Las pirámides del mundo más allá de las de Egipto y México

Cuando hablamos de pirámides como monumentos históricos de nuestro rico patrimonio mundial, irremediablemente nos vienen a la cabeza las de Egipto y, en segundo término, las de Chichén Itzá, en México. Pero la realidad es que no son las únicas que existen. Hay muchas más…

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Egipto puede presumir de contar en su territorio con algunas de las pirámides más espectaculares y emblemáticas del mundo. Entre ellas, las más icónicas son las de Giza, con un conjunto conformado por las tres pirámides de Keops, Kefren y Micerinos y que datan del año 2.570 a.C.

Construidas como monumentos funerarios y rodeadas de un eterno aire de misterio, son muchas más las que pueden encontrarse en territorio egipcio. Y, como ejemplos, ahí están la pirámide escalonada de Zoser en Saqqara, la pirámide acodada o la Roja, en Dahshur; o las de Abusir, entre otras.

En cuanto a México, las civilizaciones prehispánicas que habitaron sus tierras, principalmente los mayas, dejaron un enorme legado arquitectónico y cultural en forma de pirámides, entre las que las más conocidas son, sin duda, las de Chichén Itzá.

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Eso sí, aunque sí las más famosas, no son las únicas que podemos encontrar en tierras mexicanas. Y, como ejemplo, las pirámides de Teotihuacán; la pirámide del Adivino de Uxmal; la de Nohoch Mul de Cobá; las pirámides de Monte Albán; el Templo de las Inscripciones de Palenque; la pirámide de los Nichos de El Tajín; la Gran Pirámide de Cholula; la de Toniná o la de Calakmul.

¿Y qué hay del resto del mundo? Para la sorpresa de muchos, el país con más pirámides de nuestro planeta, por delante de Egipto y de México, es Sudán. En este país africano, se estima que existen unas 255 pirámides de distintos tamañosque fueron erigidas entre los años 1070 y 350 a.C.

Las pirámides Nubias, nombre que reciben en Sudan, están construidas en mitad del desierto y, en la actualidad, se conservan en tres yacimientos arqueológicos: El Kurru, Jebel Barkal y Meroe, éste último designado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En América, viajando hacia el sur desde México, también podemos encontrar algunos otros buenos ejemplos. Es el caso de Tikal, en Guatemala, la gran ciudad maya del país centroamericano. Allí, se puede ver solamente una pequeña parte de lo que un día hubo y que ha sido hasta ahora excavado y restaurado.

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Situado en el municipio de Flores, en el departamento de Petén, este conjunto histórico guatemalteco está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y cuenta, entre otras muchas cosas, con nueve complejos de pirámides gemelas entre los que destaca el conocido como Templo del Jaguar.

Ya en Sudamérica, en Perú concretamente, nos trasladamos a Túcume, un espacio arqueológico situado a 33 kilómetros al norte de la ciudad de Chiclayo, donde se pueden encontrar los restos de numerosas pirámides que fueron construidas en adobe en torno a una estructura rocosa conocida como el Cerro La Raya.

La pirámide de mayor tamaño en Túcume (Huaca Larga) tiene 700 metros de longitud, 270 de anchura y 30 de altura, mientras que otras alcanzan desde los 10 a los 15 metros de altura. A diferencia de las pirámides egipcias, y como es el caso de las mexicanas, estas se forman con grandes plataformas superpuestas y son truncas, sin punta.

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También podemos encontrarlas en Bolivia con la pirámide de Akapana, la mayor construcción erigida por la cultura Tiahuanacota y que forma parte del Complejo Arqueológico Monumental de Tiwanaku. Cuenta con una estructura escalonada de 194 metros de largo por 182 metros de ancho y 18 metros de altura.

Situada en el departamento de La Paz, según los expertos el de Akapana fue un templo dedicado al Dios Sol. y que se utilizaba como lugar de culto, ya que en su cima existía un templete semisubterraneo en forma de cruz para la realización de ritos religiosos ancestrales.

