La crisis del Barça que nunca termina: ¿tiene Xavi los días contados?
Por si no tenía suficiente con su mala campaña en la Liga, mirando de lejos a Girona y Real Madrid, y con la dolorosa derrota que los blancos le infringieron en la final de la Supercopa de España, ahora ha tenido que llegar el Athletic de Bilbao para eliminar al F.C. Barcelona de la Copa del Rey y volver a sacar los colores a su entrenador, Xavi Hernández.
El partido de cuartos de final de Copa comenzó con un gol del Athletic a los 36 segundos de empezar y terminó yendo a la prórroga, donde los hermanos Williams -Iñaki y Nico- impusieron su ley con una auténtica exhibición de fútbol que terminó con un 4-2 a favor de los rojiblancos y con el Barça viendo cómo se iba el segundo título de la temporada.
Este nuevo traspiés se suma a su importante derrota con el eterno rival, el Real Madrid, en la final de la Supercopa de España celebrada a mediados del mes de enero en Arabia Saudí y donde los azulgrana se fueron vapuleados por un 4-1.
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Esta nueva y aplastante derrota y donde más duele -en la lucha por un título- y a la cosechada en la Copa contra el Athletic son una buena muestra de que el equipo de Xavi Hernández no carbura a pesar de que su proyecto va ya por la mitad de su tercera temporada y, a pesar de las millonadas gastadas gracias a las múltiples y polémicas palancas de Laporta.
En la pasada temporada, el club azulgrana se llevó el título de Liga, pero no dio la sensación de ser un equipo sólido ni muy superior al resto de sus competidores. En esa campaña 2022-2023 se apoyó mucho en el buen momento de Ter Stegen, una sólida defensa y el ‘unocerismo’ al más puro estilo ‘Cholo’ Simeone.
Pero las cosas esta temporada han cambiado mucho con respecto a la anterior. Un Real Madrid muy en forma, que ha ido de menos a más, y un sorprendente Girona, que lidera el campeonato junto a los blancos, han dejado ya muy atrás a un Barça que anda en 'otra Liga', peleando con Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao por conservar la tercera plaza.
En la final de Supercopa contra el Real Madrid se vio a un equipo muy superado en todos los sentidos. Tácticamente la propuesta de Carlo Ancelotti fue muy superior a la de Xavi, que no aprovechar y colocar sus piezas para hacer frente a los blancos, quienes, por otro lado, jugaron muy cómodos sobre el césped y como mejor saben: a la contra, con velocidad u con un juego directo y letal, contra el que la defensa azulgrana nada pudo hacer.
Y no solo eso, sino que físicamente y anímicamente también se vio mucho mejor a los jugadores del Real Madrid, algo en lo que mucho tiene que ver también el equipo técnico. La diferencia ya se vio clara en las semifinales de esta Supercopa en las que el Real Madrid llegó tras un partido de alto nivel frente al Atlético y el Barça, con muchas dudas ante Osasuna.
Y es que no es solo un problema de resultados, sino también de sensaciones sobre el campo, porque el juego que despliega el equipo en cada partido está muy lejos de convencer, a kilómetros de distancia de aquel estilo que llevó a los azulgranas a lo más alto y que predica el propio Xavi: “no solo hay que ganar, sino ganar jugando bien”.
¿Qué está pasando en el FC Barcelona para estar sufriendo este momento actual de crisis deportiva? Analicemos las posibles causas…
Si empezamos por la portería, Iñaki Peña está demostrando ser un buen recambio para Ter Stegen ahora que está lesionado y está claro que el problema no está bajo los palos. Es difícil no recibir muchos goles cuando estás, habitualmente, solo ante el peligro...
Y es que otra cosa es la defensa. Frente al Real Madrid, como ya se le ha visto en otros partidos de la temporada como el que jugaron contra el Girona, sin ir más lejos, al Barça se le vieron todas las vergüenzas en esta línea del campo, porque ninguno de sus jugadores en esta demarcación está al nivel de años anteriores.
El uruguayo Roland Araújo, para muchos uno de los mejores centrales del mundo, no está mostrando su habitual contundencia y son muchos los fallos que ha ido coleccionando tanto a la hora de marcar a sus rivales como en su colocación sobre el césped. En la Supercopa se vio muy superado por todos los delanteros del Real Madrid, especialmente por su archienemigo Vinicius Jr. Y, además, terminó expulsado...
