La acalorada vida privada de Paul Gascoigne que sacudió al fútbol británico
Polémico, irreverente, provocador… Paul Gascoigne es, pese a su desenfrenada vida, una de las grandes leyendas del fútbol británico, un jugador que marcó una época en los años 90. Como futbolista, destacó por su gran técnica, su lucha y por su picardía, algo que acompañó de una vida desordenada y rodeada de excesos.
Nacido en Gateshead, al norte de Inglaterra, arrastró los problemas que le han lastrado durante toda su vida desde su infancia. Segundo de cuatro hermanos dentro de una familia obrera, ya en su niñez y su juventud tuvo problemas para socializarse, nunca fue bueno en los estudios, e incluso, se vio involucrado en un par de pequeños delitos.
El fútbol le ayudó a alejarse de ese mundo de perdición al que estaba abocado… pero no del todo. Gascoigne se inició en este deporte en 1980, con 13 años, en las categorías inferiores del Newcastle por recomendación del mítico Bobby Robson, desde donde logró llegar a lo más alto, aunque siempre minado por los escándalos de su vida privada.
Durante aquellos años de juventud, Gascoigne vivió momentos personales complicados, incluyendo la muerte violenta de un amigo y el fallecimiento de su padre por una hemorragia cerebral. Esas junto a otros muchos problemas le llevaron a desarrollar un trastorno de obsesión compulsiva (TOC), que también le ha acompañado toda su vida.
Pese a todo, despuntó en las categorías infantiles del Newcastle, levantando incluso el título de la FA Cup como capitán del equipo juvenil, lo que le valió para que, en 1985, firmara su primer contrato profesional con la ‘urracas’, pocos días después de debutar en un partido contra el Queen Park Rangers, el 13 de abril de aquel año.
El centrocampista se convirtió rápidamente en uno de los mejores jugadores del equipo, pero, su persistente mala conducta amenazó con su continuidad en el club. Finalmente, terminaría jugando cuatro campañas, hasta 1988, en las que jugó 104 partidos y anotó 25 goles.
Fue entonces, en la temporada 1988-1989, cuando fichó por el Tottenham Hotspur, equipo con el que disfrutaría de sus mejores años como futbolista y donde se convirtió en uno de los mejores jugadores ingleses del momento. También con la selección nacional de Inglaterra…
De esa primera etapa en Londres, Gascoigne recordó en una entrevista al Daily Mirror de 2024 el momento, para él, más vergonzoso de toda su carrera. Y es que necesitó que un compañero de equipo le hiciera de traductor, porque el resto no le entendía al hablar debido a su marcado acento ‘geordie’, típico de la zona de Newcastle.
"Nadie podía entender una palabra de lo que estaba diciendo. Tuvieron que conseguir que Chris Waddle me tradujera durante el entrenamiento. Fue realmente vergonzoso", reveló.
Fueron también cuatro las temporadas que Gascoigne defendió los colores de los ‘Spurs’, 112 partidos y 33 goles, en los que, además, fue uno de los motores del equipo. Sin embargo, su desordenada vida nocturna y sus continuos problemas fuera de los terrenos de juego no dejaron de acumularse también en esos años.
Todo ello llevó a que, en la campaña 1992-1993, el Tottenham lo vendiera a la Lazio italiano, donde realmente comenzó su declive con una trayectoria deportiva marcada por la irregularidad, su creciente sobrepeso y porque nunca dejó de ser una fuente de polémicas por su afición a la bebida.
Después de tres años en el club romano, el futbolista pasó por el Glasgow Rangers escocés (1995-1998), donde se convirtió en todo un ídolo para su afición, y, más adelante volvería a Inglaterra, donde jugó en Middlesbrough (1997-2000), Everton (2000-2002) y Burnley (2001-2002).
De todos esos años son famosas sus salidas de tono, como la de llevar un avestruz a un entrenamiento del Tottenham; celebrar un gol con ellos como si lo regaran con bebida; pagar pintas a un jovencísimo Wayne Rooney y estrellar el autobús del Everton o lesionarse golpeando a un rival o dándolo todo en un bar de copas.
Ejemplo de una vida de desenfreno en la que también dejó su huella como gran provocador. Muestra de ello fue su celebración tras marcar un gol al Celtic de Glasgow con el Rangers haciendo que tocaba la flauta, emulando las marchas protestantes de la Orden de Orange, de marcado carácter anti-católico.
Pero en esos años también protagonizó uno de sus altercados más reprobables. Fue en 1996, cuando dio una terrible paliza a su esposa y madre de su hijo, Sheryl Failes, que terminó con ella en el hospital con dos dientes partidos, los dedos fracturados, cortes en la nariz y un ojo morado e hinchado y supuso, además, el final de su matrimonio con su divorcio en 1998.
"Fue el mayor error de mi vida. Jamás podré perdonarme el daño que le hice y que le causé con aquello. Me habría gustado retroceder en el tiempo y haber evitado ese comportamiento que tuve, pero no puedo retroceder en el tiempo. Fue mi gran error", dijo años después al Daily Mirror.
En 2002, tras el final de su contrato con el Burnley, Gasgoigne estuvo entrenando con el DC United de Washington para irse a la MLS estadounidense, pero, finalmente, a causa de su mermado estado de forma rompieron con las negociaciones.
