido al Sevilla tras una temporada en Londres.
Llegó a Anfield tras hacer un Mundial 2002 impresionante con Senegal pero en Liverpool mutó a jugador intrascendente, con un balance de 3 goles en 55 partidos.
Sus 15 millones de euros fueron una inversión tremenda pero los valía, pues se había convertido en una estrella en el Deportivo de La Coruña. Su balance con las Urracas fue de 3 goles en 33 partidos y dos temporadas.
Cuenta la leyenda que el Sunderland quería fichar a Adolfo Valencia, el compañero de Milton Núñez en el PAOK griego, pero le trajeron a él y no salió bien, pues sólo jugó un partido en toda la temporada.
Cerca de 7 millones de euros pagó el Villa al Dinamo de Zagreb por un delantero al que comparaban con Davor Suker. En dos años y medio jugó 11 partidos, nueve de ellos de suplente y no consiguió anotar un solo gol.
Jugó 11 partidos en cuatro años pero cumplió su contrato, fue a entrenar y no dio un problema. El propio Bogarde alucinó con su salario de 40.000 libras a la semana y, consciente que no le darían esa cantidad en otro club, se quedó en Londres hasta el último día.
Ya en 2010, dejo pistas de su potencial como delantero en la Premier, anotando 2 goles en 30 partido en el Hull City. A pesar de ello, el Sunderland pagó 8,5 millones de euros por él, tres años después. En dos temporadas y 50 partidos marcó 3 goles.
En tres años en el Leicester, tan sólo disputó 25 partidos. Su desempeño fue tan malo, que es uno de los jugadores más odiados por la afición de los 'Foxes'.
Lo peor de Bebé no es que costara 7,5 millones de euros o que no llegara a explotar, lo peor es que Alex Ferguson le eligió por encima de James Rodríguez. Ferguson confesó que lo fichó sin conocerle, por ser una recomendación de Carlos Queiroz.
12 millones de euros costó el delantero marfileño al Arsenal pero nunca llegó a adaptarse a los Gunners. Dos temporadas estuvo en el equipo, anotando 11 goles en 63 partidos. Escaso bagaje.
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