Pero más grave es el caso de Jules Koundé. El francés está muy lejos de ser el futbolista que maravilló en el Sevilla y lo llevó a fichar por el FC Barcelona por 50+10 millones de euros. Son muchos los errores que deja en cada partido y muchos de ellos terminan en gol del equipo rival.
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Y luego está João Cancelo. Contra el Real Madrid no estuvo por lesión, pero, esta temporada, el portugués ha relegado al banquillo al joven Alejandro Balde y se ha convertido en uno de los revulsivos de la temporada azulgrana. Eso sí, su trayectoria esta temporada se caracteriza por su enorme irregularidad, con un partido estelar por dos en los que no está bien.
Andreas Christensen e Íñigo Martínez, por su parte, han cumplido con sus deberes, aunque no han podido evitar el desastre en defensa del equipo, mientras Marcos Alonso ha ido, poco a poco, ha ido perdiendo protagonismo.
Y el problema defensivo del FC Barcelona no es cuestión sólo de sus zagueros, sino del equipo al completo. Porque este Barça no ofrece apoyos defensivos desde otras líneas, lo que también supone un grave problema atrás en el momento que los rivales llegan al área con gran facilidad.
En el centro del campo, el equipo culé cuenta con un buen puñado de grandes jugadores, pero tampoco termina de funcionar como debería. El gran problema fue la marcha de Sergio Busquets en verano a Miami, dejando desnudo un puesto de mediocentro que no han sido capaces de cubrir con garantías.
En verano se fichó para ello a Oriol Romeu, que en la 2002-2023 había hecho una campaña espectacular con el Girona, pero nada más lejos de la realidad. El centrocampista tarraconense está muy lejos de su mejor versión y no ha sido capaz de dar al equipo lo que Busquets ha dado durante tantos años, lo que le ha llevado a ir desapareciendo del equipo.
En esa posición de mediocentro, Xavi ha intentado colocar a otros jugadores como Frenkie de Jong, pero al jugador neerlandés esa posición no le viene bien y es un obstáculo para que pueda mostrar sus verdaderas cualidades sobre el césped.
Tampoco es una demarcación que beneficie al fichaje estrella de la temporada en el Barça, el alemán İlkay Gündoğan, quien, pese a ser uno de los jugadores más destacados del equipo, tampoco se está desenvolviendo como lo hizo en el Manchester City campeón de la Champions League que lideró el año pasado. Contra el Real Madrid estuvo prácticamente desaparecido.
En esta demarcación no podemos olvidar la importante baja de Gavi para toda la temporada, un revés que se está dejando notar en el campo, porque se trata de un futbolista que imprime garra e intensidad en todos los partidos. Algo que ningún otro jugador aporta.
También se nota en el centro del campo la falta de forma de Pedri. El jugador del Barça con mayor calidad y visión de juego ya ha sufrido varias lesiones en la presente temporada y la recuperación de ellas le está costando. Y eso el equipo también lo sufre.
Finalmente, no se puede obviar el problema que tiene el equipo azulgrana en la delantera. El caso más flagrante puede ser el del ariete polaco Robert Lewandowski, a quien parece que la edad (35) comienza a pasarle factura. Y, con todo ello, es el máximo goleador del equipo y fue el único capaz de marcar al Real Madrid en esta final de la Supercopa.
Al igual que su compatriota Cancelo, João Félix ha mostrado su mejor versión en algunos partidos, pero su continua irregularidad pone en duda su papel en el Barcelona. Tal y como le sucedió en el Atlético de Madrid, el portugués brilla en algunos partidos mientras desaparece sin aportar nada en muchos otros. Y la cosa va a peor...
El brasileño Raphinha es, por otro lado, uno de los jugadores más desequilibrantes de la plantilla, pero tampoco ha alcanzado un nivel como el que se esperaba después de dos temporadas tras su fichaje por casi 60 millones de euros. En esta final, además, no pudo jugar por lesión.
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La delantera se completa con un Ferrán Torres que, pese a algunas buenas actuaciones, no está para ser titular del Barcelona; y un jovencísimo Lamine Yamal al que le queda recorrido por delante para convertirse en el gran jugador que se espera que sea. Y, con todo ello, ya se espera lo que pueda aportar la gran incorporación del mercado de invierno, Vitor Roque, a quien Xavi no dio la oportunidad de jugar en la final de la Supercopa contra el Real Madrid.
