Un infierno que comenzó en Chernóbil: trágica vida de Oksana Masters
Esquí de fondo, biatlón, ciclismo, remo… Todas sus disciplinas tienen una cosa en común: Oksana Masters ha ganado al menos una medalla paralímpica en cada una de ellas.
Fue doble campeona paralímpica de ciclismo y biatlón durante los Juegos de Tokio de 2020, algo que sin duda convierte a la estadounidense de origen ucraniano en una deportista excepcional, una atleta con una mente inquebrantable y una voluntad de acero.
Nacida en Ucrania en 1989, Oksana Masters fue una de las víctimas de la radiación del desastre nuclear de Chernóbil. Desde su nacimiento nació sin espinillas, con una pierna más corta que la otra y seis dedos en cada mano, cinco de ellos pegados.
Como puedes imaginar, la vida de la joven no ha sido corriente. Abandonada al nacer por sus padres, creció en un orfanato donde fue maltratada y "vendida al mejor postor".
En 2020, durante una entrevista con el periódico The Players Tribune, confesó que había sido víctima de varias agresiones sexuales durante este período. Sin embargo, una mujer acudirá en su ayuda: Gay Masters, una profesora de logopedia con residencia en el estado de Nueva York.
En Estados Unidos, la joven encontraría su gran pasión en el deporte. Comenzó a remar, inicialmente como un pasatiempo, pero sus entrenadores se dieron cuenta de sus habilidades y la asociaron con Rob Jones en el evento de doble scull mixto.
Juntos participaron en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y ganaron una medalla de bronce. Desafortunadamente, Oksana Masters se lesionó la espalda y decidió dejar el remo para practicar deportes de resistencia: ciclismo y esquí de fondo.
Primero, brilló en el esquí de fondo: a partir de 2013, obtuvo resultados convincentes y se clasificó para los Juegos de Invierno de 2014 en Sochi. Obtuvo dos medallas (bronce y plata) en esquí de fondo y posiciones de honor en biatlón.
En 2014, a los 24 años, comenzó a prepararse en serio para el campeonato mundial de 2015. Terminó tercera en la prueba de ruta y cuarta en la contrarreloj, resultados que le permitieron clasificarse para los Juegos de Río, en 2016.
Esta experiencia resultó bastante frustrante para la atleta, que terminó cuarta y quinta en las pruebas en las que participó en Río. Sin embargo, no se rindió y continuó su entrenamiento de cara a los Juegos de Tokio.
En 2018, durante los Juegos de Pyongyang, ganó sus primeros títulos paralímpicos en las pruebas de esquí de fondo de 1,1 km y 5 km. Terminó esta quincena coreana con cinco medallas, incluidas dos de plata.
Mientras se preparaba para los Juegos de Tokio, le descubrieron un tumor en la pierna y tuvo que someterse a una cirugía para extirparlo. A pesar de este imprevisto, consiguió un contundente doblete en las pruebas ciclistas y demostró que estaba por encima del resto.
En 2022, ganó un título Paralímpico en una tercera disciplina diferente: consiguió la victoria en las pruebas de biatlón sentado de 6 y 12,5 km. En esquí de fondo, tuvo que conformarse con tres segundos puestos, con lo que su total de medallas en los Juegos Paralímpicos de Invierno ascendió a 13.
En septiembre de 2023 ganó el premio a la Deportista del Año en los Premios PARA SPORT. Hoy, Oksana Masters es la estadounidense más condecorada en los Juegos Paralímpicos y no piensa detenerse ahí. ¿Su próximo destino? ¡Los Juegos de París 2024!