El enemigo silencioso de la NHL se cobra otra víctima: historia trágica de Chris Simon
Después de que se conocieran las causas de la muerte del neozelandés Billy Guyton el 15 de mayo de 2023 con sólo 33 años, saltaron todas las alarmas en el mundo del rugby, mientras el miedo se extiende a otros deportes de contacto con un nombre propio: Chris Simon.
La razón de su fallecimiento fue la encefalopatía traumática crónica (CTE), una enfermedad degenerativa provocada por los golpes en la cabeza. Se trata de una acumulación de traumas cerebrales que, de manera silenciosa y poco a poco, pueden desembocar en demencia, pérdida de memoria o depresión. En el rugby, por ejemplo, son bastante habituales, aunque no son patrimonio exclusivo de esta disciplina deportiva.
Y buena prueba de ello ha sido la desgracia protagonizada por el ex jugador de hockey canadiense Chris Simon, que se quitó la vida el pasado 18 de marzo de 2024 a los 52 años ahogado por la depresión y la ansiedad que padecía desde hace años a causa de la CTE.
Así lo confirmaron entonces sus propios allegados en un comunicado del que se hizo eco MSNBC en el que aseguraban que "la familia cree firmemente y fue testigo de primera mano de que Chris luchó inmensamente contra el CTE, lo que desafortunadamente desencadenó su muerte".
"Estamos de duelo por la pérdida de nuestro hijo, hermano, padre, socio, compañero de equipo y amigo. Apreciamos a todos los que comparten nuestra trágica pérdida", agregaron además en ese comunicado.
La National Hockey League (NHL) emitió entonces un escueto comunicado a través de su web oficial recordando sus logros como jugador y en el que se pudo leer: "La liga lamenta el fallecimiento de Chris Simon (…) Nuestro más sentido pésame para su familia, amigos y ex compañeros de equipo", aunque no hizo referencia alguna a las causas.
ADEMÁS: La policía da nuevos detalles sobre la misteriosa muerte de Konstantin Koltsov
Y es que, hasta ahora, se ha hablado poco de esta enfermedad de la que, en pocos días, se han dado a conocer dos de sus víctimas, aunque es bien conocido que no son los únicos casos sospechosos de padecerla -ya que solo se puede confirmar post morten-.
Entre los nombres asociados a la encefalopatía traumática crónica están, sobre todo, los de jugadores de rugby como el hooker británico Steve Thompson (en la imagen), el galés Alix Popham o el también neozelandés Carl Hayman, aunque pronto se podría conocer casos dentro de otras disciplinas deportivas.
En el caso particular del rugby, ya hay un nutrido grupo de posibles afectados que se han unido "para tomar medidas contra los órganos rectores de World Rugby, Rugby Football Union y Welsh Rugby Union, alegando que no fueron atendidos adecuadamente ni informados" durante sus años como jugadores profesionales, según publicó The Guardian.
"Todos los que se preocupan por los deportes de contacto tienen que aceptar que en las próximas décadas seremos testigos de la muerte prematura de muchos más jugadores a causa de su proceso neurodegenerativo", advirtió uno de los representantes de estos jugadores.
Tras su retirada, en el año 2013, Chris Simon también se adhirió a otro grupo de jugadores que unieron fuerzas para presentar una demanda colectiva contra la NHL por el tema de las secuelas ocasionadas por las conmociones cerebrales que sufrieron a lo largo de sus trayectorias profesionales.
El comisionado de la NHL, Gary Bettman, ha negado repetidamente que exista alguna prueba por la que se pueda vincular el hecho de jugar en la NHL con padecer CTE e insistió, en la línea de las grandes instituciones del rugby, en que la liga ha avanzado para hacer que el juego sea "lo más segura posible", según apuntaba la MSNBC.
"El fallecimiento de Chris es trágico. Es triste. Extendemos nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos. En todos estos asuntos, esperamos ver qué nos dicen los expertos médicos", dijo Bettman en unas declaraciones recogidas por The Athletic.
Y aunque ahora está más de actualidad que nunca, el tema no es nuevo, ya que hace dos años, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos ya pusieron sobre la mesa la posibilidad de que existiera una relación directa entre los golpes que los deportistas recibían a lo largo de sus carreras profesionales con el CTE.
Los estudios realizados por la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) gracias al análisis del cerebro de Guyton, que fue donado por su familia para conocer las causas de su muerte, confirmaron esas sospechas, convirtiéndolo en el primer deportista en perder la vida a causa de esta enfermedad de forma directa.
En el caso de Chris Simon, la muerte no le ha llegado de manos de la enfermedad, sino motivada por sus consecuencias en vida, problemas que también sufrió Guyton como contó su familia en el New Zealand Herald, asegurando que no era capaz de soportar los ruidos ni la luz, además de que comenzó a tener problemas para jugar con su hija pequeña.
Un estudio realizado por JAMA Network del que se hizo eco la cadena MSNBC aseguraba además que "los jugadores de la NHL con 50 o más peleas en su carrera o 3 o más minutos de penalización por juego quitándose la vida en comparación con los controles de jugadores de la NHL de la misma edad".
Simon, nacido en Ontario (Canadá) el 30 de enero de 1972, se convirtió en jugador profesional de hockey después de ser seleccionado a sus 18 años, por los Philadelphia Flyers en la segunda Ronda (número 25) del Draft en 1990.
Durante su carrera pasó por otros equipos como Quebec Nordiques, Colorado Avalanche, Washington Capitals, Chicago Blackhawks, New York Rangers, Calgary Flames, New York Islanders y Minnesota Wild.
Y entre sus logros como profesional estuvo el título de la Stanley Cup de 1996 con los Colorado Avalanche, además de llegar a las finales de 1998 con Washington Capitals y de 2004 con los Calgary Flames, todo ello antes de marcharse en sus últimos cinco años en activo a la KHL rusa.
Pero si por algo es recordado Chris Simon es por su enorme agresividad sobre el hielo, algo que le llevó a ser suspendido hasta en ocho ocasiones sumando un total de 65 partidos sin jugar, y en las que sufrió importantes golpes que, a la postre, terminarían provocándole los problemas que finalmente lo condujeron a la muerte.
Entre esos incidentes se recuerdan dos choques importantes con Peter Popovic en el año 2000 y con Ruslan Fedotenko en el 2004, además de la agresión golpeando con su stick a Mike Grier, de los Edmonton Oilers, algunos casos de las muchas peleas en las que se vio inmerso durante sus partidos.
Uno de los más momentos más tensos de su carrera y buen ejemplo de todo esto se vivió el 8 de marzo de 2007, cuando el delantero de los New York Rangers Ryan Hollweg chocó por detrás con Simon haciendo que chocara con su cabeza contra el vidrio de contención, algo de lo que terminó vengándose agrediendo a su rival lanzándole dos discos.
A lo largo de su carrera vivió muchos más momentos similares, muchas peleas y muchos golpes que le afectaron en su cabeza hasta el punto de que terminara sufriendo encefalopatía traumática crónica, con todo lo que ello conlleva, iniciando así una batalla que finalmente no pudo ganar.