Surovikin, el feroz general de Putin en Ucrania
Lo llaman General Armagedón. Vladímir Putin designó a Serguéi Vladimirovich Surovikin como jefe de las tropas rusas en Ucrania. Conocido por su ferocidad inmisericorde en Siria o Chehenia, es la esperanza del Kremlin para ganar la guerra. ¿Quién es él y por qué se le califica en los medios occidentales de "brutal" o "despiadado"?
The New York Times destacó cuando fue nombrado por Putin que Surovikin es conocido por su brutalidad, practicas corruptas y, a la vez, vasto conocimiento de la lucha en las nuevas guerras del siglo XXI de complejidad y características diferentes a las de otros tiempos.
Yevgeny Prigozhin, el fundador del grupo mercenario prorruso Wagner (en la imagen junto a Putin en 2010), hizo una rara declaración pública respaldando al General Armageddon y calificándolo de “leyenda”.
Surovikin no es ajeno al conflicto ucraniano. Antes de que se le asignara el mando de todas las tropas rusas en Ucrania el 8 de octubre de 2022, estuvo a cargo de dirigir el ejército invasor en la parte sur del país.
The New York Times afirma que, a todos los efectos prácticos, Surovikin ya dirigía las tropas rusas en Ucrania antes de su nombramiento.
Su ascenso se produjo pocas horas después de que el ejército ucraniano volara el puente que conecta Rusia con Crimea, que supuso un duro golpe tanto logístico como moral.
Serguéi Vladimirovich Surovikin nació en Novosibirsk en 1966. Según la BBC, comenzó su carrera militar durante la guerra afgana-soviética en la década de 1980.
El profesor Peter Waldron, experto en historia de Rusia, aseguró que Surovikin, desde el principio de su carrera, siempre estuvo involucrado en episodios de una “violencia considerable”.
Surovikin formó parte del golpe de agosto de 1991, donde los comunistas de línea dura intentaron derrocar al primer ministro soviético Mikhail Gorbachev.
Entonces capitán, estuvo relacionado con la muerte de tres manifestantes antigolpistas en Moscú, en una brutal represión que, en principio, habría sido responsabilidad suya. Surovikin pasó varios meses en la cárcel, pero fue liberado después de que Boris Yeltsin concluyera que su participación en el golpe se limitó a seguir órdenes.
La BBC destaca que en 1995, mientras estudiaba en la prestigiosa Academia Militar Frunze, Surovikin fue suspendido por vender ilegalmente un arma a un compañero de clase.
El futuro General Armageddon afirmó que todo fue un montaje y el incidente fue eliminado de su registro militar.
Durante la década de 1990 y principios de la de 2000, Surovikin participó en acciones militares en Tayikistán y Chechenia.
Sin embargo, sería su participación durante la guerra civil siria lo que convertiría a Surovikin en el General Armageddon.
Rusia intervino en el conflicto sirio en 2015, ayudando a las tropas del presidente Bashar Al-Assad.
Surovikin dirigió en Siria el frente aéreo de Rusia a pesar de no tener experiencia previa en ese área. La BBC asegura que supervisó personalmente la destrucción de gran parte de la ciudad de Alepo.
En 2019, Surovikin se convirtió en comandante militar de las tropas rusas en Siria durante varios meses. “Al realizar misiones de combate en Siria, ni por un minuto nos olvidamos de que estábamos defendiendo a Rusia”, declaró a The Guardian.
Human Rights Watch señaló a Surovikin, entre otros comandantes militares rusos en Siria, como "responsable de mando" por las violaciones de derechos humanos en Siria durante la guerra en ese país.
The Guardian considera que Surovikin llevó su “libro de jugadas violentas de Siria ” a la guerra de Ucrania. Su sello son los ataques con cohetes contra objetivos civiles, que en Ucrania incluyeron un parque infantil.
Surovikin apareció en la lista de sancionados por la Unión Europea el 23 de febrero, un día antes de la invasión rusa de Ucrania.
Surovikin es un militar que considera válida toda brutalidad para ganar la guerra. Ahora bien, ¿está en condiciones de lograr este objetivo?
“Eso no va a resolver todos los problemas”, dijo Frederick B. Hodges, ex alto comandante del ejército estadounidense en Europa, según The New York Times. “Todos los problemas (del ejército ruso) son estructuraless y están profundamente arraigadas: corrupción, falta de preparación”.