La Superliga de Florentino y Laporta cada vez más cerca
El Tribunal Europeo de Justicia (TJUE) ha dictado sentencia sobre el tema de la Superliga y, para regocijo de Florentino Pérez y Joan Laporta (las únicas caras visibles que quedan del gran proyecto europeo del fútbol al margen de UEFA y FIFA) les han dado razón sobre sus reivindicaciones.
En diciembre de 2022, el Abogado General de la Unión Europea determinó que tanto UEFA como FIFA no incurrieron en abuso de su posición dominante en las competiciones del fútbol europeo al bloquear, con la amenaza de sanciones, la creación de la Superliga.
En ese sentido, la creación de la Superliga estaría permitida, pero, por otro lado, los clubes participantes no podrían continuar participando en las competiciones de fútbol organizadas por UEFA y FIFA sin la autorización previa de esas federaciones.
Sin embargo, un año después de esto, el TJUE ha sentenciado en sentido contrario lo que determinó el Abogado General y, en su sentencia, recalca que “la FIFA y la UEFA están abusando de su posición dominante” con unas normas que “violan el Derecho de la Unión Europea”.
Según el texto hecho público el 21 de diciembre de 2023, “las normas de autorización, de control y sancionadoras, habida cuenta de su carácter arbitrario, deben ser calificadas de restricción no justificada a la libre prestación de servicios”, lo que atenta contra las reglas europeas de la Competencia en sus artículos 101 y 102.
Las califica, por tanto, de “ilegales”, ya que, según se afirma en la sentencia, “las normas que atribuyen a la FIFA y a la UEFA un control exclusivo sobre la explotación comercial de los derechos derivados de estas competiciones pueden restringir la competencia, habida cuenta de la importancia que estas últimas tienen para los medios de comunicación, los consumidores y los telespectadores”.
Y es que, para el TJUE, las competiciones de fútbol de clubes y su explotación a través de los derechos de difusión (a través de canales o plataformas televisivas), son actividades económicas y, por tanto, “deben respetar las normas en materia de competencia y las libertades de circulación, a pesar de que el deporte, como actividad económica, presente ciertas características específicas”, apuntan.
De forma paralela, apunta la sentencia, estas normas relativas a la explotación de los derechos de difusión “pueden perjudicar a los clubes europeos de fútbol, al conjunto de las empresas que operan en los mercados de los medios de difusión y, finalmente, a los consumidores y a los telespectadores, al impedirles beneficiarse de nuevas competiciones potencialmente innovadoras o interesantes”.
Con todo esto, la Superliga vuelve a recuperar ahora la fuerza perdida y le pone en una posición de fuerza que obligaría a UEFA y a FIFA a sentarse a negociar o a esperar si, finalmente, clubes como Real Madrid y F.C. Barcelona lo ponen en marcha y otros les siguen los pasos, como pasó en su día con la Euroliga en el mundo del baloncesto.
La primera que se pronunció sobre la sentencia ha sido La Liga, en palabras de su presidente, Javier Tebas, quien recalcó en su cuenta de ‘X’ un punto de ella en el que se indicaba que "la Superliga no debe ser necesariamente autorizada” y recordó que, para ellos se trata de un proyecto futbolístico con un modelo “egoísta y elitista".
La UEFA también emitió un comunicado en el que afirma que "este fallo no significa un respaldo o validación a la llamada Superliga; más bien subraya un déficit histórico dentro del marco de autorización previa de la UEFA, un aspecto técnico que ya fue reconocido y abordado en junio de 2022".
"La UEFA sigue decidida en su compromiso de defender la pirámide del fútbol europeo, (…) Continuaremos dando forma al modelo deportivo europeo colectivamente con asociaciones, ligas, clubes, aficionados, jugadores, entrenadores, instituciones de la UE, gobiernos y socios por igual", aseguraron en su comunicado.
