La trágica e impactante historia de Christopher Reeve

El mejor Superman de la historia
¿Cómo ocurrió todo?
Su caballo frenó en seco y Reeve salió disparado
Fractura de dos vértebras y sección de la médula espinal
Christopher Reeve quedó cuadripléjico
En silla de ruedas y con respiración asistida
Una peligrosa operación
Una lesión permanente
Su reaparición en los Óscar
Un discurso emotivo con toques de humor
Creó su propia fundación para dar visibilidad a situaciones como la suya
El mejor Superman
Tiñó su cabello de negro
Los productores le eligieron por ser una cara desconocida
Otros trabajos al margen de Superman
Sus inicios profesionales
Antes de presentarse al casting de 'Superman' había pensando en dejar la actuación
Su carrera tras el accidente
No dejó de trabajar tanto delante como detrás de las cámaras
Ganó un Grammy con su audiolibro de memorias
Pensó en quitarse la vida
La importante labor de la Christopher & Dana Reeve Foundation
El fallecimiento de Christopher Reeve
Tenía 52 años cuando falleció
Un Superman que lo fue tanto dentro como fuera de la pantalla
El mejor Superman de la historia

Hablar de Christopher Reeve es hablar del mejor Clark Kent que se ha podido ver en la gran pantalla. Pero fue también un superhéroe detrás de las cámaras, como tuvo oportunidad de demostrar tanto antes como después de aquel terrible accidente que casi le cuesta la vida.

 

 

¿Cómo ocurrió todo?

Ocurrió un 27 de mayo de 1995, cuando una desafortunada caída de su caballo lo cambió todo para siempre. ¿Cómo ocurrió?

Su caballo frenó en seco y Reeve salió disparado

El actor era un gran aficionado a la equitación desde que comenzara a prepararse para su papel en la película de Anna Karenina de 1985 y en un concurso hípico con obstáculos celebrado aquel día de mayo de 1995 en Culpeper (Virginia), su caballo frenó de golpe provocando que el famoso actor saliera disparado.

Fractura de dos vértebras y sección de la médula espinal

Cuando el actor, a lomos de su caballo, iba a proceder a realizar un salto de triple barra, su corcel paró en seco y el actor salió hacia delante de cabeza. ¿El resultado? Una fractura de dos vértebras cervicales y sección de su médula espinal.

Christopher Reeve quedó cuadripléjico

Reeve quedó cuadripléjico, sin poder mover pies y manos ni poder respirar por sí mismo. El caballo en cuestión, el de la imagen, era un precioso purasangre de color marrón que se llamaba Eastern Express, apodado Buck.

En silla de ruedas y con respiración asistida

Los servicios sanitarios tuvieron que realizarle la respiración boca a boca, después de lo cual, en la ambulancia que lo trasladaba al Centro Médico Universitario de Charlottesville, recuperó el conocimiento.

Una peligrosa operación

El actor fue sometido a una arriesgada operación gracias a la que consiguió volver a mover los dedos de su mano izquierda. Salvó la vida pero desde entonces y para el resto de sus días, tuvo que permanecer en una silla de ruedas, con respiración asistida y cuidados permanentes.

 

 

Una lesión permanente

Pese a que Christopher pasó seis meses en el Instituto de Rehabilitación Kessler, en Nueva Jersey, la lesión era permanente y poco se podía hacer...

Su reaparición en los Óscar

Sin embargo, no pasó ni un año cuando, en marzo de 1996, Christopher Reeve consiguió hacer frente a su dura situación y dar un ejemplo inspirador, reapareciendo en la gala de entrega de los Oscar y provocando el aplauso y la emoción de todo el auditorio.

 

 

Un discurso emotivo con toques de humor

Reeve pronunció un emotivo discurso en el que quiso poner el foco en cómo el poder de la industria cinematográfica puede convertirse en altavoz para multitud de causas sociales. Y, además, lo hizo sin perder su sentido del humor: “Lo que quizás no saben es que salí de Nueva York en septiembre y acabo de llegar a Los Ángeles esta misma mañana”, bromeó.

Creó su propia fundación para dar visibilidad a situaciones como la suya

A partir de entonces se volcó en dar visibilidad a situaciones como la suya, promoviendo distintas acciones desde su propia fundación que buscaban apoyo a la investigación para tratar de encontrar formas posibles de volver a caminar.

 

 

El mejor Superman

Lejos quedaban ya aquellos tiempos en los que Reeve alcanzó el reconocimiento del público y la industria por dar vida al mejor Superman de todos los tiempos. Un papel para el que, además de contar ya de por sí con cualidades físicas evidentes, se preparó a conciencia, llegando a ganar la masa muscular suficiente como para no tener que usar prótesis en su traje para simular músculos.

