Contundente Irene Montero tras la polémica del caso Dani Alves

La Audiencia de Barcelona deja en libertad provisional a Dani Alves (condenado a cuatro años y seis meses de prisión agresión sexual a una joven) tras imponerle una fianza de un millón de euros. Las reacciones a dicha decisión no se han hecho esperar. Una de las más comentadas, la de la exministra de Igualdad, Irene Montero.

La política de Podemos ha resaltado a través de sus redes sociales que, con esta decisión de la Audiencia, se demuestra que en España no hay una justicia igual para todos.

"Los hombres poderosos pueden comprar su libertad", ha dicho Montero.

¿Quién pagará la fianza de Dani Alves?

"Este es un peligroso mensaje de desprotección para todas las mujeres".

"Necesitamos que la justicia sea feminista e igual para todos", ha añadido a través de X (antiguo Twitter).

Las palabras de la exministra de Podemos llegan poco después de que, también en redes sociales y tras conocerse la polémica sentencia al ex del F.C. Barcelona por un delito de agresión sexual, la política pusiera el acento en la "pena mínima" impuesta al exjugador.

"Es el 'automatismo de la pena mínima', uno de los grandes problemas del tratamiento judicial (y social) de las violencias sexuales", decía la exministra después de que desde la cuenta de Olympe Abogados (bufete español especializado en violencia sexual) dijeran lo siguiente tras conocerse la condena a Alves: "Lo de los jueces poniendo siempre la pena mínima posible de la horquilla que le da la ley en los delitos contra la libertad sexual nos hace querer quemar cosas".

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"Por eso las feministas y los organismos internacionales hablan de la necesidad de acabar con la justicia patriarcal y la cultura de la violación", recordaba Montero.

"La sentencia contra Dani Alves establece con claridad que cometió una agresión sexual porque la víctima no consintió. Es el resultado de la lucha feminista por el derecho a la libertad sexual y por poner el consentimiento en el centro. Se acabó la impunidad. Solo sí es sí".

"Hasta ahora muchos agresores se sentían impunes por su poder, su posición social, o unas normas culturales que no daban credibilidad a la víctima", decía Montero.

"España está cambiando y aunque quede mucho por hacer, se acabó el silencio de las mujeres y la impunidad de los agresores".

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