Golpe directo al F.C. Barcelona
Todas las alarmas han vuelto a saltar en el FC Barcelona después de que se conociera la noticia de que el club catalán ha sido imputado por un delito de cohecho dentro del Caso Negreira.
A la imputación del FC Barcelona se suman, además, las investigaciones ya iniciadas contra los supuestos grandes protagonistas de esta trama: José María Enríquez Negreira, su hijo Javier Enríquez Romero, y los expresidentes culés Josep María Bartomeu y Sandro Rosell.
Según la imputación del juez Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad condal, de la que se hace eco la Cadena SER en una información publicada en su web: “El delito de cohecho se ha consumado al haberse realizado el pago, se demuestre o no la corrupción sistémica del arbitraje español a causa de tales pagos".
Aguirre habla de "posible corrupción sistémica" en el Comité Técnico de Árbitros (CTA) ya que Enríquez Negreira controlaba el sistema de calificación de los colegiados, mientras que del FC Barcelona destaca que no utilizó para pagarle un "método de pago tradicional", sino "una forma novedosa de posible retribución ilegítima".
La noticia ha coincidido también con el registro que varios agentes de la Guardia Civil han realizado, por orden judicial, en la sede del CTA en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), para buscar documentos sobre los pagos del FC Barcelona al ex vicepresidente de los árbitros.
Entre la documentación que buscaba la Guardia Civil se encontraban, al parecer y según destacan varios medios de comunicación, actas de reuniones en las que hubiera estado presente Enríquez Negreira cuando ejerció como vicepresidente del CTA, además de documentos en los que se decretaran los ascensos y descensos de árbitros durante aquellos años.
Pero echemos la vista atrás para ver la cronología de este escándalo deportivo. Fue el 15 de febrero de 2023 cuando Cadena SER Barcelona desvelaba que la Fiscalía estaba investigando el pago de 1,4 millones de euros por parte del FC Barcelona a Enríquez Negreira entre los años 2016 y 2018.
Un dato que se quedaría corto con el paso de las semanas y los meses, ya que, finalmente, se ha concretado que los pagos realizados al que por aquel entonces era el segundo de a bordo del CTA durante la presidencia de Victoriano Sánchez Arminio, ascienden a 7,5 millones de euros.
Casi un mes después, el 10 de marzo, la Fiscalía interpuso una denuncia en la que estaban implicados el FC Barcelona como persona jurídica, además de los ex presidentes Josep María Bartomeu y Sandro Rosell y los ex directivos del club Óscar Grau o Albert Soler.
El problema de todo esto era que el FC Barcelona, presuntamente, habría tenido a sueldo al vicepresidente del CTA mientras este desempeñaba su labor en le Federación, lo que no hablaba precisamente bien de la limpieza dentro de la competición española.
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El club salió rápidamente al paso de estas acusaciones emitiendo un comunicado en el que negaba que hubieran buscado favores arbitrales ni nada parecido y con una frase en el que se mostraron muy a la defensiva: "El FC Barcelona lamenta que esta información aparezca justamente en el mejor momento deportivo de la presente temporada".
A los pocos días, el periódico El Confidencial, publicó que la supuesta relación entre el FC Barcelona y Enríquez Negreira no se limitaba a ese periodo de tres años (2016-2018), sino que se alargaban más de una década hasta la época en la que Josep Lluís Núñez era el presidente de la entidad azulgrana.
Fue el presidente de La Liga, Javier Tebas, quien, en ese momento, emitió también un comunicado en el que aseguraba que, aunque se confirmaran las acusaciones contra el FC Barcelona, el delito habría prescrito en términos deportivos, por lo que no se podría aplicar ninguna sanción al club, como podría ser un descenso de categoría, por ejemplo.
Fue uno de los principales acusados, Josep María Bartomeu, quien incendió más la situación con unas declaraciones en el periódico La Vanguardia en las que, aunque defendió la limpieza del club, aseguró que durante su mandato se había “cortado el grifo” a Negreira, mientras que con Joan Laporta le había “cuadruplicado el sueldo”.
El diario El Mundo publicó varias informaciones al respecto del caso en días posteriores, como que Enríquez Negreira, enfadado porque el FC Barcelona rompiera su contrato con él, los habría amenazado con desvelar "irregularidades" o hablar de "favores" que "transgredían de lo profesional a lo personal".
Y fue también El Mundo el que desveló que no existía un contrato profesional entre Negreira y el FC Barcelona, sino que el club emitía facturas continuadas con importes muy altos y periodicidad prácticamente mensual a favor del ex árbitro.
