El 'traidor' que fichó por el eterno rival: Courtois, el peor enemigo de la historia del Atlético de Madrid
La imagen de los ultras del Atlético de Madrid lanzando objetos a Thibaut Courtois durante el derbi con el Real Madrid celebrado en el estadio Metropolitano está dando la vuelta al mundo. Una escena dantesca, por la que el árbitro llegó a parar al encuentro, y que tiene un trasfondo más allá de las meras provocaciones.
Y es que el guardameta del conjunto blanco es persona ‘non grata’ para la afición rojiblanca, que, desde que fichó por el Real Madrid en 2018 lo ha convertido uno de sus grandes enemigos (sino el peor villano de toda su historia). Un ‘traidor’ con el que han protagonizado numerosos encontronazos.
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Courtois jugó tres temporadas en las filas del Atlético de Madrid, entre 2011 y 2014, donde permaneció siempre en calidad de cedido por el Chelsea, club que terminaría repescándolo de cara a la campaña 2014-2015. Fueron años en los que el belga fue titular indiscutible y un ídolo para la afición rojiblanca.
Su currículum con el club atlético es intachable: 154 partidos en los que encajó 125 goles. Consiguió el Trofeo Zamora dos años seguidos (2014 y 2015) y fue fundamental con sus paradas para que su equipo ganara la Copa del Rey de 2013 frente al Real Madrid y La Liga en 2014, además de para alcanzar la final de la Champions League 2014 en la cayeron ante los blancos.
Finalmente, en el verano de aquel gran año 2014, Courtois se marcharía a la Premier League, llevándose con él todo el cariño de la afición rojiblanca. Sin embargo, su fichaje cuatro años después por el Real Madrid daría un vuelco a esa situación. El portero belga pasaría de héroe a villano acusado de "traidor" y su fichaje de "una falta de respeto" para su antiguo club.
Su presentación con el Real Madrid ya fue un dardo directo al corazón de los rojiblancos. En ella se declaró madridista de corazón, asegurando que "ahora vengo a un club en el que siempre he querido estar. Nunca he besado un escudo y hoy sí", aunque también aprovechó para declarar su "máximo respeto" a su antiguo club.
Recordó además sus ofensivos cánticos contra los blancos celebrando la Copa del Rey de 2013 que, en su momento, enfervorizaron a los seguidores atléticos, pero para retractarse: "Era muy joven. Pedí perdón y lo hago ahora mismo. Ellos verán que yo daré todo por el escudo del Madrid" dijo.
Su primer encontronazo ya lo vivió en la previa de la Supercopa de Europa que enfrentó aquel año el Real Madrid y el Atlético de Madrid en Tallín y en la que no jugó, al no estar inscrito. Entonces, una hora antes del partido, al ir hacia el túnel de vestuarios, varios radicales del club colchonero no dudaron en increparlo e insultarlo.
En su primer derbi tras su llegada al conjunto merengue, en febrero de 2019, Courtois fue recibido en medio de un ambiente muy hostil y, de hecho, ya demostraron su descontento con él atacando -por primera vez, ya que se ha convertido en costumbre- la placa con la que el Atlético de Madrid lo homenajeó por jugar más de 100 encuentros de rojiblanco.
En unas declaraciones recogidas por el diario Mundo Deportivo, ya dijo: "Los aficionados del Atlético de Madrid se pasaron de la raya lanzándome ratas de peluche, el incidente con la placa, la sangre… Puedo entender su enfado, yo venía de un club rival, pero se pasaron de la raya".
Entonces trató de esquivar la polémica: "Yo creo que en esos momentos yo estoy en mi partido, concentrado y olvido lo que pasa. Es lo mejor, estoy pendiente de jugar. En otros partidos a veces la afición también pita y no pasa nada. He intentado jugar mi partido con los compañeros y ganar. Eso fue lo mejor".
El tema de la placa siempre ha dado noticias antes de los derbis y, desde un sector de la afición rojiblanca se ha exigido siempre su retirada, algo por lo que el presidente del club, Enrique Cerezo, llegó a hacer unas desafortunadas declaraciones en 2022 que algunos siguieron al pie de la letra: "si quieres quitar la placa de Courtois ve con un pico y una pala y quítala".
Estas palabras de Cerezo fueron la respuesta también a otras declaraciones del meta belga previas a la final de la Champions League 2022 -en la que los blancos vencieron al Liverpool- que enfurecieron a la afición rojiblanca y que llegó a reprocharle incluso el alcalde de Madrid -aficionado atlético confeso-.
"El Liverpool ya jugó contra el Real Madrid en 2018 y, si te enfrentas al Real Madrid, sabes que ganan las finales. Ahora estoy en el lado bueno de la historia", dijo entonces Courtois en rueda de prensa, algo que hizo a muchos atléticos recordar aquella final de 2014 en la que cayeron derrotados antes los blancos con el belga bajo sus palos.
Tras aquel episodio, Courtois mandó una carta al Atlético mostrando su agradecimiento al club rojiblanco por su etapa en el club, aunque criticó también la actitud beligerante de la hinchada colchonera, que suele proferir insultos contra él en cada partido que se enfrentan, algo que nunca ha dejado de ocurrir.
El problema con la vandalización de la placa de Courtois, que llegó a ser arrancada en 2022, ha llegado a tal punto que el Atlético de Madrid, decidió cambiar ese año el nombre del 'Paseo de las Leyendas' a 'Paseo de los jugadores centenarios', reservándose además el derecho a retirar las placas "a los jugadores irrespetuosos" con el club.
La relación imposible de Courtois con el Atlético de Madrid ha vuelto a sumar un nuevo episodio. Y es que, después de días en los que sólo de ha hablado de Vinicius como el gran objetivo de las críticas de los seguidores rojiblancos, finalmente toda su ira fue contra el portero belga.
Después de que desde la grada del Frente Atlético se le cantara 'muérete', Courtois respondió con varios gestos dirigidos hacia ellos tras el gol con el que el Real Madrid se adelantaba en el partido, lo que provocó que los hinchas rojiblancos desplegaran toda su ira lanzándole toda clase de objetos, incluyendo mecheros, lo que obligó al árbitro a parar el encuentro.
Unos hechos deleznables que han vuelto a poner sobre la mesa lo que muchos ya sabían. Y es que, lejos de elucubraciones, Courtois sigue el enemigo número uno de la afición rojiblanca, el más odiado, el peor de los villanos, y ya no sólo de estos tiempos, sino de toda su historia.
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