Joane Somarriba: qué ha pasado con ella
Fue una pionera dentro del mundo del ciclismo femenino, una campeona sin paliativos - ganadora de tres Tour de Francia (2000, 2001 y 2003), dos Giros (1999 y 2000) y un Mundial de contrarreloj (2003)- que generó la admiración entre los aficionados a este deporte y ayudó a visibilizar el ciclismo femenino.
Somarriba es, sin duda, la mejor ciclista española de todos los tiempos, un icono del deporte español que, tras conquistar la medalla de plata en el Mundial de contrarreloj de 2005, anunció su retirada y se alejó de los focos mediáticos. ¿Qué ha sido de ella después de tantos años?
La ciclista de Guernica ya empezó a despuntar desde muy joven. Entre los 15 y los 17 años, se proclamó vencedora del Campeonato de España en Ruta júnior durante tres años consecutivos (1987, 1988 y 1989).
Como amateur, ganó un bronce en el Campeonato de España en Ruta de 1993; un Oro en el de 1994, otros dos bronces en 1996 y 1997 y ganó el Campeonato de España de Contrarreloj en 1996 y consiguiendo la plata en 1997.
En sus inicios, como recordó en una entrevista a El Mundo, la cosa no fue fácil, ya que no eran buenos tiempos para las mujeres dentro del mundo del ciclismo. “El comienzo fue muy duro, no había nada. Cuando salía con la bici me adelantaban y giraban la cabeza. '¡Pero has visto bien, es una chica!', decían. Iba por la carretera y gritaban: 'Vete a casa a fregar, ¿qué huevos haces aquí?'.
Momentos complicados en los que su familia fue fundamental. “Mis comienzos fueron complicados, con 17 o 18 años me entrenaba y no veía resultados. Me esforzaba y me daban ganas de mandarlo todo a la mierda. La familia me ayudó mucho”, recuerda Somarriba.
Sus grandes éxitos como profesional comenzarían en el Giro de Italia donde, tras dos años -1996 y 1998- en los que alcanzó un cuarto y un sexto puesto, se convertiría en la ganadora de la ronda italiana dos años seguidos -1999 y 2000-, en dos participaciones en las que, además, ganó una etapa en cada una de ellas.
Y fue ese mismo año 2000 en el que ganó su segundo Giro cuando Somarriba consiguió, además, ganar su primer Tour de Francia femenino (conocido entonces como Grande Boucle), el gran éxito de su carrera y en la que consiguió ganar dos etapas.
En los siguientes años, llegarían sus otras dos victorias en la ronda gala, aunque esta pasó desde entonces a ser amateur. En los años 2001 y 2003, siendo tercera en la edición de 2002. Con esos tres grandes éxitos en Francia, Somarriba sigue siendo la ciclista con mayor número de victorias en la historia de la carrera junto a la francesa Jeannie Longo y la italiana Fabiana Luperini.
Entre otras grandes victorias de su trayectoria están, además, la Ronda de Aquitania del año 2000; la Durango-Durango Emakumeen Saria de 2002, 2003 y 2004; la Emakumeen Bira de 2004 y un oro y una plata en el Campeonato Mundial de Contrarreloj de 2003 y 2005, respectivamente.
En medio de aquellos éxitos y entre su segundo y tercer triunfo en Francia, en el año 2002, Somarriba recibió en España la medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, un año antes de ser nombrada como la Mejor Deportista Española del 2003.
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Un año antes de su retirada, en 2004, la ciclista vasca centró todos sus esfuerzos en los Juegos Olímpicos que se celebraban en Atenas y en los que consiguió dos diplomas olímpicos al finalizar en la séptima posición tanto en la contrarreloj como en la prueba de fondo en carretera.
Así, tras los Campeonatos del Mundo de 2005, que se celebraron en la ciudad de Madrid y en los que consiguió la medalla de plata en la prueba de contrarreloj, Somarriba anunció que dejaba el ciclismo profesional para dedicar todo su tiempo a su familia.
“Mis últimos años ya tenía claro que quería ser madre. Y puse el 2005 como último sabiendo que el mundial era en Madrid. Ese año en cada carrera que estaba, internamente me despedía de la carrera, pensaba ‘es la última vez que subo este puerto, que sufro por esta carretera’ lo disfruté mucho y me parece muy importante despedirme de todo, para mí lo era”, contó en Eurosport.
“Me retiré y me centré en la familia. Pronto nació mi primer hijo, Markel, y luego llegaron Oinatz y Regina, los tres muy seguidos. Me aparté de todo. Estoy bien siendo una persona corriente. Soy muy tímida y no quiero que nadie sepa de mí. Cuando voy por ahí y me reconocen, digo: 'Ay, Dios Santo'”, contó en una entrevista a El Mundo.
El mismo año de su retirada también fue noticia por la publicación de su libro ‘Joane Somarriba. Sacrificio y gloria de la mejor ciclista española, pionera en un mundo de hombres’, escrito en colaboración con el periodista Jon Rivas.
Desde su tercer embarazo, la ex ciclista ha tenido también que convivir con la Enfermedad de Crohn, tal y como confesó en El Mundo. Se trata de una dolencia congénita por la que sufre fuertes inflamaciones intestinales y que, como confesó la condiciona en su día a día, aunque no se lo toma “como algo negativo”, porque, sentencia, “tienes que tirar para adelante”.
Ahora, Somarriba, que actualmente vive en Gatika, un pequeño pueblo vizcaíno de poco más de 1.600 habitantes, vuelve a ser noticia con 51 años y 18 después de su retirada oficial del ciclismo, al volver al mundo del deporte como asesora del equipo Laboral-Kutxa – Fundación Euskadi.
La ex ciclista formará parte de la estructura del equipo en 2023 y 2024 aportando su experiencia y sus valores para ayudar a conseguir el objetivo del equipo de alcanzar la máxima categoría del Women’s World Tour y ser un referente internacional, potenciando la imagen de la mujer y dando la oportunidad a las jóvenes ciclistas de la cantera de convertirse en profesionales.
Un nuevo proyecto sobre el que comentó en una entrevista a Eurosport que “sus bases son fuertes, la gente que tienen detrás está muy comprometida y están peleando porque tengan igualdad de oportunidades, para que no les falte de nada (…). Es un proyecto que me ha hecho salir de casa y estar aquí que es lo que me gusta, sentirme otra vez ciclista”.
“Me enriquece mucho ver cómo ha cambiado la situación de las chicas. Ahora cuentan con medios, carreras y equipos. Es tremendo. Ya no tienen la necesidad de marcharse de su país. Yo me tuve que ir a Italia. Ahora lo tienen todo aquí y pueden competir con toda la dignidad del mundo, que es lo importante”, comentó en El Mundo.
Nuevos horizontes para una mujer que es historia del ciclismo y que, casi dos décadas después de vivir sus grandes éxitos, volverá a ser un referente para la mujer en el deporte viviendo del deporte que tantas alegrías le ha dado y como ella misma ha confesado: “Es muy gratificante vivir de nuevo el ciclismo de cerca”.
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