La serie de trágicas historias que marcaron la vida de Carlos Tévez
Carlos Tévez ha sido uno de los goleadores argentinos de referencia en el siglo XXI, desde que inició su carrera como profesional en 2001 como jugador de Boca Juniors hasta su adiós también como xeneize en 2021. Una vida de éxitos que lo llevó también a triunfar en Europa, pero que ha estado marcada desde que era un niño por numerosas tragedias personales.
El que fuera jugador de Corinthians, West Ham, Manchester United, Manchester City, Juventus y Shanghái Shensua, además de Boca Juniors, nació el 5 de febrero de 1984 en el conflictivo Barrio Ejército de los Andes -conocido popularmente como Fuerte Apache- en la ciudad bonaerense de Ciudadela.
La situación familiar de sus padres ya marcó su vida, incluso antes de nacer. Pues su padre biológico, Juan Cabral, murió en un tiroteo entre bandas de Fuerte Apache cuando su madre, Fabiana Martínez, estaba embarazada de 7 meses.
Fabiana no tardó en abandonar a Carlos Tévez -entonces Carlos Martínez, adoptando el apellido materno-. Cuando sólo tenía 6 meses se desentendió de él y fueron sus tíos, Adriana Martínez (hermana de su madre) y Segundo Tévez, los que se encargaron de acoger y criar al pequeño.
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Su familia de acogida, como lo fueron sus padres y el resto de gente de su barrio, eran gente humilde y trabajadora. Su tío, Segundo, quien lo adoptó y terminó dándole su apellido -además de ser una figura importantísima en la vida de Carlos Tévez, era maestro mayor de obras y se dedicaba a la albañilería.
Como el propio Tévez comentó en el documental ‘Apache’ (2019) de Netflix, Segundo siempre fue un hombre de valores muy claros que le inculcó la idea de la importancia del trabajo de estudiar para no caer en el mundo de la delincuencia, algo que le enseñó de primera mano con su propio hermano.
"Él me llevaba a trabajar en la obra en los veranos. Y cuando volvíamos tipo 7 de la tarde y veía a su hermano tirado, bajo los efectos de sustancia ilegales, él me agarraba de la mano, me hacía verlo y me decía. ‘Si no trabajas, si no estudias, si no juegas al fútbol, ¿quieres ser igual que él?’. Era su hermano. Y él me daba ese ejemplo. Que con esfuerzo iba a conseguir cosas", dijo Tévez en una entrevista en TyC Sports.
"Muchas veces pienso qué hubiera sido de mi vida sin ellos. Por eso remarco lo importantes que fueron para mí y me emociono cuando los nombro. De no haber sido por ellos y por el fútbol, seguramente habría terminado en la delincuencia", añadió el ex futbolista argentino.
Con ellos, sin embargo, también vivió uno de los momentos más terribles de su vida: cuando, por un descuido, se quemó el cuello y parte de la cara y el pecho al caer sobre é agua hirviendo de una taza con sólo 10 meses de vida, lo que le dejó para siempre sus características cicatrices que ha lucido con orgullo: "Cuando me miro al espejo me recuerdan de dónde vengo y quién soy", dijo a ESPN.
Aquel accidente le provocó quemaduras de tercer grado que se agravaron cuando sus tíos envolvieron sus heridas con mantas de nailon para protegerlo del frío y la lluvia que se adhirieron a ellas. Durante la operación lograron separar todo el material y curarlo, pero las cicatrices que provocaron quedaron ahí para toda la vida.
El resto de sus tragedias personales llegarían ya en su época adulta, mientras triunfaba ya en el fútbol europeo. La primera de ellas, en la época en la que el ‘Apache’ jugaba en el Manchester United, con uno de sus hermanos de sangre, Juan Alberto Martínez, y su cuñado, Carlos Ávalos Verón, como protagonistas.
Ambos fueron detenidos en junio de 2008 -en Mendiolaza y Fuerte Apache, respectivamente, y después de una toma de rehenes en el caso de Ávalos Verón- después de tratar de asaltar un furgón blindado junto a una estación de servicio de Petrobras en la ciudad de Córdoba y finalmente condenados a 16 años de prisión.
Con sus hermanos, Tévez no tenía prácticamente relación, aunque los enviaba dinero todos los meses, según publicó el diario El Mundo en 2010, ya que el consideraba como sus verdaderos hermanos a Miguel, Deborah, Ricardo y Diego, los hijos de Adriana y Segundo, pero no dudo en ayudar a Juan Alberto haciéndose cargo del costo de su defensa.
A pesar de prestarle su ayuda, durante el juicio, Juan Alberto Martínez, trató de implicar a Carlos Tévez en la operación delictiva que protagonizaron, asegurando que este estuvo en medio de las conversaciones que fueron pinchadas por la Policía, además de apuntar que fue quien alquiló la casa que utilizaron de aguantadero, donde se refugiaron tras el golpe.
Finalmente, fueron condenados y todo aquello rompió definitivamente las relaciones entre ambos hermanos, ya de por sí casi inexistentes. Fue un mal momento en la vida del futbolista que quedó en nada por lo que le ocurrió en julio de 2014 a su padre adoptivo, Segundo, quien fue víctima de un secuestro a causa del ya conocido éxito de Carlos Tévez, que por entonces era jugador de la Juventus de Turín.
Los secuestradores fueron miembros de una banda de delincuentes de Fuerte Apache, que terminaron liberando a Segundo Tévez después de arreglar el rescate con el propio futbolista a través del teléfono, ya que él se encontraba en Italia, en medio de la pretemporada con el conjunto bianconeri.
Aquel tremendo capítulo de su vida terminó con final feliz, pero no fue así en febrero de 2021, cuando, después de haberse contagiado de Covid y tras una operación en el cuello el año anterior, Segundo -que también padecía diabetes y obesidad- pasó 45 días en estado de coma, se recuperó y, finalmente, volvió al hospital a los pocos días para morir con sólo 58 años.
Aquel suceso fue crucial para que Carlos Tévez colgara las botas para siempre al pocos de abandonar Boca Juniors en el verano de 2021. Aquel triste adiós se unió al de otro que el ex futbolista argentino sintió de una manera muy especial, el de su gran amigo de la infancia: Darío Coronel, conocido por todos como el Guacho Cabañas por su origen paraguayo.
Sucedió 10 años antes de morir Segundo Tévez, en 2001, en los inicios del ‘Apache’ en Boca Juniors. En aquel tiempo y después de haber pertenecido a las categorías inferiores de Vélez Sársfield con un futuro muy prometedor, su amigo cambio el fútbol por el mundo de la delincuencia y acabó quitándose la vida en un momento que se vio acorralado por la policía.
Fue algo que a Tévez lo marcó profundamente: "Estábamos todo el día juntos. Íbamos al club, a la canchita del barrio, al colegio, a todos lados... Fue un golpe muy duro para mí. La última vez que lo vi presentí que era nuestra despedida", contó Tevez en una entrevista con presentadora argentina Susana Giménez en su programa ‘Hola, Susana’ de la ATC.
La vida de Carlos Tévez se ha ido tejiendo a base de éxitos y tragedias, desde un mundo humilde y pobre hasta alcanzar una vida acomodada, en lo más alto. Importantes situaciones que le sirvieron al futbolista para no dejar de crecer y caminar por el lado correcto, alejándose del camino de la delincuencia.
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