La trágica infancia del futbolista colombiano Juan Cuadrado: el fútbol le salvó la vida

Una vida entre la tragedia y el éxito
Su dura infancia le hizo madurar antes de tiempo
Nació en una familia humilde y un contexto de violencia
El juego de esconderse en medio de los tiroteos
El peor momento de su vida
Su padre murió víctima de uno de esos tiroteos
Una nueva vida bajo la protección de su madre
Su madre quería que estudiara y él, jugar al fútbol
Sin sus botas de fútbol, el peor castigo que recuerda
Pronto empezó a formarse como futbolista
Su baja estatura hizo que lo rechazaran en Argentina
Un momento clave para impulsar su carrera
De lateral a centrocampista
Camino hacia el éxito en el Independiente de Medellín
Rápido salto a Europa de la mano del Udinese
Sus otros clubes en Italia antes de fichar por el Chelsea
Experiencia para olvidar en la Premier League
La Juventus, el equipo de su vida
Coleccionista de títulos con los bianconeri
Nueva aventura en el Inter de Milán
Debutó con Colombia en 2010… ¡Y lo hizo marcando!
Sus números con la selección colombiana
Dejando atrás un pasado superado por sus éxitos
Una vida entre la tragedia y el éxito

Juan Cuadrado ha sido uno de los mejores futbolistas colombianos de la última década, triunfando en equipos europeos de la talla de Chelsea, Juventus o Inter de Milán. Una vida de éxito dentro del mundo del fútbol que tiene detrás una historia de superación cimentada en una infancia difícil y trágica.

 

Su dura infancia le hizo madurar antes de tiempo

Una infancia, la de Juan Cuadrado, que le duró poco, pues le tocó madurar antes de tiempo a causa de la gran tragedia que azotó a su familia con la muerte de su padre, una transportista de bebidas gaseosas, en un tiroteo a las puertas de su propia casa, como narra en su libro autobiográfico ‘Cuadrado. Panita, esta es mi historia’ (2021).

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Nació en una familia humilde y un contexto de violencia

Cuadrado nació el 26 de mayo de 1988 en Necoclí, una ciudad de la región de Urabá (Antioquía). Lo hizo en el seno de una familia humilde y en un contexto de violencia, ya que era una zona donde, habitualmente, se producían tiroteos entre grupos paramilitares y narcotraficantes.

El juego de esconderse en medio de los tiroteos

Tal era la situación que se vivía allí, que sus padres, Guillermo Cuadrado y Marcela Bello, siempre concienciaron al pequeño Juan Cuadrado a través del juego para huir de esa violencia. Para ello, le propusieron que, siempre que escuchara un tiroteo, se escondiera debajo de su cama.

El peor momento de su vida

Sin embargo, cuando Cuadrado tenía sólo cuatro años, llegó aquel fatídico momento. Un tiroteo volvió a resonar fuera de su casa y el pequeño, como estaba acostumbrado, se escondió bajo su cama hasta que reinó el silencio y pudo salir, esta vez con un final totalmente distinto e inesperado al del resto de veces que hacía su juego…

Su padre murió víctima de uno de esos tiroteos

Como resultado de aquel tiroteo, en la calle, junto a su casa, pudo ver cómo su padre yacía muerto, víctima de las balas. Una imagen que cambió la vida de Juan Cuadrado para siempre.

Una nueva vida bajo la protección de su madre

Después de aquello, su madre se ocupó de proteger a su hijo y se convirtió en su guía. Se trasladaron a la ciudad de Apartadó, donde ella trabajo en las bananeras y donde comenzó a estudiar el bachillerato nocturno, con el pequeño Juan Cuadrado como acompañante.

Imagen: Instagram de Juan Cuadrado (@cuadrado)

Su madre quería que estudiara y él, jugar al fútbol

Del mismo modo, Marcela Bello trató siempre de que se centrara en sus estudios en el colegio para labrarse un futuro, mientras Cuadrado se empezaba a interesar por el mundo del fútbol y comenzaba a soñar con convertirse algún día en una estrella mundial dentro de este deporte.

Imagen: Instagram de Juan Cuadrado (@cuadrado)

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Sin sus botas de fútbol, el peor castigo que recuerda

Un buen ejemplo de ello fue lo que el propio Cuadrado considera, según sus palabras, como el peor castigo de su vida. Fue cuando, jugando en una carretera, se rompió el tendón de Aquiles, lo que llevó a su madre a castigarlo durante todo un mes quitándole las botas de fútbol.

Pronto empezó a formarse como futbolista

A pesar de todo, consciente de su afición por el fútbol, su madre lo apuntó a la Escuela Mingo Fútbol Club de Necoclí, desde donde, posteriormente, pasaría a formar parte de las categorías inferiores del Manchester FC de Apartadó.

