Los peores fichajes de la historia del F. C. Barcelona
Indescriptible lo ocurrido con el brasileño en Barcelona. Era la gran estrella del Liverpool y el Barça pagó 120+40 millones de euros por él. Venía para ser el sustituto de Neymar, quien había volado al PSG.
Tras dos cesiones, a Bayern de Munich y Aston Villa, Coutinho acabaría saliendo del Barcelona en verano de 2022, con el dudoso honor de estar en el top de peores fichajes blaugranas de la historia. Junto a Ousmane Dembelé, es el fichaje más caro de la historia del Barcelona.
"Me dijeron que en el Barça no iba a jugar pero no me importaba, iba a ser millonario". Estas declaraciones las hizo el camerunés en un directo de Instagram con su compatriota, el NBA Pascal Siakam. Sinceridad absoluta.
Y a pesar de ello, Alex Song, quien llegó del Arsenal por 19 millones de euros, jugó 65 partidos en dos temporadas. Las dos siguientes se fue cedido al Aston Villa. Cumplió su cometido y se hizo millonario, algo importante para alguien que viene de una familia de 27 hermanos. Sí, has leído bien: 17 hermanas y 10 hermanos.
Cuando fichas a un tipo al que se le conoce como 'El Rey del Saque de Banda' para tu equipo de fútbol, mal negocio. Y vaya si fue mal negocio.
Costó 3 millones de euros en 1996 (un pastizal) y en las cuatro temporadas que estuvo en el Barcelona, sólo anotó un gol. Es de ley decir que sufrió una gravísima lesión de rodilla. Su relación con Luis Enrique es historia del fútbol.
Llegó a decir, en su biografía, que fichar por el Barça fue el mayor error de su vida. Una biografía en la que llama "vendedores de alfombras" a los directivos culés.
A pesar de su planta de galán noventero de película de acción, coleta rubia incluida, sólo duró una temporada en Barcelona y acabó saliendo al Chelsea.
Este central francés llegó al Barcelona en 1997, procedente del Milán, por 4 millones de euros. Nunca dio sensación de ser un defensa de élite mientras jugó en el Barcelona.
Así, en el mercado invernal, Louis Van Gaal le dejó marchar al Olympique de Marsella. Pocos meses después, ganaría el Mundial de Francia 1998 con la selección gala.
El caso de Henrique va de la mano del de Keirrison. También llegó del Palmeiras, también pagaron 10 millones de euros por él y tampoco llegó a debutar en partido oficial, aunque sí jugó cinco amistosos.
Estuvo cedido a Bayer Leverkusen, Racing de Santander y Palmeiras, hasta que cumplió su contrato y se desvinculó del club. Nadie le ha echado demasiado de menos en Barcelona.
¿Qué pasa cuando un club ficha a un jugador que el entrenador no quiere? Pues que, a pesar de firmar cinco años, puede no llegar a debutar con la camiseta de ese club. Eso es lo que pasó a Keirrison con Guardiola.
El Barcelona pagó 15 millones de euros al Palmeiras por el joven delantero pero éste encadenaría cesiones a Benfica, Fiorentina, Santos, Cruzeiro y Coritiba durante sus cinco años de contrato. No llegó a debutar de blaugrana.
El 90% de aficionados al fútbol piensan en este central ucraniano antes que en cualquier otro futbolista, cuando se habla de fichajes fallidos del FC Barcelona.
Guardiola le fichó por 25 millones de euros del Shakhtar Donets pero, a pesar de sus condiciones, nunca se adaptó al juego preciosista del Barcelona. Volvió a su equipo de origen un año más tarde por 10 millones de euros. Negocio redondo de los ucranianos.
El Barcelona le arrebató al mediapunta turco al Atlético de Madrid, previo pago de 34+7 millones de euros. Eso sí, no pudo debutar hasta seis meses después, por estar el Barcelona sancionado por la FIFA.
Nadie sabe el motivo pero el Arda Turan del Atleti jamás compareció en Barcelona. Y eso que en su segunda temporada llegó a anotar 13 goles y dar 7 asistencias pero la sensación era que Arda Turan era más un ex futbolista que otra cosa.
190 cm de central holandés que en su época en el Ajax parecía infranqueable. Todo cambió cuando fichó por el Barcelona, donde nunca tuvo continuidad ni confianza.
De hecho, en su primera temporada, tan sólo jugó un partido completo, lastrado también por las continuas lesiones. Sea como sea, el Bogarde imperial que todos conocían, se quedó en Amsterdam.
