¿Puede acabar Ancelotti en la cárcel?
La Fiscalía Provincial de Madrid ha pedido cuatro años y nueve meses de cárcel para el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, por el presunto fraude de un millón de euros a la Hacienda Pública Española.
Al técnico italiano le atribuyen dos delitos fiscales por emplear un "confuso" entramado societario para canalizar sus ingresos y ocultarlos a la Agencia Tributaria, según la información del Ministerio Público y de la que se hacía eco el diario El Mundo.
Estos dos delitos corresponderían con los ejercicios fiscales de los años 2014 y 2015, en los que Ancelotti supuestamente habría defraudado a Hacienda 386.361 y 675.718 euros, respectivamente, alcanzando el fraude a una cifra total de 1.062.079 euros.
¿Y de dónde saldrían dichas cantidades? Pues de los rendimientos correspondientes a la explotación de sus derechos de imagen, que Ancelotti habría cedido a otras entidades y que omitió en sus declaraciones de renta, donde solo habría hecho constar el salario que percibía del Real Madrid, según la acusación.
El entrenador blanco, además, hizo constar en esas declaraciones que era residente en España a efectos fiscales, reflejando que su domicilio estaba en Madrid, por lo que todos sus ingresos debían ser declarados a la Hacienda española, fuera por rendimientos del trabajo o por derechos de imagen.
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De forma paralela, aunque con menos peso en la petición de pena, en el escrito de la Fiscalía del que se ha hecho eco El Mundo también se apunta a que Ancelotti omitió la titularidad en propiedad de dos bienes inmuebles situados en el extranjero.
En ese sentido, según el periódico español 20 Minutos, la Fiscalía destacaba en su escrito que Ancelotti acudió a un "complejo" y "confuso" entramado de fideicomisos y sociedades interpuestas para canalizar el cobro y "con el fin de eludir la tributación por los rendimientos que producían dichos derechos de imagen".
La cronología de los hechos delictivos que le imputan al técnico italiano nos llevaría al 1 de julio de 2013, momento en el que, siempre según el relato de la Fiscalía, firmó un contrato privado en el que cedía sus derechos de imagen a la entidad Vapia Limited, constituida en Islas Vírgenes, y donde contaba con "los máximos poderes de actuación para gestionarlos" tal y como exponen en el ya citado medio.
Tres días después, el 4 de julio de 2023, coincidiendo con la firma de su contrato como entrenador del Real Madrid, se estableció el reparto de los derechos de imagen, 50% para el club blanco y 50% para el italiano, que iban directamente a la sociedad Vapia LLP, con sede en Londres.
"De esta forma el acusado se valió de la sociedad Vapia LLP para que ésta se presentara formalmente ante el Real Madrid como titular de los derechos de imagen a pesar de que ni siquiera formalmente los tenía atribuidos, ya que el contrato de cesión referido de 1 de julio de 2013 era con Vapia Limited", apunta la Fiscalía según esta información.
En sus declaraciones, al omitir esas cantidades correspondientes a los derechos de imagen, consiguió que sus declaraciones se liquidaron con "cuotas negativas" de 39.575 euros en el ejercicio de 2014 y de 529.076 de 2015, cantidades que, finalmente, la Agencia Tributaria le devolvió.
El propio Ancelotti se defendió de las acusaciones ante las cámaras de Movistar+, donde aseguró que "esto es una vieja historia que empezó hace ocho años por una declaración de 2015. La fiscalía piensa que yo era residente y yo no era residente. La multa ya la he pagado, el dinero está en la Fiscalía y los abogados están buscando una solución".
Con todo ello, el entrenador del Real Madrid no se ha querido rendir ante la denuncia de la Fiscalía y ha confirmado que irá a juicio: "estoy convencido de que soy inocente, de que no era residente en 2015 y ellos piensa que era residente. A ver qué decide el juez", apuntó en Movistar+.
¿Puede entonces acabar Carletto en prisión? Si hacemos análisis de otros casos similares parece difícil que pudiera suceder algo así, pues, en la práctica, este tipo de casos, que han sido muy frecuentes dentro del mundo del deporte en general y del fútbol en particular, no acaban con sus protagonistas entre rejas.
Messi, Mascherano, Rafa Nadal, Iker Casillas, Samuel Eto’o, Luis Figo o Arantxa Sánchez-Vicario en España; Diego Armando Maradona, Fabio Briatore o Valentino Rossi en Italia; o Boris Becker en Alemania, son solo algunos ejemplos de deportistas que han tenido que dirimir sus problemas con la Hacienda Pública, algunos llegando a acuerdos y otros luchando hasta el final.
Un buen ejemplo de ello es el ex jugador del Real Madrid y actual entrenador del Bayer Leverkusen, Xabi Alonso, quien, como Ancelotti, no llegó a ningún acuerdo con la Fiscalía y decidió ir a juicio para defender su inocencia tras ser acusado, en su caso, de tres delitos contra la Hacienda Pública.
Alonso fue acusado entonces de proceder de forma similar que Ancelotti en los años 2010, 2011 y 2012, cediendo sus derechos de imagen a una empresa con sede en la isla portuguesa de Madeira. Sin embargo, él sí informó a Hacienda de la existencia de esta sociedad e incluyó en sus declaraciones la deuda que mantenía con ella por la cesión de sus derechos de imagen.
En ese sentido, según apuntaba el diario AS, aunque la sentencia reconocía ciertos indicios, diferenció entre la intención de actuar de manera "clandestina y fraudulenta" frente a los contribuyentes que sí declaran y no pudo probar su voluntad de defraudar, por lo que, finalmente, fue absuelto.
Y el caso de Xabi Alonso no ha sido el único. Varias sentencias por la tributación de los derechos de imagen han obligado a la Agencia Tributaria a devoluciones millonarias a jugadores como Sergio Ramos, Dani Alves, Xavi Hernández o Andrés Iniesta, con intereses y costas.
Ahora es a Carlo Ancelotti a quien le toca pelear en los tribunales para demostrar su inocencia, toda vez que no ha aceptado las acusaciones de la Fiscalía española. Eso sí, pase lo que pase, será difícil que el italiano acabe pisando la cárcel por los delitos que le imputan.
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