La mansión 'maldita' de Michael Jordan
Michael Jordan siempre gana. Considerado el mejor deportista de todos los tiempos, su legado deportivo es legendario pero a nivel empresarial no se queda atrás.
Jordan Brand es un referente a nivel deportivo y, según Forbes, Michael Jordan tiene un patrimonio superior a 2.000 millones de dólares. Y a pesar de todo... ¡lleva desde 2012 intentando vender una mansión!
Alérgico a la derrota, la imposibilidad de vender la que ya se conoce como 'Mansión Maldita' de Michael Jordan debe ser más duro que perder una final de la NBA. Algo que, por cierto, nunca le pasó a Air Jordan en las seis ocasiones que llegó a jugarlas.
Pero, ¿por qué no puede alguien como Michael Jordan vender una lujosa mansión situada en Highland Park, al norte de Chicago? Precisamente, por ser la mansión de Michael Jordan, en el sentido más literal de la palabra.
La leyenda de la NBA compró la casa en 1991 y durante cuatro años la customizó a su gusto. Así, en 1995, la mansión estaba lista para ser habitada y contaba con 9 habitaciones, 15 baños, un gimnasio, piscina, sala de fiestas, sala de cine, un bar, un lago, un minigolf, una cancha de tenis o un garaje para 15 coches. Siendo Michael Jordan, parece incluso poco.
Pero, claro, a todo esto habría que sumar una pista de baloncesto con el logo de Jordan, una portón principal con el número 23 que lució en los Chicago Bulls y un sinfín de detalles personalizados que parece ser la razón que ha echado para atrás a potenciales compradores durante más de una década.
"Cuando tienes una propiedad tan específica y customizada, la venta se pone muy cuesta arriba", comentaba Adam Rosenfeld, agente inmobiliario, a 'Marketwatch'.
Y no será porque Michael Jordan no ha rebajado sus pretensiones iniciales. Tras sacarla sin éxito a subasta en 2012, Air Jordan optó por ponerla a la venta en 2013 por 29 millones de dólares.
Con el paso de los años y ante la falta de compradores, el precio ha ido bajando a 21 millones de dólares, más tarde a 16 millones y, en la actualidad, se puede adquirir por 14,8 millones de dólares, la mitad que en 2013.
Pero es que hay otro problema añadido y es la privacidad. Tal y como señalaba Katherine Malkin, agente de cotización de la propiedad, a 'Tribune', "es una propiedad preciosa pero mucha gente no lo entiende porque no podemos hacer jornadas de puertas abiertas, por la preocupación de los dueños por la privacidad".
Lo complicado del asunto es que cuando posibles compradores consiguen acceder a la mansión y apreciar el potencial, no todo el mundo tiene capacidad económica para abordar una operación de tal calibre.
Así las cosas, ni Magic Johnson, ni Patrick Ewing, ni Karl Malone, ni Charles Barkley, el rival que más tiempo ha conseguido poner a Michael Jordan contra las cuerdas, es su propia mansión. La mansión maldita.