Un exclave ruso en medio de Europa que preocupa a la OTAN: ¿qué pasa con Kaliningrado?
Seguramente, alguna vez habrá oído hablar de Kaliningrado o habrá visto en un mapa este territorio que se encuentra en el borde del mar Báltico y que no parece pertenecer a ningún Estado.
Este es el exclave de Kaliningrado, área geográficamente separada del territorio principal de un país que, en esta ocasión, realmente pertenece a Rusia.
Totalmente separada del resto del país, el oblast ('distrito' en ruso) de Kaliningrado cuenta con más de un millón de habitantes distribuidos en aproximadamente 15.000 kilómetros cuadrados.
Se encuentra entre dos estados miembros de la Unión Europea y de la OTAN, Polonia y Lituania. Kaliningrado tiene una importancia estratégica para Moscú, pero, ¿cuál es el origen de esta división del territorio?
Originalmente, se trataba de una colonia que se estableció en el siglo XIII por los caballeros de la Orden Teutona. Esta conquista llevó a la germanización y cristianización de la región, que luego se volvió protestante.
El territorio se convirtió entonces en Prusia Oriental, la parte más al este del Reino de Prusia, lo que entonces era el Imperio Germano.
Durante varios siglos, la ciudad principal, que hoy tiene el nombre de Kaliningrado en ruso, se conocía por su nombre germano, Königsberg.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, Stalin pidió y obtuvo de los Aliados este territorio, que durante mucho tiempo había sido habitados por los alemanes y ahora pasaba a estar bajo control soviético.
La región se vació de su población alemana cuando se anexionó a la URSS. Pero, según señala el medio 'Ouest France', siguió manteniendo su arquitectura germana: "Aquí no hay bloques de edificios soviéticos de color gris, sólo ladrillos rojos".
Todo cambió con la ruptura de la Unión Soviética: un miembro de la Federación de Rusia, el oblast de Kaliningrado, se vio separado del resto del país por Lituania, que acababa de conseguir su independencia.
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El aislamiento incrementó cuando sus dos países vecinos, Lituania y Polonia, se adhirieron a la OTAN en 1999 y luego a la Unión Europea en 2004.
Desatendido durante mucho tiempo por el poder ruso, el exclave de Kaliningrado incluso consideró acercarse más a Europa a principios de los 2000.
"Algunos incluso hablaban de la creación de un cuarto estado Báltico, y se creó un partido político", explicaba Caroline Grimaud, especialista en geopolítica rusa, citada por Géo.
Económicamente insignificante, hoy Kaliningrado representa un recurso estratégico para Rusia. Lo que era una cabeza de puente durante la era soviética, se ha convertido de nuevo en un territorio militar desde hace unos diez años.
Caroline Grimaud también recuerda que el territorio "es hogar de la flota rusa del Báltico al igual que de miles de soldados".
Pero para la especialista, la principal amenaza viene del hecho de que cuenta con "un número desconocido de misiles con suficiente alcance como para amenazar Suecia, Finlandia, Alemania, Polonia y Lituania, por ejemplo".
Por lo tanto, el arsenal de Rusia en el corazón de la Europa del Este constituye un medio excepcional de presión de Moscú sobre otros estados europeos.
Además, los sistemas de defensas antiaéreos y antinavales instalados en Kaliningrado crean una burbuja defensiva en el mar Báltico que es suficiente para dificultar una intervención occidental si Rusia decidiera invadir Polonia u otros países bálticos.
El exclave de Kaliningrado está apoyado militarmente por Bielorrusia y están separados por 65 kilómetros de frontera entre Polonia y Lituania. A esto se le conoce como el "corredor de Suwalki", llamado así por la ciudad polaca de la región.
Rusia y Bielorrusia normalmente crean tensiones en la región. Una invasión del corredor podría aislar a los países bálticos del resto de Europa, convirtiéndolos en el punto débil del sistema militar de Occidente.
El presidente del gobierno polaco, Mateusz Morawiecki, realizó una visita, junto con el presidente de Lituania, al regimiento polaco antitanques n.º14 en Suwalki, en la frontera de Bielorrusia, el 3 de agosto. Unos días antes, dos helicópteros bielorrusos habían violado el espacio aéreo polaco.
Según recogió el medio 'France Culture', Morawiecki prometió que los dos países "defenderemos firmemente las fronteras polacas ante las provocaciones de Lukashenko, que sin duda van a continuar produciéndose".
La prueba de la firmeza de Varsovia la encontramos en mayo de 2023, mes en el que Polonia renombró el exclave de Kaliningrado. Ahora se conoce por el nombre polaco de Krolewiec que se usará en todos los mapas oficiales del país y sus atlas.
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¿Y qué piensa la población local de la situación? El medio 'Ouest France' señaló que, a pesar de la intensa propaganda del Kremlin, los residentes de la región de Kaliningrado también tienen acceso a los medios occidentales.
En Sovietsk, al norte del oblast, el puente que lleva hasta Lituania se cerró en 2022. Una residente, que fue entrevistada por el diario regional, recuerda la época en la que los "lituanos venían a llevarse gasolina a nuestro pueblo" y en la que "los nuestros cruzaban la calle para hacer turismo". "Ahora, incluso ir a ver a tus familiares se ha vuelto complicado", se lamentaba la entrevistada.
Tatiana, una jubilada entrevistada también por Ouest France, cuenta que la región no está totalmente aislada: "Aún podemos conseguir visas de circulación para ir a Rusia en coche, podemos coger el tren, el avión".
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Pero, "dado el contexto actual, es mejor hacer uso de las ventajas de nuestra región, nuestras playas y bosques", añadía la misma persona. Entre el aislamiento geográfico y la intensa presencia militar rusa, el exclave de Kaliningrado se enfrenta a un destino muy particular.
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Recordando a Mijail Gorbachov: una figura política muy controvertida