Pero detrás de este momento de crisis hay uno nombre que resuena por encima del resto: el de Xavi Hernández. Y es que el técnico catalán sigue sin dar con la tecla para cumplir con su objetivo de jugar bien y, esta temporada, también de ganar.
Según los datos aportados por un estudio de Besoccer para la agencia EFE, Xavi es el segundo peor entrenador del Barça en 15 años y solo el neerlandés Ronald Koeman, su antecesor en el cargo, con el 58,21% de victorias, estaría por debajo de él.
El Barça de Xavi gana el 62,16% de sus partidos, por detrás de los porcentajes de Quique Setién (64%), Ernesto Valverde (66,90%) o Tata Martino (69,09%), Luis Enrique (76,24%), Tito Vilanova (75,56%) y Pep Guardiola (72,47%).
Los números del equipo en la Liga esta temporada 2023-2024 tampoco le favorecen. Y es que mientras que el curso pasado solo recibieron en la competición española 20 goles, al final de la primera vuelta de la Liga esa cifra ya ha sido rebasada con cuatro goles más... y a falta de 18 partidos por jugar. Una buena muestra de su momento de debilidad en la defensa, que el año pasado fue fundamental para lograr la Liga.
A eso se suma las desastrosas actuaciones del equipo de Xavi en sus dos primeras temporadas en Europa, donde cayó eliminado tanto de la Champions como de la Europa League. Y con una imagen para olvidar. Este año, han pasado la fase de grupos como primeros, pero con problemas y con un grupo tremendamente fácil. Eso sí, siguen adelante en el torneo.
Xavi no ha dejado de utilizar este año la excusa de que el F.C. Barcelona es "un equipo en construcción", pero la realidad es que el margen que lleva y con todos los fichajes que han llegado al equipo a pesar de los problemas financieros, evidencian que parte del problema viene también desde el banquillo.
El técnico no ha sabido sacar todo el jugo a su plantilla, con tácticas cambiantes y fallos en los cambios. El equipo no ha conseguido jugar bien en prácticamente ningún partido, no muestran ambición sobre el césped y tienen muchas dificultades en partidos en los que no tienen en balón. Y a Xavi las excusas se le empiezan a acabar…
Y ya tras la final de la Supercopa, escuchamos por primera vez a Xavi cambiar su discurso y hacer algo de autocrítica: "Es una derrota dura. Estoy enfadado como culé. Siento decepción, tristeza, así es el fútbol. Nos toca la cara amarga. Es una lástima porque teníamos mucha ilusión, pero nos ha salido el peor partido de todos", comentaba en rueda de prensa.
"Hay que ser muy autocríticos y mejorar mucho para luchar por títulos esta temporada", comentó Xavi, a la vez que aprovechó para pedir disculpas a los aficionados azulgranas: "No es la imagen que tiene que dar el Barcelona, y menos en una final ante el Real Madrid. Nos ha costado competir, hemos dado la peor cara. A recuperarse, en mi carrera he sufrido muchas derrotas dolorosas y siempre nos hemos levantado. El Barça volverá, volverá".
Sin embargo, tras la final de Copa, de la que dijo que "no tuvimos suerte en el sorteo", Xavi volvió a mostrar falta de autocrítica: "Lo hemos intentado, hemos competido muy bien contra un gran equipo. (...) Podemos estar orgullosos, lo hemos intentado hasta el final. Intentaremos ganar La Liga y la Champions. Estoy tranquilo. Quedan los títulos más importantes. Los lucharemos", dijo en rueda de prensa.
Eso sí, en sus últimas declaraciones ya ha abierto la posibilidad de su salida: "Si no estamos al nivel de competitividad lo normal es que me marche. Estamos en un club grande. Estoy en el Barça. Si no ganas, el entrenador queda señalado. Aun así creo que es el inicio de algo importante, esté yo o no", dijo.
Aún queda mucha Liga por delante y tiempo para reaccionar y volver a la senda del triunfo. También siguen adelante en la Champions League, pero el Barça necesita un cambio de rumbo que de la mano de Xavi parece que no acaba de llegar. Veremos cuánto dura la crisis.
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