Emocionante relato de Michael Owen: la incurable enfermedad que padece su hijo
Liverpool, Real Madrid, Newcastle, Manchester United y Stoke City fueron los equipos que tuvieron la suerte de disfrutar de Michael Owen, uno de los mejores delanteros ingleses de la historia, retirado desde 2013.
Como muchos otros, el goleador optó por pasar del césped al micrófono y desde hace años es un habitual comentando, incluso narrando partidos.
Lo que quizás no es tan habitual es verle comentando la enfermedad incurable que tiene su hijo, James, como hace en el documental 'Football is For Everyone', de TNT, al que ha tenido acceso Daily Mail.
En el documental, Michael Owen recuerda que su hijo apuntaba a gran estrella del fútbol pero la dolencia que padece le obligó a dejarlo de forma prematura.
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Se trata de la enfermedad de Stargardt, diagnosticada a los 8 años de edad, y que afecta a la visión del joven quien, a sus 17 años de edad, es "clínicamente ciego".
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La enfermedad de Stargardt es una dolencia genética rara e incurable que produce acumulación de material graso en la mácula, la zona de la retina que permite centralizar y enfocar la visión.
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El joven James Owen, en declaraciones a Daily Mail, recuerda cómo ha sido el proceso de pasar de ser una potencial estrella del fútbol a dejarlo por completo.
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"Disfrutaba el fútbol de verdad pero llegó un momento en que era complicado saber dónde estaba el balón. Obviamente, perdí la ilusión porque quería ser el mejor", señala el hijo de Michael Owen.
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Un Michael Owen que también expone lo complicado que es explicar a toda persona que le pregunta, el motivo por el que a su hijo no le interesa el fútbol o no se dedica a ello.
"Tienes que explicar todo y acabas en una conversación que, realmente, no quieres mantener con nadie", asevera.
Eso sí, James Owen, a pesar de su juventud, asume la realidad de su dolencia. "El hecho de que me enfade, no va a cambiar nada, así que mejor seguir adelante", comenta con gran madurez.
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En el caso de su padre, es más complicado. "Lo único que quieres es quitárselo todo, que el problema lo tengas tú y no ellos. No te gusta pensar en lo que puede deparar el futuro", confirma con tristeza.
Con el paso del tiempo, los Owen han sacado el lado positivo de la enfermedad. "Estoy orgulloso porque se ha convertido en un chico brillante. Si no puede conducir, seré su taxi de por vida". Eso sí, confían en que, en un futuro, su enfermedad pase a ser curable.