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Por su parte, el alemán Bernd Reichart, CEO de 'A22 Sports Management', la empresa que impulsa y asiste a la Superliga, escribió también en su cuenta de ‘X’: "Hemos ganado el #derecho a competir. El monopolio de la UEFA se acabó. El fútbol es gratis. Los clubes ahora están libres de la amenaza de sanciones y libres de determinar su propio futuro".
Pero las declaraciones más esperadas eran las de los clubes implicados. El Real Madrid, en palabras de su presidente Florentino Pérez, destacó: "En primer lugar, el futbol europeo no será un monopolio. En segundo lugar, los clubes serán los dueños de su destino. Vemos reconocido el impulsar competiciones. Hoy triunfa la Europa de las libertades, el fútbol y sus aficionados. Hoy se imponen el derecho y la libertad".
"Las campañas se intensificarán. Nadie dijo que poner fin a un monopolio fuera sencillo. Será un fútbol a la altura del siglo XXI. Trabajaremos sin amenazas, sin actuar contra nada ni nadie. Desde hoy el presente y el futuro está en manos de los clubes y de sus aficionados. Es un gran día para la historia del fútbol y del deporte", añadió el presidente blanco.
Por su parte, Joan Laporta, presidente del F.C. Barcelona, destacó que el club catalán "avala el proyecto de la Superliga una vez conocida la sentencia del TJUE e invita a las partes a iniciar una nueva fase de diálogo sobre cuál debe ser el modelo de competición europea del futuro".
Además, Laporta, en clara referencia a su situación actual recalcó también que "llega un momento en que los clubes y con más motivo aquellos que son propiedad de sus socios y socias tengan un mayor control sobre su destino, un mayor control sobre su futuro y sobre su propia sostenibilidad".
El proyecto de la Superliga fue anunciado el 19 de abril de 2021 y suscrito por sus 12 equipos fundadores: tres españoles (Real Madrid, F.C. Barcelona y Atlético de Madrid); tres italianos (Juventus, AC Milan e Inter de Milan); y seis ingleses (Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham).
Nació con un concepto similar al de la Premier League en Inglaterra con un sistema de competición semicerrado en el que participarían 20 clubes, entre los que estarían siempre los 12 fundadores independientemente de los resultados deportivos obtenidos y a los que sumarían tres clubes invitados y otros cinco que tendrían que clasificarse para disputarla.
Sin embargo, debido a las criticas, 'A22 Sports Management' decidió cambiar el formato para hacerlo mucho más atractivo, con 64 equipos divididos en tres divisiones entre las que sí se producirían ascensos y descensos.
Así, estas divisiones recibirían los nombres de 'Star League', 'Gold League' -con 16 equipos cada una- y 'Blue League' -con 32 equipos-. En las tres divisiones, habría enfrentamientos de ida y vuelta entre los equipos a modo de liguilla divididos en dos grupos, para terminar clasificándose para una ronda eliminatoria en las que se deciden los campeones y los ascensos.
Además, habrá un acceso a la 'Gold League' basado en el rendimiento en las ligas nacionales, lo que abriría la competición a todos los clubes quitándose la etiqueta de competición cerrada.
Nada más surgir, la Superliga ya fue recibida negativamente por parte de aficionados, clubes y federaciones, que mostraron su oposición al proyecto, aunque la UEFA ha sido desde entonces especialmente beligerante, ya que su creación supone una competencia directa con la Champions League, su torneo fetiche.
La amenaza de sanciones de la UEFA llevó a que, actualmente, sólo dos equipos, Real Madrid y F.C. Barcelona, sigan defendiendo el proyecto públicamente, mientras que los otros clubes se fueron retirando: el 21 de abril de 2021 se quedaron solos los dos clubes españoles junto a la Juventus de Turín, que finalmente también dio su brazo a torcer el 6 de junio de 2023.
Toda esta situación ha llevado a UEFA (y a FIFA) y a la Superliga a adentrarse en una serie de disputas legales cuyo último capítulo se ha escrito con la sentencia del TJUE, aunque también ha afectado en lo deportivo, como demuestra el nuevo formato que se ha creado para la Champions League de cara a la temporada 2024-2025, muy similar a promovido desde la Superliga.
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