Tendencias de belleza más bizarras de la historia

Aunque es cierto que las modas y preferencias estéticas siguen cambiando y lo han hecho a lo largo de la historia, algunas de ellas parecen aberrantes hoy. Te presentamos las 15 peores.  

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Durante siglos, las mujeres chinas vendaban sus pies desde niñas para mantenerlos pequeños, símbolo de belleza y estatus. Esta práctica dolorosa deformaba los pies permanentemente. Lo peor es que en algunos poblados pequeños lo siguen practicando. 

Se usaba polvo de plomo para blanquear el rostro, buscando una tez pálida. La mejor exponente de esa práctica fue Isabel I de Inglaterra. A largo plazo, el plomo causaba envenenamiento, dañando la piel y la salud. 

Las mujeres usaban corsés extremadamente apretados para afinar la cintura a medidas insalubres, provocando problemas respiratorios y deformidades. 

Las pelucas grandes y empolvadas eran símbolo de estatus. Se empolvaban con almidón de trigo, lo que atraía piojos, requiriendo cuidados extremos que incluían raparse.

La práctica de Ohaguro consistía en teñir los dientes de negro, usando mezclas a base de hierro y vinagre, cuando una joven se comprometía. Se consideraba símbolo de belleza y madurez. 

Los vestidos elaborados con telas verde brillante usaban arsénico para su color. Aunque hermosos, podían causar enfermedades graves o la muerte por exposición al arsénico. 

Las mujeres usaban gotas de belladona para dilatar las pupilas, lo que, consideraban, aumentaba el atractivo. Esto podía causar problemas de visión graves o incluso la muerte. 

Las mujeres de ciertas tribus usan anillos de metal alrededor del cuello desde jóvenes, alargándolos visualmente. Esto, además de doloroso, puede deformar también la clavícula y las costillas. 

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Se usaban ungüentos a base de arsénico para eliminar el vello facial. Aunque efectivos, eran extremadamente peligrosos. 

Productos como cremas y polvos contenían sustancias radiactivas, entre ellas el mismísimo radio. Se promocionaban por sus supuestos beneficios rejuvenecedores. 

Se usaban aretes pesados con el fin de estirar los lóbulos de las orejas. Esta práctica podía causar deformaciones y desgarros. Esta práctica sigue en uso para algunas tribus urbanas alternativas. 

Algunas culturas como los Mayas o los chinos, deformaban los cráneos de los bebés utilizando vendajes. Con esto buscaban alargar la forma de la cabeza, lo que se consideraba un signo de belleza o estatus. 

Estas estructuras metálicas que se usaban bajo las faldas para aumentar su volumen, a menudo eran incómodas y peligrosas, ya que podían atrapar a las mujeres en llamas o impedirles el movimiento. 

Los tatuajes eran signos de belleza, estatus o pertenencia a un grupo. Se siguen utilizando en algunos sitios apartados, como Papúa, Nueva Guinea. 

También conocidos como discos, platillos o placas labiales, se colocan en el labio inferior, superior, o en ambos, después de realizar una perforación. Estos platos están hechos de arcilla o madera y entre dos y tres meses después, se van insertando discos de mayor tamaño, hasta alcanzar el alargamiento deseado. 

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