Finalmente, en 2003 terminaría recalando en el Gansu Tianma de China como entrenador-jugador, disputando apenas 4 partidos en los que marcó dos goles, antes de regresar una vez más a Inglaterra para entrenar seis semanas con el Wolverhamptom y para dar por finalizada su carrera profesional como futbolista en el Boston United, de la Premiership, donde también disputó sólo 4 encuentros antes de su adiós.
Ya antes de ir a China, Gascoigne pasaría por su primer tratamiento de desintoxicación en Inglaterra y ya como miembro del Gansu Tianma volvió a pasar unos días en una clínica especializada. Sin embargo, nada de todo eso funcionó y sus problemas con la bebida aceleraron su despedida al mundo del fútbol.
Lo peor de todo llegaría a partir de ese momento. Y es que, sin el escudo del fútbol, que, en cierta medida lo había protegido hasta ese momento, su situación se agravó, protagonizando continuos escándalos y viendo como su vida, poco a poco, se iba desmoronando.
Haciendo un buen resumen de lo que ha sido su vida a partir de entonces, el propio Gascoigne contaba en el reality 'Scared of The Dark' de Channel 4: "He tenido varias experiencias cercanas a la muerte, me he sometido a 36 operaciones, me he muerto un par de veces y he pasado un total de 18 días en coma. La gente me sigue diciendo que tengo más vidas que un gato".
Desde el año 2005 estuvo bajo tratamiento por un su desorden obsesivo-compulsivo, además de por otras cuestiones como trastorno bipolar o bulimia, pasando en múltiples ocasiones por centros de desintoxicación.
En el mes de diciembre de ese mismo año, el ya ex futbolista fue detenido por agredir a un fotógrafo en la ciudad de Liverpool y, en 2006 protagonizó una pelea en la que se lio a puñetazos con Liam Gallagher, cantante de Oasis, después de una fuerte discusión que terminó con el artista rociando al jugador con un extintor.
En 2007, Gascoigne tuvo que pasar por el quirófano para ser intervenido de urgencia a causa de una úlcera estomacal, coincidiendo con la celebración de su 40 cumpleaños, de la que salió adelante sin problemas.
Un año después, en 2008, a causa de una crisis de ansiedad, el ex jugador inglés trató de quitarse la vida cuando se encontraba hospedado en el Millenium Hotel de Londres.
Según publicó entonces The Sun, varios testigos los vieron entrar a este hotel de lujo londinense con una botella en la mano y, posteriormente, se constató que se encontraba bajo los efectos de la bebida y de haber consumido otro tipo de sustancias ilegales.
No fue su único intento de aquel año. Vivió otro momento dramático junto a su compañero Jimmy Gardner en otro hotel, esta vez en el Algarve (Portugal), cuanto trató también de quitarse la vida a base de beber y de consumir sustancias ilegales, hecho por el que tuvo que ser trasladado a un hospital donde le salvaron la vida haciéndole un lavado de estómago.
En sus peores momentos, según confesó el ex futbolista en Channel 4, llegó a consumir grandes cantidades de sustancias muy perjudiciales para la salud lo que, en 2013, llevó a su agente Terry Baker, a pedir ayuda a través de la emisora BBC para Gascoigne. "No me estará agradecido por decir esto, pero necesita ayuda de forma inmediata. (…) Quizás nadie pueda ayudarle, no lo sé", dijo entonces.
Ese mismo año 2013, según publicó The Sun, Gascoigne, en estado de embriaguez, agredió en la estación de tren de Srevenage a su ex esposa Sheryl, con al que se encontraba en ese momento, y, posteriormente, agredió igualmente a un guarda de seguridad que acudió en su ayuda.
En 2015 fue a juicio, esta vez como víctima, por ser una de las personalidades del Reino Unido que estuvo implicado en las escuchas ilegales del medio sensacionalista News of the World, algo a lo que el propio jugador atribuyó sus problemas con la bebida.
Sin dejar de protagonizar momentos para olvidar, uno de los peores momentos de su vida llegó en julio de 2016, cuando se publicaron unas imágenes suyas caminando por la calle descalzo y casi sin ropa (solo con una bata descolorida), en un evidente estado de embriaguez y casi irreconocible por su aspecto delgado y maltrecho.
El 20 de agosto de 2018 protagonizó una agresión a una mujer en un tren después de acosarla y perseguirla, e incluso besarla en contra de su voluntad, cuando el ex centrocampista se encontraba también bajo los efectos de la bebida, según contaron The Guardian y la BBC. Unos hechos por los que fue juzgado en 2019.
La víctima de aquel acoso, denunció que Gascoigne, que "estaba rodeado de bebidas y comida tirada en el suelo", según su relato, "intentó sentarse encima de mi pierna y luego intentó besarme. (…) Giré mi cara, pero él la cogió y me besó".
En los últimos años, Gascoigne ha seguido tratando de luchar contra sus fantasmas y sus problemas con la bebida, participando incluso en numerosos eventos relacionados con el mundo del fútbol, como galas o partidos de leyendas. Todo ello mientras se justifica ante el mundo: "No he dañado a nadie, sólo a mí mismo".
"Mantenerse ocupado es la clave. No creo que haya superado mi adicción, en cuanto tienes un mal día... Lo que hay que hacer es intentar disfrutar de los buenos días cuando puedas", contó en una entrevista al Daily Mirror en 2024.
Visiblemente cambiado con respecto a sus años de gloria como futbolista, con un aspecto muy envejecido y demacrado, no ha dejado nunca de protagonizar momentos polémicos, algo de lo que no ha logrado desprenderse a pesar de sus muchos intentos a lo largo de toda una vida lastrada por sus excesos.
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