El Águila Real llegó a Barcelona libre del Fenerbahçe turco, con la vitola de porterazo pero una lesión marcó el devenir de su única temporada en Barcelona.
De los 7 partidos que jugó, dejó la portería a cero en tres de ellos, pero una derrota contra el Racing de Santander por 3 a 0 le señaló para siempre. Eso y que Víctor Valdés cogió la portería para no volver a soltarla.
El jugador bielorruso tenía buen cartel en la Premier League y no parecía descabellado pagar 15+2 millones de euros por él al Arsenal. Un año bastó para que el Barcelona se diera cuenta que se había equivocado. Eso sí, una lesión a poco de comenzar la Liga, tampoco ayudó a Hleb.
Los tres últimos años de contrato con los blaugrana los pasó en Stuttgart, Birmingham y Wolfsburgo, cedido un año en cada equipo. En 36 partidos de blaugrana no anotó un solo gol.
Afellay era uno de estos jugadores preciosistas por los que valía la pena pagar la entrada y el Barcelona parecía el sitio perfecto para él, donde llegó en el mercado de invierno de 2010, desde el PSV Eindhoven.
Por desgracia para él, las lesiones no le dejaron tener la continuidad suficiente y una rotura del ligamento cruzado anterior le cerró las puertas del Barça para siempre. Acabó saliendo al Olympiacos.
Coincidió con Luis Enrique y éste jamás le dio la confianza necesaria. El Barcelona pagó 4 millones de euros al Sao Paulo por un lateral derecho que sumó apenas 8 partidos en dos años.
Entre lesiones, falta de experiencia en Europa y que su nivel no daba para un Barcelona que rozaba la excelencia, acabó cedido en Sporting de Gijón, Benfica, Sivasspor y Besiktas, lo que da una idea del nivel real del jugador.
Real Madrid y Barcelona competían por un todocampista que en Valencia había despuntado. Finalmente, acabó en Can Barça a cambio de 37 millones de euros.
En dos temporadas, jugó 78 partidos, tuvo continuidad y oportunidades pero no terminó de despuntar como se esperaba de él. Acabó cedido al Everton, club en el que acabaría firmando un contrato de mayor duración.
Central infinito que llegó del Palmeiras a cambio de casi 12 millones de euros. Pero en la única temporada que estuvo como blaugrana, tan sólo jugó seis partidos y jamás dio sensación de tener calidad para la élite.
Acabaría saliendo al Everton en un negocio inesperadamente rentable para el Barcelona, pues los ingleses pagaron 30 millones de euros por el central colombiano.
Tenía un acuerdo con la Roma que rompió al día siguiente, tras la llamada de un Barcelona que pagó 40+1 millones de euros por él. Debutó en Champions, marcando contra el Inter a los 3 minutos de salir y llegó a marca en un Clásico de Copa del Rey pero desapareció.
Tal es así que un año más tarde acabaría siendo vendido al Zenit de San Petersburgo donde ha hecho carrera.
Tenía 20 años cuando llegó al Barcelona, tras un pago de seis millones de euros a River Plate. En dos temporadas, tan sólo anotó dos goles para el club.
Acabaría saliendo cedido al Mallorca, donde comenzó su periplo por hasta 12 equipos más, desde Italia a Brasil, pasando por Rusia.
A Simao le llegó el Barcelona demasiado pronto. Tenía 20 años cuando le ficharon y aún no tenía la experiencia suficiente para jugar en un gran club y eso le pesó.
Tenía calidad, potencia, disparo lejano y una velocidad endiablada, pero en 71 partidos como blaugrana, tan sólo anotó 4 goles. Acabó saliendo al Benfica.
Tras la marcha de Luis Figo, el Barcelona se apresuró a hacer un fichaje de campanillas y Marc Overmars fue el elegido. El club pagó 39 millones de euros por él en el año 2000, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia del Barcelona.
La desgracia se cebó con él, pues una lesión de rodilla truncó su prometedora carrera. Si a esto le sumamos la profunda crisis que atravesaba el club tras la marcha de Luis Figo al Real Madrid, se entiende que en cuatro años de contrato blaugrana, no ganara un solo título.
Llamado a ser el sucesor de Luis Figo y gran socio de Cristiano Ronaldo en el ilusionante Portugal que estaba por venir, Ricardo Quaresma se quedó en proyecto de futbolista grande.
En una temporada, anotó un solo gol. Para colmo, se lesionó a final de temporada y se perdió la Eurocopa de 2004. Dio un ultimatum al club: o Rijkaard o él y acabó saliendo al Oporto, formando parte del fichaje de Deco.
¿Es el Barça el mejor equipo de España?