John Fetterman o el senador de Pensilvania que desafía las reglas
John Fetterman se convirtió en uno de los grandes ganadores de las elecciones de medio mandato logrando una significativa victoria para el Partido Demócrata. Fetterman ganó un puesto en el Senado por Pensilvania vistiendo informalmente y exhibiendo sintonía con la clase obrera. Sin embargo, su biografía sólo encaja a medias con ese aire de 'working class hero' que es su seña de identidad.
Nacido en West Reading, Pensilvania, y criado en York (también en Pensilvania), John Fetterman fue fruto de la relación de unos padres adolescentes, Karl y Susan Fetterman, que tenían 19 años cuando él nació. Jóvenes progenitores que, sin embargo, pertenecían a familias acomodadas.
John Fetterman creció en un próspero barrio de clase media-alta de York y sus padres eran conservadores acérrimos y miembros del Partido Republicano.
El padre de Fetterman era copropietario de una compañía de seguros de York, un empresario exitoso de esta pequeña ciudad de Pensilvania. Esa posición permitió a John vivir disfrutando de lo que él mismo describió como una educación privilegiada.
"Nací en una familia que me brindó comida, refugio, amor, estabilidad, aceptación y poder estudiar en la universidad y en una escuela de Postgrado", dijo en una entrevista de 2015 que concedió al periódico The Patriot-News. (En la imagen, Fetterman junto a Joe Biden).
El éxito llegó pronto para John Fetterman, según publicó en un perfil sobre el político el diario Philidelphia Inquirer. En 1991 se graduó en la Universidad de Albright obteniendo un título en Finanzas y continuó estudiando un Master en Administración de Empresas por la Universidad de Connecticut (UConn).
Durante su tiempo en la UConn, la vida de John Fetterman dio un importante giro en el momento en el que uno de sus amigos más cercanos murió en un accidente de tráfico. Aquel golpe llevó a John a replantearse sus prioridades y buscar un modo de ayudar a los demás. Así se convirtió en voluntario de la organización benéfica 'Big Brothers Big Sisters of America'.
John Fetterman se convirtió con la ONG en la que colaboraba en tutor de un niño cuyo padre murió víctima del SIDA y que tenía también a su madre con la misma dolencia. Aquella experiencia le llevó a plantearse el concepto de o aleatorio como factor social, la suerte de nacer en un entorno rico o pobre, algo que John Fetterman llamó "lotería aleatoria de nacimientos" en más de un discurso político.
"En aquel momento, tomé la decisión de que no quería pasar el resto de mi carrera profesional buscando solo mejorar mis propias condiciones de vida", dijo John Fetterman en una entrevista con PennLive en 2015.
John Fetterman trabajó durante un corto periodo de tiempo como analista para la gestión de riesgos en la empresa Chubb & Son, pero dejó el trabajo para estudiar un Master en Políticas Públicas en la Harvard’s Kennedy School of Government.
Tras su paso por Harvard, John Fetterman comenzó a trabajar con personas pobres y de clase trabajadora. Creó un pequeño programa educativo en Braddock, Pensilvania, y, dos años más tarde, compró una iglesia con el dinero de su familia con el objetivo de transformar esta pequeña ciudad en la que alrededor del 35% de su población se encontraba por debajo del umbral de pobreza.
La carrera política de John comenzó en 2005 cuando se convirtió en alcalde de Braddock a tiempo parcial. Por aquel puesto ingresaba solo 150 dólares al mes, lo que compensaba con una paga extra de su padre de 54.000 dólares anuales para que pudiera seguir trabajando en mejorar la vida de los vecinos de la ciudad.
Fetterman se mantuvo en el cargo de alcalde de Braddock a lo largo de tres legislaturas. Durante ese tiempo trabajó duro para reconstruir la ciudad y consiguió convertirla en modelo de cómo transformar una ciudad deprimida, con paro y delincuencia en un lugar más seguro y acogedor.
Durante el tiempo que estuvo como alcalde de Braddock, John conoció a la activista brasileño-estadounidense Gisele Barreto Almeida después de que ella le escribiera una carta sobre el papel de la ciudad en la industria del acero. Se conocieron y acabaron casándose. Y, juntos, han tenido tres hijos a lo largo de los años en los que John Fetterman continuaba su ascenso dentro del mundo de la política.
En enero de 2013, aún como alcalde de Braddock, Fetterman fue duramente criticado por apuntar con una escopeta a un hombre afroamericano desarmado y que se encontraba haciendo deporte por la calle después de perseguirlo con su furgoneta pensando que era el autor de una serie de disparos cerca de su casa.
"Creo que hice lo correcto", dijo John en una entrevista en la WTAE-TV de Pittsburgh en 2013, pero, recalcó, "es posible que haya violado la ley".
El incidente de la escopeta, sin embargo, no dañó la popularidad de John Fetterman y, en 2016, anunció que se presentaría como candidato demócrata al Senado de los Estados Unidos de la mano de Pat Toomey.
Centrado en el apoyo al matrimonio igualitario y ayudando a la clase trabajadora y a las comunidades minoritarias de Pensilvania, la campaña de John Fetterman tuvo mucho que ver con la del entonces aspirante a presidente Bernie Sanders. Pero su camino se truncó rápido y acabó después de perder en las primarias demócratas ante Katie McGuinty.
Asumida la derrota, Fetterman probó suerte presentándose para ocupar el puesto en la oficina del vicegobernador de Pensilvania para el que, finalmente, fue elegido en 2019. Desde allí, no perdió la oportunidad de utilizar su posición y su influencia para hacerse un nombre a nivel nacional.
En 2022, John Fetterman anunció que planeaba presentarse nuevamente para el Senado de los Estados Unidos y ocupar el escaño de Pat Toomey después de que éste anunciara que lo dejaba.
Durante su campaña para el Senado, John Fetterman sufriría una serie de contratiempos importantes, incluido un accidente cerebrovascular isquémico, un ictus, que le provocó problemas en el habla. Sus dificultades en los debates (lentitud, falta de claridad en la pronunciación...) no sólo no le penalizó sino que despertó la solidaridad de la gente común.
John Fetterman acabó ganando y consiguió su escaño en el Senado con el 51% de los votos. Su aspecto de auténtico ciudadano de la Pensilvania profunda, la que fue gran acería de América y ahora sufre los embates de la globalización, acabó convenciendo.
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