Paul McCartney murió en 1966 (o no)
Noviembre de 1966, Paul McCartney, tras una fuerte discusión con sus compañeros de banda, 'Los Beatles', se va del estudio y en su huida sufre un accidente de tráfico y fallece.
El hecho de que Paul McCartney, a día de hoy, siga vivo y activo debería ser motivo suficiente para saber que este accidente y dicha muerte jamás ocurrieron. Sin embargo, la falsa noticia pasó de un pequeño rumor a una de las teorías conspiranoicas más conocidas de la historia contemporánea.
Cual guión hollywoodiense, la historia paralela de la muerte de Paul McCartney dictaba que la banda más importante del mundo no podía permitirse perder a uno de sus miembros, y mucho menos dejarle morir. ¿Solución? Un sustituto.
Obviamente, en esta charada no valía un sustituto cualquiera, sino uno parecido físicamente y con talento musical. El elegido fue William Campbell, también conocido como Billy Shears, a quien encontraron en un concurso de imitadores del 'fallecido' Paul y a quien sometieron a cirugía estética para que se pareciera más aún.
Solucionado el problema principal, a los pocos meses surgió uno inesperado: Brian Epstein, mánager de la banda, quería confesar la mentira pues le ardía por dentro. En agosto de 1967 apareció muerto, en Londres, de una supuesta sobredosis.
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Hubo que esperar a octubre de 1969 para que Tim Harper 'destapara' todo el pastel. Lo hizo con un artículo publicado en el periódico de la Universidad de Michigan titulado '¿Está muerto Paul McCartney?'.
Pocos días más tarde, la noticia saltó a 'Detroit News' y, de ahí al mundo entero. ¿Era posible que uno de los artistas más relevantes del mundo hubiera fallecido
Para quienes defienden la muerte de Paul McCartney, a partir de ese momento comenzaron a percatarse de las pruebas de lo ocurrido, en discos, imágenes promocionales o letras de las canciones.
Uno de los ejemplos que ponen es la letra de 'Good Morning', donde señalan que "nada que hacer para salvar su vida". Incluso es algo más explícito en 'A Day in Life' donde cantan: "Se voló la cabeza en el coche. No se dio cuenta que el semáforo había cambiado".
Otro ejemplo, expuesto por 'Detroit News', era que el brazo de Paul McCartney estaba sobre su cabeza en el álbum ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’ (1967), así como en la portada de 'Yellow Submarine'. El brazo alzado, decía el diario, es un antiguo símbolo de la muerte.
Lo mismo pasaba, según el citado medio, con la estatua de Shiva de la portada ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’, otro símbolo de la muerte que apuntaba a Paul McCartney.
Pero lo mejor estaba por llegar. Cada canción de la banda fue analizada al detalle, escuchada miles de veces a cualquier velocidad posible, incluso al revés. Obviamente, encontraron mensajes. O eso creían quienes defendían el bulo.
El periodista musical John Neary aseguraba que al escuchar 'Strawberry Fields' al revés, se podía entender: "Yo enterré a Paul". Algo similar pasaba en 'Revolution 9', donde se escuchaban sonidos de un accidente de tráfico y una voz pidiendo ayuda.
El cénit conspiranoico llegaría en la cara B del 'Álbum Blanco', en el que Neary afirmaba poder escuchar a John Lennon decir que "Paul está muerto. Le echo de menos", justo en el silencio tras 'I'm so tired'.
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A pesar de que Tim Harper o la revista 'Life' desmintieron la muerte, la bola de nieve ya era demasiado grande como para pararla. Era un bulo demasiado jugoso como para no aprovecharlo y muchas personas abrazaron la falsa muerte de Paul McCartney.
De hecho, no les valió que en la portada de 'Life' de noviembre de 1969 apareciera Paul McCartney con su familia, asegurando estar en perfectas condiciones. "Juro que estoy vivo y nada preocupado por mi muerte. Si me muriera, sería el último en saberlo". Parece que algunos fans no era así.
El rumor siguió rodando y rodando, hasta el punto que Paul McCartney lanzó, en 1993, un disco en directo al que llamó 'Paul is Live', dejando claro que se tomaba a guasa la teoría sobre su muerte.
La realidad es que, a día de hoy, Paul McCartney es una leyenda de la música, un icono de la cultura pop y un multimillonario octogenario que es historia viva, y es importante de lo de viva, del siglo XX.
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