Tiñó su cabello de negro

Además, para encajar mejor en el personaje, tiñó su cabello de negro (su verdadero color era rubio) y se puso gafas de pasta para parecerse más al icónico Clark Kent del cómic original de DC.

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Los productores le eligieron por ser una cara desconocida

Pese a que se postularon para el papel actores de fama consolidada, los productores tomaron la decisión de que el actor que diera vida a Superman fuera una cara nueva, la de un actor a la que el público no identificara con otros personajes. La decisión de apostar por Reeve fue la acertada y el público respondió favorablemente, convirtiendo en éxito las películas de la saga en las que participó.

Otros trabajos al margen de Superman

Al margen del personaje de Superman, del que de algún modo luchó por desprenderse en algunos momentos de su carrera, el actor también será recordado por otros papales, como el personaje de Richard Collier en la película de 1980 'Somewhere in Time' ('En algún lugar del tiempo' /  'Deja que el tiempo vuelva').

Sus inicios profesionales

Comenzó actuando en el teatro durante su época de estudiante, llegando a debutar en Broadway en 1976 con la obra 'A Matter of Gravity', en el papel del nieto de Katharine Hepburn, quien le ayudó mucho en sus primeros años.

Antes de presentarse al casting de 'Superman' había pensando en dejar la actuación

Su trabajo en Broadway le gustaba, pero no le hacía ganar mucho dinero, por lo que pensó en dejarlo e irse trabajar con su padre. Y fue en ese momento cuando se enteró del casting en el que buscaban al actor que diera vida a Superman y se presentó. El resto es historia.

Su carrera tras el accidente

Su vida laboral no se detuvo tras el accidente que le cambió la vida y en 1997 debutó como director en la película para la televisión 'In the Gloaming', que cuenta la historia de un joven enfermo de sida que pasa sus últimos días con su familia. En 1998 participaría además en el filme 'La ventana de enfrente', dirigido por Jeff Bleckner. Se trataba de una adaptación del clásico de Hitchcock 'La ventana indiscreta'.

 

 

No dejó de trabajar tanto delante como detrás de las cámaras

A nivel interpretativo, le vimos en otras series como 'The Practice' o 'Smallville' y se atrevió de nuevo como director en 2004 con 'The Brooke Ellison Story, una película que narra la vida del joven discapacitado Brooke Ellison, el primer tetrapléjico graduado en la Universidad de Harvard. En 2006, dos años después de su fallecimiento, se estrenó 'Everyone's Hero', una película de animación en cuya dirección trabajó junto a Colin Brady y Daniel St. Pierre.

Ganó un Grammy con su audiolibro de memorias

Parte de todos estos episodios los narró en su autobiografía 'Still Me' ('Sigo siendo yo') publicada en 1998. E incluso realizó una versión del libro en audio que ganó el premio Grammy al mejor álbum narrado del año 1999.

Pensó en quitarse la vida

Uno de los momentos más estremecedores que pueden encontrarse en sus memorias es cuando le confesó a su mujer que pensaba que debía dejarle y él quitarse la vida. "Te diré una cosa, te apoyaré en todo lo que quieras hacer, porque es tu vida y tu decisión. Pero quiero que sepas que estaré contigo para siempre, toda la vida, hasta el final. Sigues siendo tú y te amo”, fueron las palabras de su esposa, Dana Morosini. A raíz de entonces nunca más pensó en no querer seguir viviendo.

La importante labor de la Christopher & Dana Reeve Foundation

Su mujer, que siempre estuvo a su lado, le apoyó mucho en la labor que llevaba a cabo su fundación, que buscaba tratamientos para personas con lesiones de médula espinal y otras discapacidades. Tal fue su papel que, en 2007, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Dana por un cáncer de pulmón, la Fundación cambió su nombre y pasó a llamarse Christopher & Dana Reeve Foundation.

El fallecimiento de Christopher Reeve

Con el paso del tiempo, la salud de Reeve se fue deteriorando, provocándole atrofia muscular y la aparición de escaras. Y para tratar de curar una de estas úlceras abiertas en la carne, precisamente, se le suministró un tratamiento con antibiótico que le provocó un ataque a corazón el 9 de octubre de 2004.

 

 

Tenía 52 años cuando falleció

Aquel 9 de octubre entró en coma y fue trasladado al Hospital North Westchester de Mount Kisco, situado en Nueva York, donde falleció un día más tarde a los 52 años de edad.

Un Superman que lo fue tanto dentro como fuera de la pantalla

Se apagó así la vida de un Superman que lo fue tanto dentro como fuera de la pantalla. Y ahí queda, además de su trabajo cinematográfico, una historia de superación que sirve para inspirar a las nuevas generaciones.

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