Acoso, secuestro y fotos robadas: vida trágica de la futbolista Hope Solo
Detrás de la figura de Hope Solo hay una historia de superación y lucha camino del éxito, hasta alcanzar la cima del deporte mundial convirtiéndose en un auténtico icono del fútbol femenino, pero también una vida de excesos, polémicas y problemas con la justicia y con su entorno.
Mujer de carácter, lo que le llevó incluso a tener problemas con entrenadores y con sus propias compañeras de equipo (además de alguna sanción y suspensión aparejada), Solo es historia del fútbol mundial, dos veces medalla de oro olímpica y campeona del mundo con Estados Unidos.
Sin embargo, la vida de la ex guardameta estadounidense no ha sido ni mucho menos fácil, peleando contra las adversidades ya desde su infancia y adolescencia, etapas que terminarían marcándola de una u otra forma (y para bien o para mal) de cara a su futuro personal y profesional dentro del mundo del fútbol.
Como relata en su libro de memorias, ‘Solo: A memory of Hope’ (2012), a la ex futbolista nacida en Richland le tocó vivir una infancia dura en la que tuvieron especial protagonismo sus padres: un ex combatiente de la guerra de Vietnam de origen italiano que creció en el Bronx y una madre que tenía problemas con la bebida.
Judy, la madre de Hope Solo (en la imagen), se quedó embarazada de ella en la prisión Walla Walla de Everett (Washington), durante un ‘vis a vis’ con su padre, Jeffrey Solo, y fue precisamente allí, entre las rejas de la cárcel, donde vino al mundo el 30 de julio de 1981.
El matrimonio de Jeffrey y Judy aguantaría en pie hasta que Hope Solo tenía 6 años, en 1988, momento en el que su progenitor se la llevó secuestrada junto a su hermano Marcus con la excusa de que se marchaba con ellos de vacaciones, y en una situación tan precaria que, pocos días después, la Policía de Seattle los encontró durmiendo en la calle.
Con todo ello, de su padre -que falleció de un infarto en 2007-, Hope Solo tiene recuerdos negativos, pero otros también positivos. "Era un estafador y mujeriego del que no te puedes fiar", explica en sus memorias, a pesar de lo cual fue él quien la enseñó a jugar al fútbol e hizo de ella una mujer de mentalidad ganadora.
"No supo ser responsable, ni un marido o un padre al uso, pero ayudó a crear la persona que soy ahora. (…) Era mi padre, me cuidó y le quiero", asegura la ex futbolista en sus memorias y en unas declaraciones que hizo en su día al diario US Today.
Para Hope Solo, el fútbol fue su salvación en medio de un contexto negativo y sin un futuro claro. Empezó jugando en la Escuela Secundaria Richland y en la Universidad de Washington decidió convertirse definitivamente en guardameta, puesto con el que terminaría haciendo historia en el mundo del fútbol.
Como jugadora de los Washington Huskies, Solo se convirtió en la mejor portera de la historia de la Pacific-10 Conference (Pac-10), de la División I de la NCAA, entró a formar parte de la selección juvenil de Estados Unidos y fue escalando hasta dar el salto al fútbol profesional con las Philadelphia Charge y la absoluta norteamericana.
A partir de ahí, ha vivido una trayectoria de éxito, pasando por Europa -Kopparbergs / FC Gotemburgo y Olympique de Lyon- y en la WPS de Estados Unidos -Saint Louis Athletica, Atlanta Beat, Seattle Sounders y Seattle Reign-, destacando especialmente como portera de la selección estadounidense con la que lo ganó todo, incluyendo numeroso premios individuales.
Pero en medio de esos años en lo más alto, desde su debut en 2003 hasta su adiós en 2016, no han faltado las innumerables polémicas que han salpicado a su carrera deportiva, pero especialmente a su vida personal, y particularmente en sus últimos años como profesional y tras su retirada.
El 12 de noviembre de 2012, en la víspera de su boda con el que aún hoy es su marido, el ex jugador de fútbol americano Jerramy Stevens, la pareja vivió un incidente que terminó con él detenido y acusado de agredirla tras una discusión. Unos hechos que no impidieron que se dieran el sí quiero al día siguiente.
Dos años después, en 2014, además de vivir un episodio en el que dijo a un agente que le iba a "patear el trasero", llegaría uno de los momentos más controvertidos de su vida, cuando fue ella la que terminó arrestada por la Policía, acusada por agredir a su hermana y su sobrino de 17 años en una celebración familiar, un caso que, finamente fue desestimado en 2018.
No sería su única detención, ni la más sonada. Y es que el 31 de marzo de 2022, tal y como adelantó el portal TMZ, fue arrestada por el Departamento de Policía de Winston-Salem, en la ciudad de Carolina del Norte, por conducir en estado de embriaguez, resistencia ante los agentes y un delito menor de abuso infantil.
Solo se encontraba en ese momento sobre el volante de su coche en el aparcamiento de un supermercado Walmart en Winston-Salem, aturdida por el exceso de bebida que había consumido, con el coche en marcha y con sus dos hijos mellizos - Vittorio Genghis y Lozen Orianna Judith Stevens- en su interior.
