Corea del Norte y su última medida: un veto insólito en gastronomía
El gobierno de Corea del Norte, conocido por establecer una serie de prohibiciones peculiares a lo largo de los años, ha agregado supuestamente un nuevo artículo a su lista: los hot dogs o perritos calientes. Este último veto se suma a otras restricciones previas que incluyen el uso de chaquetas de cuero y pantalones vaqueros, según informan algunas fuentes occidentales.
El New York Post escribe que Corea del Norte supuestamente ha prohibido comer perritos calientes como parte de una ofensiva contra la influencia occidental que se infiltra en el país.
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Según The New York Post, las personas que vendan o cocinen perritos calientes se enfrentan a la posibilidad de ir a prisión en los infames campos de trabajo de Corea del Norte.
El tabloide británico The Sun, que sacó la historia, explica que la prohibición no afecta a los hot dogs hechos en Estados Unidos, sino a los Budae-jjigae, una sopa de fideos picante hecha con salchichas o fiambres, como el SPAM.
El New York Post explica que el nombre de la comida se traduce como “guiso de base militar” y proviene de los surcoreanos pobres y hambrientos que cocinaban carne descartada por los soldados estadounidenses durante la guerra de Corea.
Se cree que el budae-jjigae llegó a Corea del Norte en algún momento a fines de la década de 2010, décadas después de que se inventara el platillo en el sur.
Sin embargo, dado que la fuente de The Sun supuestamente es un vendedor de comida de la provincia norteña de Ryanggang, es mejor tomar el tema del hot dog con cautela.
Lo cierto es que Pyongyang tiene algunas regulaciones estrictas, nacidas del miedo a la influencia occidental.
La vestimenta e incluso los cortes de pelo están supervisados para no salirse de las estrictas pautas impuestas por el régimen liderado por Kim Jong-un e iniciado por su abuelo.
También está prohibida la Coca-Cola. Cuba y Corea del Norte son los únicos dos países en los que la empresa de refrescos no ha conseguido vender sus productos. No esperes que en las calles de Pyongyang te encuentres con una Coca-Cola junto a tu perrito caliente.