Marisa Paredes (1946-2024): biografía de una luchadora
Martes, 17 de diciembre. España se conmociona con la noticia de la muerte de una de sus grandes actrices: Marisa Paredes. Tenía 78 años.
Marisa Paredes nació en Madrid el 3 de abril de 1946. Su madre era portera en un edificio de la plaza de Santa Ana, a apenas unos pasos del histórico Teatro Español. La llamada de la interpretación estaba ahí.
Marisa Paredes fue una actriz que debutó en el cine en 1960 con un pequeño papel en '091 Policía al habla' y tuvo que pelear para llegar a donde llegó. Trabajó en comedias ínfimas, spaghetti western, zarzuela... Hasta que llegó la culminación de su talento.
Pero aunque el cine fue lo que le dio la fama, Marisa Paredes siempre amó el teatro y recordadas son sus interpretaciones de piezas como 'Las criadas de Jean Genet' o 'La gata sobre el tejado de zinc'.
Fue la década de los 80 del pasado siglo XX la que vio la gloria de Marisa Paredes. Sobre todo con Pedro Almodóvar, para quien fue una de sus actrices predilectas, pero también con títulos como 'Tata mía' o 'Tras el cristal'.
Trabajó con Pedro Almodóvar en algunas de las mejores películas del director manchego: 'Entre tinieblas' (1983), ' Tacones lejanos' (1993), 'La flor de mi secreto' (1995), 'Todo sobre mi madre' (1999).
Había algo sumamente elegante, de modo innato, en el modo en que interpretaba Marisa Paredes. Un aire de gran dama que aportaba a sus trabajos un carisma especial.
Marisa Paredes fue actriz almodovariana de alcance global y también trabajó, por ejemplo, en 'La vida es bella' de Roberto Begnini o 'Profundo carmesí' y 'El coronel no tiene quien le escriba' de Arturo Ripstein.
Marisa Paredes jamás rehuyó pronuciarse políticamente. Era una mujer de izquierdas y fue muy activa, por ejemplo, en las manifestaciones contra la guerra de Irak en 2003.
En 2004 la actriz decidió dar su apoyo a una formación a la izquierda del Partido Socialista como es Sumar. Hizo campaña y participó en mítines.
Marisa Paredes seguía plenamente activa en el momento de su inesperado fallecimiento. Trabajó hasta el último día. (En la imagen, junto a otra veterana del cine español: Ángela Molina).
Y un añadido final: más allá de su inmenso talento y su cualidad de estrella, Marisa Paredes era un personaje muy querido en el mundo de la cultura. Y un rostro que pertenece a la memoria sentimental de varias generaciones.
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