La verdad sobre Hugo Sánchez

Hugo Sánchez, considerado el mejor futbolista mexicano de la historia y uno de los delanteros más destacados del siglo XX, es una figura legendaria tanto en el Real Madrid como en el ámbito internacional. Su trayectoria deportiva se caracterizó por ejecuciones espectaculares de chilenas y volteretas; sin embargo, fueron sus numerosos goles los que realmente cimentaron su reputación. Descubra más sobre su destacada carrera.

Hijo de otro futbolista profesional mexicano, Héctor Sánchez, Hugo Sánchez Márquez nació en la Ciudad de México el 11 de julio de 1958 e inició su carrera dentro del mundo del balompié desde muy joven, compaginando su desempeño sobre el campo con sus estudios.

Ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para estudiar el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria y, posteriormente, realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Odontología, mientras su ascenso como jugador profesional de fútbol iba haciéndose realidad.

Siguiendo los pasos de su padre y de hermano Horacio, que defendió los colores de México en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, en 1981, con 18 años, se convirtió en jugador los Pumas de la UNAM, con los que conseguiría dos campeonatos (1976-1977 y 1980-1981) antes de despedirse del club universitario en 1981, para poner rumbo a España.

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Durante esa primera etapa en México fue cedido durante los tres meses de dos periodos estivales (1978 y 1979) a los San Diego Sockers, equipo de la desaparecida North American Soccer League (NASL), germen de la actual MLS, algo que le sirvió que su imagen fuera más conocida en Europa, donde tenía el objetivo de marcharse a jugar.

"¿Cómo podía darme a conocer? Pues yéndome a Estados Unidos. La prensa de Europa estaría pendiente porque allá estaban Beckenbauer, Cruyff, Pelé, George Best, Cubillas y otras grandes figuras que estaban por retirarse", dijo Sánchez en una entrevista con El País.

Su estrategia funcionó a la perfección y, en 1981, Hugo Sánchez fichó por el Atlético de Madrid, con el que debutó el 19 de agosto de aquel año en un partido amistoso contra el Liverpool y hacer lo propio en La Liga justo un mes después, el 19 de septiembre frente al Athletic de Bilbao.

En ese salto de América a Europa tuvo lugar un hecho anecdótico que el legendario técnico serbio Bora Milutinović contó en el programa 'Hugo Sánchez Presenta', de Star+ y es que el goleador mexicano pudo fichar por el Estrella Roja de Belgrado por recomendación suya, aunque éste, finalmente, optó por el Atlético de Madrid.

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Sánchez defendió los colores del club madrileño durante cuatro temporadas, hasta 1985, en las que jugó 152 partidos en los que anotó 82 goles, consiguiendo además en su última campaña de rojiblanco el título de máximo goleador de la Primera División del fútbol español con 19 goles, además de levantar el título de la Copa del Rey de 1985.

Sin embargo, de aquellos años, Sánchez no guarda buenos recuerdos, especialmente durante sus primeros meses allí, en los que, como explicó en el documental 'BIOS Vidas que cambiaron la tuya: Hugo Sánchez' (2023), no lo pasó nada bien, "decepcionado y triste" porque "no podía mostrar su calidad" y, especialmente, por los episodios de racismo que le tocó vivir.

"Esos primeros tres meses, fueron los peores meses que pasé en mi vida, vi titulares en los periódicos que decían que queremos futbolistas, no mariachis. En la tribuna me gritaban: 'Indio. Cabrón. Irás al paredón'. Se me inflamaban las amígdalas, pero decía 'Ahora voy a jugar mejor'", explicaba Sánchez.

Ni él guarda buen recuerdo de su etapa rojiblanca, ni los aficionados del club colchonero le tienen mucho apreció, pues el 15 de julio de 1985 se consumó la peor de las traiciones: Hugo Sánchez firmaba su nuevo contrato para convertirse en nuevo jugador del Real Madrid, el equipo de su vida y con el que haría historia dentro del mundo del fútbol.

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En el conjunto blanco, Hugo Sánchez formó parte de la mítica plantilla abanderada por la 'Quinta del Buitre' y, durante sus siete años allí, dejó un legado histórico con un registro de 208 goles en 282 partidos, convirtiéndose en uno de los mayores goleadores del club de siempre y consiguiendo cuatro trofeos más al máximo goleador de La Liga.

Aquellos fueron años de grandes éxitos en los que Sánchez consiguió ganar junto a sus compañeros 1 Copa de la UEFA, 5 Ligas, 1 Copa del Rey y 3 Supercopas de España, títulos en los que el mexicano fue una parte esencial gracias a indiscutible capacidad goleadora.

"Me siento cómplice de haber contribuido o logrado que, en su momento, todo México era del Real Madrid; aunque ya después fue cambiando un poquito con la llegada de Rafael Márquez, pero bueno, yo estoy feliz de saber que, en mi época, cuando pasaban los partidos del Madrid para México, el país se paralizaba y eso es para sentirse muy contento", comentó el ex futbolista en unas declaraciones recogidas por la Agencia EFE.

Además de sus cinco trofeos al máximo goleador del campeonato español de fútbol, los 38 tantos que consiguió con el Real Madrid en la temporada 1989-1990 -una marca que no se volvió a ver hasta los tiempos de Messi y Cristiano Ronaldo en La Liga- le valieron para conseguir uno de sus premios individuales más preciados: la Bota de Oro.

