Isco prende fuego al Real Madrid
Le pese a quien le pese, Isco Alarcón es historia del fútbol español y, especialmente, del Real Madrid.
El fantasista malagueño llegó a jugar nueve temporadas en el Real Madrid (de 2013 a 2022), acumulando 353 partidos, 53 goles y 55 asistencias, a los que se suma un buen puñado de títulos como las cuatro Champions League que ya nadie le va a quitar.
El problema con Isco es que al haber ido de más a menos en el Santiago Bernabéu, el poso que dejó en el Real Madrid fue más amargo por su final, que dulce por los días en los que puso en pie a la afición.
Y, claro, declaraciones como las que ha hecho en una entrevista a Marca, tampoco ayudan a que la afición del Real Madrid termine de recuperar la confianza en quien fuera uno de sus ídolos no hace demasiado.
"Me tenía que haber marchado antes del Real Madrid pero es tan difícil...", llega a confirmar.
El malagueño recuerda que entre 2012 y 2018 fue tal su relevancia, que incluso llegó a discutir, por momentos, un puesto en el 11 inicial a la mítica BBC (Benzema, Bale y Cristiano).
Pero una inoportuna operación de apendicitis supuso el principio del fin del Isco que había maravillado al mundo durante años. Isco confiesa que no se recuperó bien de dicha operación y esto acabó pasándole factura.
"Los médicos me dijeron que el asunto era complejo, que requería más de un mes de baja, pero yo a los 20 días estaba jugando.
Con Isco aún convaleciente, se produce el cambio de entrenador, se va Julen Lopetegui, llega Solari e "Isco ya no existía para nadie". El malagueño dejó de jugar y ahí sí reconoce que "me tenía que haber marchado".
Desde luego, ofertas no le faltaron. "Me llamó Bartomeu y con lo que pagaba Bartomeu en esa época. Pero yo estaba en el Madrid muy bien, con mis compañeros, con un ambiente increíble en el vestuario. Era el equipo de mis sueños", asegura.
De hecho, el Real Madrid renovaría a Isco en 2018. "Me faltaba un año y me lo había ganado. Tenía muchas ofertas y había miedo a que me fuera a algún equipo rival".
Y es que, por si alguien duda de ello, "como he disfrutado del Madrid, sabía que no iba a disfrutar en otro sitio". Y quizás, por eso, no valoró su salida hasta finalizar su renovado contrato en 2022.
El problema es que hasta llegar a ese último año de contrato, hubo una pandemia que paralizó al mundo y, por supuesto, la Liga española. El confinamiento fue criminal para Isco.
Durante la pandemia, recuerda en la entrevista a Marca, "como no teníamos previsión de volver, me relajé. No trabajé en casa como tenía que haber entrenado y cuando te dejas llevar en fútbol, sobre todo ahora que es tan físico, se nota. Y lo pagué".
Así, tras la pandemia "dejé de jugar. Honestamente, fue más demérito mío. Y al año siguiente no estuve bien y se acabaron mis buenos momentos en el Madrid". Eso sí, reconoce que Carlo Ancelotti fue sincero con él y su situación en el equipo. Algo que agradeció.
Confesar a una afición exigente como la del Real Madrid que, por momentos, se dejó llevar, no ayuda a colocar a Isco junto a las leyendas blancas. Ahora, será el tiempo quien restaure la memoria de uno de los grandes magos que ha pasado por el Santiago Bernabéu.
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