El misterio del futbolista que en 20 años jamás jugó un partido completo
Esta es la historia de Carlos Henrique Raposo (1963), más conocido como 'El Káiser', un futbolista profesional que jamás jugó un partido oficial completo y que, para muchos, es el mayor mentiroso de la historia del deporte.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Eso sí, para otros, es una leyenda, por conseguir contratos en una decena de equipos de fútbol sin tener idea de dar una patada al balón. En la imagen, en la actualidad con sus características gafas de sol (como antaño).
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
La leyenda quedó reflejada en un glorioso documental de Louis Myles (en la imagen) titulado 'The Greatest Footballer Never to Play Football'. Una cinta en la que el protagonista es el propio Káiser, que narra con orgullo cómo se las ingenió para jugar en México, Brasil, Estados Unidos o Francia sin llegar a debutar jamás con sus equipos.
Es la historia de un embaucador con botas de tacos, medias y mucho arrojo, que ya es leyenda del fútbol. Raposo, como millones de niños, soñaba con ser futbolista. Ahora, a diferencia de ellos, él tenía claro que su calidad no le daba para serlo, pero, como tenía claro que iba a cumplir su sueño, se las ingenió para hacerlo realidad pero por una vía menos honrada.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Su potente físico era una de las coartadas perfectas para parecer un futbolista profesional. Además, su parecido con Franz Beckenbauer era ideal para tener un apodo reconocible: 'El Káiser'. A partir de ahí, comenzó una actuación que se prolongó durante 20 años.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
La forma de proceder era sencilla. Cuando firmaba el contrato con algún equipo, fingía una lesión y se retiraba del entrenamiento. Ahí es donde 'El Kaiser' ponía en funcionamiento todo su encanto.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Para empezar, tenía un amigo dentista que le firmaba las bajas. Como señala Raposo en el documental, en los 80 no había resonancias magnéticas ni la tecnología sanitaria de hoy en día, por lo que bastaba con fingir un dolor en una pierna y la baja estaba asegurada.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Obviamente, esta farsa no duraba demasiado, por lo que entre sus planes estaba cambiar de equipo cada poco tiempo. Así, según confiesa en el documental, pasó por el Puebla de México, Botafogo, Flamento, Fluminese y Vasco de Gama en Brasil, incluso el Ajaccio en Italia, entre otros equipos.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Cuando el equipo se hartaba del jugador, no dudaban en traspasarlo, siempre previo pago del contrato firmado.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
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Pero, si estaba lesionado, ¿cómo conseguía fichar por otros equipos? Ahí entraba su encanto y su inteligencia. Usaba a compañeros para que le recomendaran, pagaba a periodistas para que le hicieran reportajes alabando su calidad, regalaba camisetas a jóvenes aficionados para que le animaran o filtraba ofertas de clubes rivales o extranjeros para generar interés.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Era un auténtico maestro del engaño y tenía todo controlado en torno a su carrera, menos el saber marcar un gol, cosa que no hizo jamás.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Entre las anécdotas que se cuentan en el documental, hay una en la que fingió hablar con el presidente del FC Barcelona, Josep Lluís Núñez, a pocos minutos de acabar el entreno. "Señor Núñez, ¿le puedo llamar en una hora? Estoy terminando de entrenar?". Un genio.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Y para quien se lo esté preguntando, su primer contrato se lo firmó el Botafogo, a petición de Mauricio, jugador de la primera plantilla y amigo íntimo de El Káiser. Con Mauricio comenzó todo.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
En algunas ocasiones, incluso llegó a pedir a algún compañero que le golpease con virulencia para que la lesión fingida tuviera una base más sólida.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Según los datos de la FIFA, Carlos Henrique Raposo pasó por 11 equipos en 16 años de carrera. En ese tiempo, un futbolista podría haber superado, fácilmente, los 500 partidos. 'El Káiser' tan sólo jugó 14 partidos oficiales y ninguno de ellos como titular o completo.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Obviamente, el Balón de Oro era una quimera, pero este hombre debería optar al Globo de Oro por su actuación continuada en el tiempo.
En el documental se puede ver a figuras del fútbol brasileño como Ricardo Rocha y Bebeto, recordando a su 'compañero' Carlos Henrique Raposo. "Káiser ha sido una de las figuras más icónicas del fútbol mundial. Sólo tenía un problema: el balón", confesaba Ricardo Rocha.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Por su parte, Bebeto se tomaba a guasa el hecho de enterarse que había engañado a otro equipo. "No me puedo creer que esté en otro equipo", comenta el genial delantero.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'
Por cierto, no sólo el dinero fue clave para mantener la farsa durante tanto tiempo. Como el propio Kaiser confiesa, las mujeres fueron otra de las razones que le llevó a prolongar su carrera el mayor tiempo posible. Lo dicho, el mayor estafador de la historia del fútbol. O, quizás, un genio a la inversa.
Foto: 'The Greatest Footballer Never to Play Football'