ADEMÁS: Siguiendo a Jordyn Huitema: qué esconde una de las futbolistas del momento
Según pudo verse en la cámara corporal de uno de los agentes que intervinieron, en unas imágenes publicadas por 'Queen City News', Solo se negó a someterse a las pruebas pertinentes, por lo que fue trasladada a la cárcel del condado de Forsyth, donde, tras realizarle la prueba, triplicó el máximo permitido.
Aquel episodio abrió los ojos de la ex futbolista, quien aseguró en un mensaje en sus redes sociales que "infravaloré la influencia destructiva en mi vida que el alcohol estaba teniendo" y para lo que decidió poner remedio: "Entraré voluntariamente en un programa de tratamiento para abordar mis problemas con la bebida", escribió.
"Fue un largo camino, pero poco a poco estoy regresando tras tomarme un tiempo de descanso. Estoy orgullosa de mí y de mi marido por lo que hemos hecho día tras día en los últimos dos años. Al mismo tiempo, fue increíblemente duro y cometí un terrible error. Posiblemente el peor de mi vida", escribió más adelante también en sus redes sociales.
Dentro de su faceta como futbolista, Hope Solo se ha convertido también en un referente dentro del mundo del feminismo, por ser protagonista de algunos episodios de machismo y por su lucha constante por la igualdad entre mujeres y hombres dentro del mundo del deporte.
En el año 2020, Solo reveló que, durante su carrera, había sido víctima del acoso de uno de sus entrenadores, aunque el caso más sonado fue contra el mismísimo ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter, de quien denunció que la también la acosó tocándola el trasero minutos antes de la gala de entrega del Balón de Oro del año 2013.
Lo contó en el diario portugués 'Expresso'. "Tuve a Blatter agarrándome el trasero. Fue en el Balón de Oro, antes de que subiéramos al escenario", explicó la ex futbolista, a la vez que lamentó que "(La agresión sexual) se ha convertido en algo normalizado".
Tres años después de aquel episodio, Solo lideró junto a otras futbolistas campeonas del mundo -Morgan, Lloyd, Rapinoe y Sauerbrunn- una demanda federal ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Estados Unidos en la que denunciaban la desigualdad salarial respecto a los hombres.
Y es que, como dijo en 'USNWNT', el portal de la selección estadounidense femenina de fútbol, no entendía las diferencias existentes cuando "entre 2000 y 2016, la Selección Femenina aportó 20 millones de dólares en ingresos para la Federación, mientras que los hombres tuvieron cinco millones de pérdidas " y "desde 2015, el partido con mayor audiencia ha sido uno femenino".
Además, criticó que el deporte femenino sexualiza a las mujeres: "Tuve que negociar una serie de decisiones desde un punto de vista ético. La mayor parte de mis ganancias las obtuve fuera del terreno de juego, no en él. (…) Con los hombres pasa lo contrario. Si quería ganar más dinero, tenía que hacer sesiones de fotos, apariciones en televisión y otras cosas con las que no estaba a gusto", dijo en la entrevista en 'A la Contra'.
Ese último aspecto al que hacía referencia, lo vivió también en el ámbito privado al convertirse en una de la víctima del ‘Celebgate’, un hackeo masivo que sacó a la luz imágenes íntimas de más de 100 celebridades entre las que estuvo ella, a la que se pudo ver en fotografías sin ropa y eróticas.
"Es muy triste y lamentable que los derechos de tantas mujeres fueran violados por la publicación no autorizada de fotografías privadas. Este acto va más allá de los límites de la decencia humana y, como tal, me uno a todas las mujeres afectadas y estoy estudiando todas las opciones para proteger mi intimidad", dijo entonces en sus redes sociales.
Además de su lado más feminista, Solo no dudo en poner el grito en el cielo por otro gran problema social como es el clasismo existente dentro de algunos ámbitos de la vida y que, en su caso particular, le tocó vivir dentro de la selección estadounidense, teniendo en cuenta la clase social de la que provenía.
En el podcast 'The Players', de la BBC, la ex guardameta aseguró que cuando llegó por primera vez al combinado nacional de su país se encontró con cierta hostilidad por parte de sus compañeras, una visión que compartió con su compañera Carli Lloyd (en la imagen) y que trataron de cambiar desde su llegada con las nuevas generaciones de futbolistas.
"Cuando creces en la selección nacional te encuentras con un club de 'chicas malas'. (…) La mayoría de las jugadoras provienen de familias blancas ricas. Esa es la cultura de la selección nacional femenina. Es una cultura blanca muy privilegiada", dijo
"La gente no fue amable con nosotras, no fue acogedora, no te invitaban a sentarte a la mesa. Fue difícil crecer en la selección nacional para mí en el aspecto social", dijo Solo, a la vez que Lloyd asegura ese mismo podcast que aquello las ayudó a crecer ante la adversidad y ser más fuertes.
A pesar de sus problemas, sus polémicas y controversias, Hope Solo es historia del fútbol, una jugadora que ha terminado convirtiéndose en un icono de la historia del balompié femenino y de la lucha feminista dentro de este deporte.
ADEMÁS: Alisha Lehmann: la futbolista que lucha contra el acoso y recibió una proposición indecente