Su baja estatura hizo que lo rechazaran en Argentina

Sin embargo, su ascenso dentro del mundo del fútbol tampoco fue fácil. Juan Cuadrado tardó en dar el estirón y, con 13 años, sólo medía 1,35 metros, lo que hizo que fuera rechazado por hasta cinco clubes argentinos –Boca Juniors, River Plate, Nueva Chicago, Tiro Federal y El Porvenir- cuando hizo las pruebas para entrar en ellos.

Un momento clave para impulsar su carrera

El momento clave en el inicio de su vida como futbolista llegó de la mano del ojeador Nelson Gallego, del Deportivo Cali, que fue quien lo descubrió y, enamorado de su forma de jugar al fútbol, decidió convertirse a partir de ese momento en su mentor.

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De lateral a centrocampista

De este modo, su carrera como futbolista arrancaría en el Club Atlético Urabá, un equipo formativo de Apartadó, donde su entrenador lo reconvirtió de lateral a centrocampista, el puesto donde ha acabado triunfando en todos los equipos por los que ha pasado.

Camino hacia el éxito en el Independiente de Medellín

Desde allí, pasaría a formar parte de las categorías inferiores del Deportivo Rionegro, ahora conocido como Itagüí Leones F.C., equipo de la Primera B, y donde despuntó hasta convertirse en objetivo de equipos de la primera división colombiana, entre los que se encontraba el Independiente de Medellín, que, finalmente, lo ficharía en el año 2008, cuando Juan Cuadrado tenía ya 20 años.

Rápido salto a Europa de la mano del Udinese

Fue a partir de ese momento cuando Juan Cuadrado comenzó a dejar su trágico pasado atrás para escribir un futuro lleno de éxitos. Y es que, tras dos años, en la élite del fútbol colombiano, el centrocampista dio en salto a Europa, donde fichó por el Udinese, de la Serie A italiana en el verano de 2009.

Sus otros clubes en Italia antes de fichar por el Chelsea

Así, en sus 14 años en el futbol europeo, además del Udinese, Cuadrado pasó por clubes como el Lecce, donde estuvo cedido en la temporada 2011-2012, y la Fiorentina (2012-2015), su anterior equipo antes de fichar por el Chelsea inglés por nada menos que 35,5 millones de euros en febrero de 2015.

Experiencia para olvidar en la Premier League

Sin embargo, su aventura en la Premier League –aunque ganó el título y una Carabao Cup- no fue ni muy larga, ni muy fructífera, con pocos partidos como titular y alguna que otra lesión de por medio, lo que le llevó a ser cedido a la Juventus de Turín en el verano de ese mismo año.

La Juventus, el equipo de su vida

Unos meses después, en octubre de 2015, Chelsea y Juventus firmaron un acuerdo por 22 millones de euros para convertir su cesión en fichaje, dando continuidad a la que sería la mejor etapa de Cuadrado como futbolista profesional: ocho temporadas de éxitos con los bianconeri.

Coleccionista de títulos con los bianconeri

Con la camiseta de la Juventus de Turín, Cuadrado jugaría un total de 314 partidos, en los que marcó 26 goles y aportó además con 59 asistencias. Unos números los que suma la gran cantidad de títulos que consiguió durante aquellos años: 5 trofeos de la Serie A, 4 Copas de Italia y dos Supercopas italianas.

Nueva aventura en el Inter de Milán

A sus 35 años y tras esa etapa histórica para él en la Juventus, Cuadrado decidió no renovar por el equipo de Turín, a pesar de que le ofrecieron de nuevo la renovación y decidió comenzar una nueva aventura para la temporada 2023-2024 con la camiseta del Inter de Milán, con quienes firmó un contrato de un año.

Debutó con Colombia en 2010… ¡Y lo hizo marcando!

Su gran trabajo a nivel de clubes, le ha permitido también jugar con la selección de Colombia, convirtiéndose en uno de sus grandes estandartes en la última década desde que debutó –con gol incluido- en un partido contra Venezuela en al año 2010.

Sus números con la selección colombiana

Con la elástica colombiana, Cuadrado ha disputado cinco Copas América y dos Mundiales, el de Brasil 2014 –en el que alcanzaron los cuartos de final- y el de Rusia 2018, jugando un total de 116 partidos internacionales en los que ha marcado 11 goles y en los que ha llegado a ejercer como capitán.

Dejando atrás un pasado superado por sus éxitos

Mientras su retiro del mundo se acerca, porque la edad no perdona a nadie y mucho menos a los deportistas, Cuadrado disfruta de una vida de éxito forjada con el esfuerzo y sobre los cimientos de la tragedia que le golpeó cuando era niño. Una infancia, aunque imposible de olvidar, ya convertirá en mero recuerdo del pasado.

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