¿Por qué la alpinista Kirstie Ennis tuvo que darse la vuelta a sólo 200 metros del Everest?
Kirstie Ennis es conocida por sus extraordinarios logros como ex-militar, atleta y activista. Su personalidad ambiciosa y su espíritu luchador inspiran a millones de personas. Su último objetivo, el monte Everest. Todo un hito del alpinismo.
Con una pierna amputada por encima de la rodilla, la travesía se complicó mucho. Sin embargo, la deportista no quiso rendirse hasta que su cuerpo dijo que no podía más.
Después de pasar 43 días en la cara de una de las montañas más grandes del mundo, la joven de 28 años se vio obligada a dar la vuelta y suspender el ascenso cuando estaba a unos 200 metros de terminar.
Tanto la falta de equipo como la abrumadora cantidad de personas presentes cerca de la cumbre hicieron que Ennis reconsiderara sus posibilidades. Las condiciones tampoco eran las ideales, lo que provocó que algunos escaladores experimentaran dificultades para llegar a la cima. Ennis estuvo cerca, pero tomó la decisión correcta, aunque dolorosa, de suspenderlo.
"Realmente nunca me he sentido cómoda cuando me llaman alpinista. Siento que es un título tan prestigioso... Y tengo que decir que, lo que vi en el ascenso al Everest, no eran alpinistas, eran mucho más que eso", compartió Ennis en NPR.
El Monte Everest, ubicado en el Himalaya, es el pico más alto del mundo y un símbolo icónico de la aventura y la resistencia humana. Con una altura de 8.848,86 metros (29.031,7 pies), el Everest atrae a escaladores de todo el mundo que buscan conquistar su formidable cumbre.
La temporada de escalada ideal del Everest suele ser en los meses de primavera y otoño, durante los cuales los alpinistas se enfrentan a condiciones climáticas extremas, terrenos traicioneros y bajos niveles de oxígeno en la llamada "Zona de la Muerte" por encima de los 8.000 metros (26.000 pies).
"Bueno, esta vez no tenía sentido continuar... Me enorgullezco de poner a mi equipo como prioridad. Y cuando miré hacia arriba, estaba en la Cumbre Sur, y cuando miré la línea que iba a la cima, me di cuenta de que no valía la pena", compartió Ennis durante una entrevista con NPR.
"Si algo se hubiera desviado en mi prótesis o dispositivo protésico, no habría tenido el equipo adecuado conmigo y habría, literalmente, cientos de personas delante y debajo de mí... Todavía me llevaría 24 horas conseguirlo", añadió Ennis.
Nacida el 23 de febrero de 1991 en Homestead, Florida, Ennis creció en una familia militar, lo que le inculcó un profundo sentido de patriotismo y servicio.
Se alistó al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos a la edad de 17 años. Lo hizo como artillero de helicópteros y mecánico de fuselajes. Sin embargo, su vida dio un giro dramático durante su estancia en Afganistán. En junio de 2012, cuando el helicóptero CH-53D en el que viajaba se estrelló durante una misión de combate, sufrió heridas irreversibles.
El accidente la dejó con lesiones devastadoras, incluida una lesión cerebral traumática, una mandíbula destrozada, un cuello roto, pulmones colapsados y daños severos en la pierna izquierda.
A pesar de las heridas, Ennis se negó a dejar que la adversidad la definiera. Se sometió a numerosas cirugías y a una rehabilitación agotadora para recuperar su fuerza y movilidad.
Desafortunadamente, después de varios intentos por salvar su pierna, tomó la difícil decisión de amputársela en 2015.
Fue entonces cuando Ennis descubrió una gran pasión por los deportes, convirtiéndose en atleta paraolímpica.
Pero parece que no hay nada que se ponga por delante de esta deportista. Destaca en otras disciplinas como el snowboard, la escalada, el ciclismo y el alpinismo. Incluso ha competido en varios eventos deportivos adaptados, sumando éxitos a su carrera y conquistando hitos como el que le llevó a alcanzar el Monte Kilimanjaro. ¿Cuál será su próximo reto?