Dijeron que no a grandes papeles en Hollywood por motivos inexplicables
Cuando una película triunfa, es fácil hacer análisis a posteriori. Lo complicado es arriesgarse, sin saber qué pasará con un proyecto. Y eso lleva pasando en Hollywood desde que el mundo es mundo. Como muestra, estos actores y actrices que rechazaron tremendos papeles por motivos complicados de entender.
Una de las primeras preguntas que hizo Tom Cruise a Tim Burton fue cómo iba al baño el personaje. Ese momento dejó claro que el actor era demasiado racional para el universo Burton. Johnny Depp acabó convertido en su actor fetiche.
¿Tom Cruise como el multimillonario Tony Stark? Seguro que habría funcionado pero a la estrella no le terminó de gustar el guión. Robert Downey Jr. no puso tantos problemas y abrazó a Iron Man para elevarlo a los altares del cine.
Charlize Theron (1975) tendría que hacer de madre de Gal Gadot (1985) y eso no le pareció bien a la actriz. Finalmente, Connie Nielsen (1965) sería la madre de Diana Prince.
El actor, reconocido por su fe católica inquebrantable, optó por rechazar la multioscarizada película por no sentirse cómodo con las escenas íntimas de la historia. Heath Ledger acabaría protagonizando la cinta junto a Jake Gyllenhaal.
Curiosamente, a Jake Gyllenhaal pudo quitarle uno de sus papeles más memorables en la imprescindible 'Donnie Darko'. Por suerte para Jake Gyllenhaal, Heath Ledger se empeñó en que el protagonista debía cecear, algo que Richard Kelly no estaba dispuesto a aceptar.
Rechazó ser Rose en 'Titanic' porque el guión le pareció muy empalagoso. Kate Winslet tomó su puesto y fue nominada al Oscar en 1997. Eso sí, un año después, Gwyneth Paltrow se llevaría la estatuilla por 'Shakespeare in Love' (Shakespeare Enamorado), una historia casi más empalagosa que 'Titanic'.
Quizás, la peor decisión de la historia de Hollywood. Will Smith era el elegido por las Wachowski para ser Neo en 'Matrix', pero prefirió rechazar el proyecto para hacer 'Wild Wild West' (Las Aventuras de Jim West), según muchos rankings, una de las peores películas del siglo XX.
Fue la escena del parto la que echó para atrás a la oscarizada actriz. La consideró demasiado explícita, algo que a Katherine Heigl no importó demasiado.
El actor escocés había sido elegido para dar vida al psicópata más reconocible de principios de siglo XXI pero Christian Bale le pidió que le dejara el papel y Ewan McGregor aceptó. ¿Cómo no vamos a querer a Ewan?
Garry Marshall tenía a Demi Moore en mente cuando arrancó el proyecto pero la actriz no consideró buena idea dar vida a una meretriz y lo rechazó, para alegría inmensa de Julia Roberts.
Leyó el libro, leyó el guión y no entendió la historia, por lo que optó por rechazarla, pese a que pudo haber ganado más de 450 millones de dólares con la trilogía. Sir Ian McKellen aceptó el regalo encantado.
Meg Ryan ya era la Novia de América gracias a comedias blancas y familiares. Vivian se alejaba demasiado de sus personajes y no quiso arriesgar. Finalmente, Julia Roberts le quitaría el puesto de Novia de América.
Tim Burton tenía a Pierce Brosnan en mente para su Batman pero al actor le costaba mucho tomar en serio al superhéroe. Michael Keaton tomó su relevo y fue un Bruce Wayne espectacular.
Fueron muchas las candidatas al papel pero Michelle Pfeiffer llegó a rechazarlo por considerar la película demasiado violenta. Jodie Foster no tuvo reparos en ello y se llevó su segundo Oscar.
Brad Pitt, como productor de la película, era la primera opción para el papel protagonista del esclavista Edwin Epps, pero lo rechazó por miedo a que sus hijos le vieran en esa tesitura. Michael Fassbender lo bordó en su lugar y optó al Oscar por ello.
Jean-Pierre Jeunet tenía en Emily Watson su Amelie perfecta pero la actriz londinense lo rechazó por no saber hablar francés, lo que podría restar credibilidad al personaje. Audrey Tatou alcanzaría la gloria con el personaje.
Incluso estando en un momento dulce de popularidad, Josh Hartnett consideró que Superman era un personaje demasiado abrumador para arrastrarlo toda su vida. Le sustituyó Brando Routh y, bueno, pasó lo que pasó.
Bryan Singer envió al actor británico el traje para convencerle. Tuvo el efecto contrario. Cuando Jude Law se vio en el espejo, tuvo la sensación de que Superman era demasiado para él. Le sustituyó Brando Routh y, bueno, pasó lo que pasó (de nuevo).
Había arrasado en 'Karate Kid' y parecía perfecto para ser Marty McFly pero pensó que al público no le iba a interesar una historia de viajes en el tiempo. Michael J. Fox no pensó lo mismo e hizo historia de la mano de Robert Zemeckis.
Aceptar este proyecto implicaba que el actor debía ir a rodar a Belice y eso le suponía perderse demasiados partidos de sus amados Lakers. Lo rechazó por este motivo y Harrison Ford le acabó sustituyendo.
Steven Spielberg y George Lucas tenían claro que Tom Selleck era su Indiana Jones, incluso hizo una prueba que enamoró a ambos pero su representante, Mark Goldsmith, le convenció para rechazar el papel por considerar que era poco para un actor de su categoría. Harrison Ford aún se reirá recordando cómo le cayó el papel.
Steve McQueen se cayó del proyecto porque no sabía llorar en el momento que la historia lo requería. Richard Dreyfuss cogió el papel y lo bordó.
Dave Bautista estará eternamente agradecido a Jason Momoa por rechazar el papel que le ha dado la gloria. ¿El motivo? No quería aparecer sin camiseta en pantalla.