El origen de los hooligans: el lado más violento del fútbol inglés
Los orígenes del fútbol son los de un juego increíblemente violento y territorial en el que los pueblos luchaban los unos contra los otros para defender a toda costa su honor y orgullo. Esa versión del fútbol hace mucho que desapareció, pero una parte de la violencia que albergaba aún permanece.
La violencia en el fútbol no es algo nuevo, desde que existen los fans en el deporte se han producido hechos violentos, y con el crecimiento de las ciudades al final del siglo XIX, también creció el número de aficionados que además se volvieron cada vez más territoriales.
Aunque Gran Bretaña siempre ha tenido un gran sentimiento nacional, a principios del siglo XX este sentimiento creció a consecuencia de su participación en las dos guerras mundiales. Algunos creen que este sentimiento de unidad es la razón por la que la violencia en el fútbol disminuyó durante esos años de guerra.
Tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo una gran llegada de inmigrantes con el objetivo de reconstruir una Gran Bretaña arrasada tras su victoria ante la Alemania nazi. Estos inmigrantes pronto provocaron la ira de algunos.
Hasta finales de los años 50 y principios de los 60, el fútbol en televisión no era muy común y mucho menos para la gente corriente que no podía permitirse comprarse una. Con el aumento de las retransmisiones en los 60, los aficionados podían ver y animar ahora a sus equipos desde la distancia.
Los sociólogos opinan que, debido al aumento de la capacidad de apoyo de los seguidores, la televisión tuvo un impacto substancial en la violencia en el mundo del fútbol, atrayendo a un espectro demográfico mucho más amplio y a un mayor número de seguidores que eran más eufóricos que en el pasado.
Los aficionados al fútbol durante los 60 también se volvieron más entusiastas, portando banderas y rezando cánticos que ahora forman parte de lo normal en el mundo del fútbol. Muchos de estos grupos terminarían organizándose y adoptando nombres diferentes a los de sus equipos.
Estos grupos, aunque violentos, no suponían verdaderamente un riesgo para nadie. Su táctica principal era la de irrumpir en el área de los aficionados del equipo contrario, echarlos de sus asientos y robar lo que podían mientras tanto. A menudo, la policía tenía que intervenir.
Estos grupos de fans organizados fueron los precursores de los hooligans, quiénes acabarían haciéndose con las gradas de los estadios a finales del siglo XX.
En esencia, los hooligans son una banda de aficionados al fútbol con un único objetivo: instigar la violencia en los seguidores del equipo contrario. A menudo, tenían a los más fuertes como líderes, convirtiéndose prácticamente en figuras de culto para algunos, y en violentos criminales que ponían las vidas de los demás en peligro para el resto.
Con un ambiente mucho más multicultural en los años 70 y 80 en Gran Bretaña, muchos grupos de hooligans dirigieron su violencia a los inmigrantes. Algunos, como el 'Chelsea Headhunters', fueron vinculados a organizaciones de extrema derecha como la del 'National Front' y el 'Combat 18'.
No todos los hooligans eran racistas, muchos como los 'Zulu Warriors' (hinchas del Brimingham City) y los del Arsenal, 'The Herd', eran grupos multiculturales que defendían sus gradas del 'National Front' y de otras organizaciones de extrema derecha.
En los 80, la violencia y el fútbol eran inseparables, con multitud de choques en los espacios destinados para la afición. También se producían un gran número de muertes como resultado. Normalmente, estos enfrentamientos se producían en las gradas, pero continuaban en las calles involucrando a cientos de personas.
No podemos hablar del "hooliganismo" sin mencionar a los 'Millwall', grupo perteneciente al equipo Bermondsey que durante los 60 y 70 eran conocidos por ser los hinchas más violentos del país. Vinculados a grupos de extrema derecha, el racismo y la violencia eran la norma, algo que por desgracia sigue contaminando al club hoy día.
Los hooligans británicos no estaban contentos con solo ser violentos en casa, también eran los protagonistas de ataques contra la afición rival durante las competiciones europeas. Una de las más recordadas fue la de la final de la Copa de Europa de 1985 entre el Liverpool y la Juventus. Los hinchas del Liverpool empujaron a los aficionados de la Juve hasta que estos chocaron con un muro de cemento, matando a 39 personas. Los equipos ingleses fueron expulsados de Europa durante cinco años.
Aunque la violencia ha descendido muchísimo, aún hay algunos grupos de aficionados que solo buscan pelea con los hinchas del equipo rival. Un ejemplo de ello, lo pudimos ver en la Eurocopa de 2016 con el enfrentamiento de los hooligans ingleses y los ultras rusos.
Vinicius Jr y otros futbolistas que han sufrido racismo sobre el césped