El 20 de febrero de 2023, cinco días después de que saltara la noticia, el Sevilla se convirtió en el primer equipo en emitir un comunicado pidiendo explicaciones por el caso y exigiendo una investigación profunda y, finalmente a propuesta de Gil Marín, del Atlético de Madrid se hizo una declaración conjunta similar a la del Sevilla.
En aquella declaración se encontraban 40 equipos de Primera y Segunda División, entre los que había dos ausencias, la del FC Barcelona, como club implicado, y la del Real Madrid, que no se adhirió al comunicado conjunto, sino que fue por su cuenta más adelante, personándose como acusación particular por el caso.
Por su parte, el CTA no ha dejado de defenderse, dejando claro que Enríquez Negreira no tenía ningún contacto con los árbitros, no acudía a concentraciones, no tenía poder ejecutivo en la organización y que su labor se limitaba a comunicar los ascensos y descensos de árbitros, pero nunca a decidir sobre ello.
El 24 de febrero del mismo año, otro árbitro, Xavier Estrada Fernández, al margen del resto de los árbitros y pese a ejercer aún como colegiado de VAR (aunque acabaría retirándose a final de la temporada), decidió querellarse contra Enríquez Negreira y su hijo Javier antes de que actuase la Fiscalía.
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El 2 de marzo de 2023, el CTA, con su presidente, Luis Medina Cantalejo, y el secretario general de la RFEF, Andreu Camps, a la cabeza, dieron una rueda de prensa en la que no aportaron datos para no interferir en la investigación y se centraron especialmente en la “traición” de Estrada Fernández.
Poco después de la denuncia de la Fiscalía, el 10 de abril del mismo año, se filtraron datos de algunos de los supuestos pagos que el FC Barcelona hizo a Negreira, entre los que se encontraban, por ejemplo, 145.200 euros por visionados de partidos del Mundial de Brasil.
A todos los que ya habían formalizado su denuncia se unió también el 10 de abril de 2023 el Consejo Superior de Deportes (CSD), un órgano ya de carácter gubernamental que también se personaría en el Caso Negreira.
El 21 de marzo de 2023, según publicó la agencia EFE, Hacienda no consiguió encontrar pruebas en que los pagos a Enríquez Negreira influyeran en los resultados, pero, sin embargo, sí apuntaron a que esos pagos podían tapar actos ilícitos.
Solo un día después, el 22 de marzo de 2023, El Mundo publicaba otra información en la que se desvelaba que Enríquez Negreira estuvo durante muchos años haciendo regalos a los árbitros españoles, un tema que genero numerosas suspicacias.
El 23 de marzo del mismo año, sería la UEFA la que abriría una investigación contra el FC Barcelona, con la sombra de su posible expulsión de la Champions League para la temporada 2023-2024, algo que finalmente no se produjo, aunque no se descartó de cara al futuro hasta conocer las resoluciones judiciales sobre el caso.
En su defensa, el FC Barcelona, de la mano de Joan Laporta, organizó una rueda de prensa a mediados de abril en la que aseguraba haber encontrado 629 informes de la época de 2014 a 2018, una serie de informes arbitrales que realizaba el hijo de Negreira, y en la que atacó con especial virulencia al Real Madrid.
Ya en septiembre de 2023, el Caso Negreira volvió a la palestra después de unos meses parado, cuando se conoció que el juez Joaquín Aguirre apreciaba en un nuevo auto una “corrupción sistémica” en el estamento arbitral durante los años en los que se realizaron los pagos, de 2001 a 2018.
Algo por lo que, además, creían que el Real Madrid pudo ser “perjudicado” como le sucedía a “cualquier otro equipo de Primera División que haya coincidido con el FC Barcelona durante los años objeto de investigación”.
En ese nuevo auto, el juez destacó que no creía que Negreira desempeñara una función “simplemente representativa "ya que el propio acusado reconoció a la Agencia Tributaria que cada 15 días se reunía en Madrid para "revisar los informes que hacen los árbitros después de cada partido y puntuarlos", algo que también ha sido confirmado por árbitros ya retirados.
Todo ello ha llevado a dar un nuevo paso en la investigación que, hasta el momento, atribuía a los implicados un delito de corrupción en el ámbito del deporte, pero al que ahora se le suma un posible delito de cohecho considerando, a efectos penales, que Enríquez Negreira era un funcionario público al que una entidad –en este caso el FC Barcelona- intentaba contratar para “satisfacer sus intereses”.
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