Los últimos días de Caritina Goyanes
La conmoción por la temprana muerte de Caritina Goyanes sigue presente tanto en la sociedad como entre sus círculos de amigos y la jet set española.
Muchas son las preguntas sobre el fallecimiento de Caritina Goyanes, que nos dejaba el pasado 26 de agosto a los 46 años de edad a consecuencia de un infarto.
¿Cómo fueron sus últimas horas? ¿Cómo se precipitaron los acontecimientos hasta ese trágico desenlace final?
Caritina Goyanes se encontraba en Marbella junto a marido, el empresario Antonio Matos, y sus dos hijos, Pedro y Cari (o MiniCari como llamaba ella a su hija), disfrutando de unos días de desconexión tras la repentina muerte de su padre, el empresario Carlos Goyanes, que moría de un infarto a los 79 años de edad el pasado 7 de agosto.
Caritina Goyanes y su familia permanecían precisamente en la casa de la urbanización de Guadalmina donde murió su padre, la misma en la que fueron felices tantos y tantos veranos antes.
Fue ella quien descubrió el cuerpo sin vida de su progenitor, a quien estaba muy unida y por quien sentía gran admiración, por lo que el golpe estaba siendo duro de asimilar para Caritina Goyanes.
Tras la muerte de su padre, Caritina Goyanes decidió quedarse en la casa familiar de Marbella y llevar días de relax, paseos, playa y piscina, con la intención de recuperar poco a poco la normalidad, aunque estaba echando mucho de menos a su progenitor, a juzgar por lo que han transmitido a los medios sus amigos y familiares.
Por si fuera poco, la muerte parecía estar cebándose con los Goyanes y el domingo 25 de agosto fallecía un tío de Caritina y Carla Goyames. Se trataba de Tito Goyanes, hermano menor de Carlos Goyanes, quien también moría de infarto, lo que podría haber impactado aún más en el estado de ánimo de Caritina.
Caritina Goyanes se estaba refugiando de todas estas desgracias familiares en la fe, asistiendo a misa con regularidad. Y fue en la iglesia, tanto el día de antes como el propio día de su muerte, cuando comenzó a sentir algunos mareos.
Decidió no darles demasiada importancia, aunque, según publica La Voz de Galicia, llegó a sufrir varios desmayos. En principio lo achacaron a un golpe de calor, dadas las elevadas temperaturas de esos días en Marbella. Todo ello sumado al estado de conmoción por la reciente muerte de Carlos Goyanes.
Pero el día de su muerte, a mediodía, se encontraba en su casa cuando sufrió un episodio de malestar que pareció ir a más. Su hijo mayor, Pedro, de 13 años, acudió, acompañado de una persona del servicio doméstico, al Beach club de su urbanización para tratar de pedir ayuda.
Pronto también acudieron a socorrerla tanto su marido, Antonio Matos, como un amigo que estaba con la familia.
Según contó el colaborador de ‘Espejo Público’ Raúl García, el marido de Caritina Goyanes, ante el fuerte dolor en el pecho que sentía, decidió no esperar a la ambulancia y trasladarla al hospital más cercano.
Una vez allí, nada pudo hacerse por salvar su vida: Caritina Goyanes falleció de un infarto a los 46 años, sumiendo a su círculo cercano en la más profunda tristeza.
Su cuerpo fue velado en el tanatorio de San Pedro de Alcántara (Málaga), el mismo en el que dos semanas antes ella misma daba el ultimo adiós a su padre.
Un día después, el martes 27 de agosto, sus familiares y amigos se despidieron de ella en una multitudinaria misa funeral que tuvo lugar en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Guadalmina (Marbella). Un templo que se quedó pequeño, obligando a muchos de los asistentes a permanecer fuera.
Tras ello, el cuerpo sin vida de Caritina Goyanes viajó a Madrid. Y tras permanecer unas horas en el tanatorio de Tres Cantos, donde otros amigos podía acudir a darle su último adiós, su cuerpo descansará para siempre junto a su padre en el cementerio de San Isidro.