Lágrimas, robos, rabia y lesiones: la jornada más aciaga de España en París 2024
Este domingo, 4 de agosto, estaba marcado en el calendario como día clave para la delegación española en los Juegos Olímpicos. Una jornada en la que, si todo iba bien, podían caer dos oros y la posibilidad de lucha por otros dos.
Pero no es que todo saliera mal, es que salió peor. Carolina Marín, Enmanuel Reyes-Pla, Jon Rahm y Carlos Alcaraz han visto como, por unos motivos u otros, se les escapaba el objetivo marcado al inicio de la jornada.
El drama comenzó de la peor forma posible, con la lesión de Carolina Marín cuando dominaba por 21-14 y 10-5 a la china He Bingjiao en las semifinales de Bádminton.
Con la semifinal encarrilada, un mal apoyo de su rodilla derecha silenció a todos los presentes. Sabía que no podía seguir pero lo intentó de nuevo hasta que fue imposible.
Entre lágrimas, veía como su sueño olímpico volvía a escaparse. Tenía la final en la mano, una plata asegurada que olía a oro por el momento de forma que atravesaba. Al final, a casa sin medalla y con una lesión en la rodilla mala. Y esto solo era un presagio de lo que estaba por venir.
En la otra semifinal con representación española, fue Enmanuel Reyes Pla, en judo de menos de 92 kilos, quien perdió de forma inexplicable ante el azerbayano Loren Alfonso.
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El Profeta propuso, dominó, golpeó y boxeó, mientras que su rival se dedicó a defenderse, esquivar, encajar algún que otro golpe y, sobre todo, agarrarse al boxeador español que se llegó a desesperarse.
Finalmente, Loren Alfonso ganó por 4-1, mientras que Enmanuel Reyes Pla tenía claro lo que había ocurrido. "Salí a buscarlo, pero los árbitros no lo vieron. Sus golpes fueron fantasmas. Yo le di muchos, pero los árbitros estaban ciegos", comentó a TVE.
Tras dos semifinales perdidas, tocaba refrendar las dos opciones directas de oro y la primera era la de Jon Rahm, en Golf, quien llegó al hoyo 11 con -6 y cuatro golpes de ventaja sobre su inmediato perseguidor. Pero se hundió.
El golfista español ha hecho tres jornadas y media perfectas pero la media mala ha sido nefasta y, justo, la última y la más importante. Es más, ha acabado quinto, fuera de las medallas. Del oro a la nada en menos de dos horas.
El oro fue para el número 1 del mundo, Scottie Scheffler, quien venía remontando desde atrás y dejó claro en París porque, a día de hoy, es el mejor golfista del planeta.
Pero a España le quedaba la bala de Carlos Alcaraz. Una final a lo Roland Garros, contra un Novak Djokovic presuntamente tocado de la rodilla y un relevo generacional que podría cerrarse en los Juegos Olímpicos.
Pero Nole hizo un partido estratosférico, a pesar de lo cual tuvo que llegar al tie break en los dos sets (7-6 y 7-6) para derrotar a un Carlos Alcaraz que dio demasiadas facilidades al resto.
El murciano acabó llorando tras el partido, consciente de que todo un país le estaba empujando, pero sin valorar el haber ganado una plata que, con el tiempo, le sabrá mucho mejor. O no. Por eso es un fuera de serie.
Las notas positivas del día las puso el hockey hierba masculino, donde España se impuso 2-3 a la vigente campeona olímpica, Bélgica, y se metió en semifinales para luchar por las medallas.
También ganaron los hispanos 32-31 a Croacia, con gol en el último segundo de Aleix Gómez, que les permite pasar a cuartos de final donde se medirán a Egipto. A pesar de la épica, el mal sabor de boca de la jornada lo empaña todo.
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