Cuando la mascota es la heredera de una gran (o pequeña) fortuna

¿Qué va a pasar con mi mascota?
Atendidos y cuidados
Testamento animal
Cada vez más mascotas con herencia
Imprescindibles en la sociedad actual
Parte de la familia
Drama familiar con su pérdida
Familias con todo tipo de ingresos
Fondo o donación
Si el dueño muere, el dinero peligra
El fondo tiene más control
Mascotas millonarias
El gallo Gigoo
Gunther IV y su inmensa fortuna
Ante notario
¿Qué va a pasar con mi mascota?

Por lo general, son los humanos los que lloran la pérdida de sus mascotas. Perros y gatos, los animales de compañía más comunes, tienen una media de vida de 12 a 20 años, en función de la raza y otros factores, por lo que es habitual que mueran antes que sus dueños.

Atendidos y cuidados

La pregunta es, ¿qué pasa cuando es al contrario? Es decir, ¿qué pasa con las mascotas cuando quien muere es el dueño? Pues que en cada vez más casos, las mascotas quedan perfectamente atendidas y cuidadas.

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Testamento animal

Un completo e interesante reportaje en The Hustle desvela que cada vez son más las personas que dedican parte de su herencia al cuidado y manutención de sus mascotas.

Cada vez más mascotas con herencia

Tomando Estados Unidos como referencia, por ser el país con más animales domésticos del mundo (solo entre perros y gatos, ha cerca de 110 millones, según el Insurance Information Institute), el artículo estima que 4 de cada 10 dueños de mascotas deja establecido un plan financiero para sus mascotas tras su fallecimiento.

Imprescindibles en la sociedad actual

El motivo es sencillo, en una sociedad cada vez más individualizada, las mascotas se han convertido en un pilar fundamental para muchas personas. De hecho, en Leader Post afirman que más del 80% de personas consideran a sus mascotas igual de importantes que cualquier otro ser humano.

Foto: Unsplash - Daniel Lloyd Blunk Fernández

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Parte de la familia

Además, el hecho de que las parejas tengan cada vez menos hijos, menos tiempo y, por tanto, menos relación con sus familiares, hace que las mascotas sean cada vez más habituales en los hogares.

 

 

Drama familiar con su pérdida

De hecho, no hay más que ver cómo afecta a familias enteras la pérdida de una mascota que les ha podido acompañar durante 15 años que, en el caso de los más peques de la casa, puede ser toda su vida.

Foto: Unsplash - Chewy

Familias con todo tipo de ingresos

Y no, el hecho de dejar previsto un fondo dedicado a una mascota cuando el dueño fallece no es solo cosa de millonarios y gente adinerada. Al contrario, familias de toda clase social y recursos variados también se preocupan del bienestar de sus mascotas cuando ellos falten.

Foto: Unsplash - Chewy

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Fondo o donación

A la hora de legar parte de la herencia a una mascota, hay dos formas de hacerlo. La más habitual, crear un fondo que se use para cuidad y mantener el nivel de vida del animal hasta su muerte. Y la alternativa, que pasa por una donación directa a una persona de confianza que administre el patrimonio.

Foto: Unsplash - Catherine Heath

Si el dueño muere, el dinero peligra

Obviamente, hecha la ley, hecha la trampa. Muchas de las personas que reciben dicha donación, no tienen los lazos sentimentales que les unen a las mascotas y pueden emplear el dinero en otros menesteres.

El fondo tiene más control

De ahí que la opción más habitual sean los fondos, en los que se establecen mecanismos de control de los gastos, incluyendo revisiones periódicas del animal y la relación que mantiene con su nuevo dueño.

Foto: Unsplash - Eric Han

Mascotas millonarias

Cuesta imaginar las cantidades que reciben algunas mascotas, toda vez que algunas personas de presunta confianza llegan a sustituir a la mascota, cuando ésta muere, por un animal similar para seguir disfrutando del dinero.

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El gallo Gigoo

Y es que, en algunos casos, hablamos de mucho dinero. Uno de los más curiosos, el gallo Gigoo, mascota del multimillonario Miles Blackwell, quien le dejó 15 millones de dólares, gestionados desde un fondo, para garantizarle una vida de lujos tras su muerte.

Foto: Unsplash - Jairo Alzate

Gunther IV y su inmensa fortuna

Ahora, Gigoo ni se acerca a la fortuna de Gunther IV, el perro que recibió 375 millones de dólares de su dueña, la condesa Carlotta Liebenstein, fallecida en 1992. Por poner en contexto, el perro cenaba filetes con caviar y tenías varias casas valoradas en millones de dólares.

Foto: Unsplash - Josh Rakower

Ante notario

A muchos les puede parecer excesivo pero, como hemos dicho, son parte de la familia y, como tal, son tratados a la hora de repartir la herencia.

Foto: Unsplash - Karsten Winegeart

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