Y de América a Asia, otro continente con buenos ejemplos. Aquí hacemos una parada en Koh Ker un lugar arqueológico situado al norte de Camboya, en medio de una región selvática y escasamente poblada. También considerado como Patrimonio de la Humanidad, en este lugar se pueden encontrar más de 180 santuarios.

Su pirámide Central consta de siete niveles y abarca 40 metros de alto por 55 metros de anchura, además de que, junto a ella, se pueden encontrar otras construcciones piramidales como Prasat Thom, también escalonada y construida de arenisca; o Prasat Krahom, la segunda pirámide más grande del complejo.

En la isla de Java (Indonesia), también podemos encontrar un buen ejemplo. Se trata del templo Candi Sukuh, conocido también como el ‘templo erótico’, una obra arquitectónica que data del siglo XV y se encuentra en las laderas del monte Lawu, un volcán inactivo.

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La estructura piramidal del templo Candi Sukuh, sin hacer alusión a sus tallas eróticas con las que cuenta en toda su fachada, lo hace muy diferente de otros templos de isla indonesia y algunos consideran que podría remontarse a creencias animistas pre-hindúes.

Hacia el norte, en China, también podemos parar en el misterioso valle de las pirámides prohibidas, una zona de Xi’an que, según muchos exploradores, el gobierno del país se esfuerza en ocultar (por lo que apenas existen imágenes) y donde destaca por encima del resto la ‘Pirámide Blanca’, que sería aún mayor que la Giza, en Egipto.

Junto a ellas, también en China, está la Tumba del General en Ji’an, el lugar donde estuvo situada la primera capital del Goguryeo, un antiguo reino asiático, de la que queda esta estructura con forma piramidal escalonada de seis planchas.

En la lista, podemos además incluir el Zigurat de Ur, en Nasiriya (Irak), obra de las poblaciones mesopotámicas que habitaron la zona en el siglo XXI a.C.- durante el reino de Ur-Nammu- para homenajear, en este caso, a Nanna, dios de la Luna y cuya estructura es como la de una pirámide seccionada en su base.

Para sorpresa de muchos, en Europa también podemos encontrar pirámides. Eso sí, sólo en tres países distintos: una de ellas, en Italia, con mucha historia a sus espaldas y, las otras, mucho más modernas que todas las anteriores, en España y Países Bajos.

La primera de ellas, la italiana, es la pirámide Cestia o pirámide de Cayo Cestio, un monumento de estilo egipcio que se encuentra en la ciudad de Roma, junto a la Porta San Paolo y al cementerio protestante de la capital romana. Se construyó en torno a los años 18 y 12 a. C. como sepulcro para Cayo Cestio Epulón, magistrado.

La segunda de estas pirámides europeas se encuentra en los Países Bajos. Se trata de la pirámide de Austerlitz, que fue construida –en sólo 27 días- de la mano del general Marmont y con el objetivo de rendir tributo al emperador francés Napoléon Bonaparte.

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España también cuenta con otras pirámides en las Islas Canarias –geográficamente a la altura de África-, que son las Pirámides de Güímar o Majanos de Chacona, situados en Tenerife. Unas construcciones en forma de pirámides escalonadas que datan, según la mayoría de los expertos, del siglo XIX.

Junto a estas, se abre el debate sobre la existencia de más pirámides en territorio europeo con las pirámides bosnias, que son un grupo de colinas naturales situadas en Visoko, al noroeste de Sarajevo, que según una teoría pseudo-arqueológica promovida por el empresario Semir Osmanagić, son las mayores y más antiguas pirámides construidas por el hombre.

Osmanagić siempre ha sostenido que existen túneles, bloques de piedra y morteros antiguos que demuestran que alguna vez existió algún tipo de estructura, pero geólogos, arqueólogos y otros científicos apuntan a que son simples formaciones naturales tras analizar el lugar y su historia.

Y luego están todas esas construcciones modernas con forma piramidal que se encuentran lejos de ser monumentos históricos como la pirámide de cristal del Louvre, en París (Francia); el Luxor Hotel de Las Vegas (Estados Unidos); o las de Golod, 17 pirámides entre 11 y 44 metros construidas en Rusia en los años 90 por el matemático Alexander Golod. ¡Quién sabe si algún día lo serán!

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