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Sin embargo, el enorme ego que siempre rodeó a la figura de Hugo Sánchez fue el responsable del final del su idilio con el club blanco. Motivado por una disputa personal con el técnico Leo Beenhakker, a final de la temporada 1991-1992, el jugador no quiso presentarse a dos partidos, uno de Liga y otro de la Copa de la UEFA ante la posibilidad de comenzar desde el banquillo.

Ante esa situación, Sánchez fue sancionado por el propio club con 70 días sin salario y una multa de un millón de pesetas (6.000 euros) y le planteó al entonces presidente, Ramón Mendoza, un ultimátum: "¿O él (Beenhakker) o yo?". Esto, sumado a que se había convertido en un problema dentro del vestuario terminaron con él fuera del Real Madrid.

De este modo, a sus 34 años, daría comienzo a principio del fin de su carrera, pasando (a año por club) por Club América, Rayo Vallecano, Atlante, Linzer A.S.K, Dallas Burn y Atlético Celaya, donde volvió a coincidir con Emilio Butragueño y Michel, ex compañeros suyos en el Real Madrid, y donde anunció su retirada en 1997.

A nivel internacional, Hugo Sánchez debutó con la selección mexicana el 27 de septiembre de 1977 y, sólo un año después, jugaría su primer Mundial en Argentina. El delantero participaría en dos Copa del Mundo más (México 1976 y Estados Unidos 1994), además de proclamarse campeón de la Copa Concacaf en su año de estreno como internacional.

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En total, el 'Pentapichichi', como le denominan algunos de sus seguidores, disputó un total de 58 partidos con 'El Tri' en los que anotó 29 goles, convirtiéndose en uno de los grandes iconos y leyendas del fútbol mexicano.

Eso sí, haciendo honor a su gran ego, no dudó en decir en el programa 'Fútbol Picante' de ESPN que "si yo hubiera jugado en otra Selección y no en México, habría ganado la Copa del Mundo, pero me tocó jugar con México". Genio y figura…

De sus años de jugador, le quedó siempre una espinita clavada a nivel individual, como le sucedió a Diego Armando Maradona, y es que no pudo conseguir el Balón de Oro -entonces limitado a jugadores europeos-, aunque en el año 2000 fue designado por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) como el Mejor Futbolista de la Concacaf del siglo XX.

A ello se sumaría en el año 2004 otro galardón, por el que FIFA 100 lo situó como uno de los mejores jugadores vivos de la historia; y, en 2010, el premio Golden Foot dentro del grupo de leyendas del fútbol, junto a otras figuras como Francesco Totti, Franz Beckenbauer, Francisco Varallo y Giancarlo Antognoni.

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En el año 2000, Hugo Sánchez inició su aventura en los banquillos en el club del que salió como futbolista, Pumas de la UNAM, un regreso que tuvo dos etapas entre las cuales fue cesado por desavenencias con la directiva del club.

Con el club mexicano, Sánchez ganó gran notoriedad al conseguir el Bicampeonato de Liga, alzando los títulos del Torneo Clausura 2004, tras vencer en la final por penaltis ante Guadalajara; y Apertura 2004, donde superó 3-1 a Monterrey. Y, junto a ello, el trofeo Campeón de Campeones de ese mismo año ante Pachuca.

Tras sus exitosos cinco años con los Pumas, Hugo Sánchez pasaría por los banquillos de Necaxa (durante sólo 7 partidos) y la selección mexicana, entre 2006 y 2008, con un balance bastante negativo, antes de aterrizar en La Liga española de nuevo para entrenar al Almería.

Sánchez llegó al equipo andaluz en diciembre de 2008 en medio de una situación crítica, pero consiguió salvar al equipo del descenso y continuar en el banquillo almeriense de cara a la temporada 2009-2010, aunque terminó siendo destituido en diciembre ante los malos resultados.

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Dos años después, viviría su última aventura como entrenador en el Pachuca mexicano y donde, a pesar de contar con varios fichajes millonarios, sólo consiguió dejar al equipo en decimotercer lugar de la clasificación del Torneo Apertura 2012 con cinco victorias, seis empates y seis derrotas.

Siempre muy pendiente de todo lo que tiene que ver con el Real Madrid, en la actualidad y a la espera de si algún otro equipo se interesa por él para convertirse en entrenador, una puerta que siempre ha dejado abierta, Hugo Sánchez trabaja como comentarista para la cadena ESPN, además de tener su propio programa, ‘Hugo Sánchez Presenta’ en la plataforma Star+ y de aparecer en otros medios como TV Azteca.

Mientras, en lo personal disfruta de su matrimonio con la ex modelo española Isabel Martín, con la que se casó en el año 2000, además de presumir de sus dos hijas juntos, las mellizas Hana e Isa, y de Hemma, que nació de su anterior relación con Emma Portugal y con quien también tuvo a Hugo Sánchez Portugal, fallecido por una intoxicación en 2014 y a quien el crack mexicano recuerda años tras año en sus redes sociales.

Una estrella del mundo del fútbol a la altura de los mejores del mundo que dejó huella en uno de los grandes clubes y que hoy sigue muy ligado a este deporte a través de los medios de comunicación, mientras espera la llamada de otro equipo con el que poder disfrutar de nuevo desde dentro.

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