Los divorcios más caros de la historia del deporte
El mundo del deporte profesional, como la vida, está íntimamente relacionado con el amor y con las múltiples formas que existen de que ese amor desaparezca.
(En la imagen, Brooke Shields y Andre Agassi en una foto tomada en enero de 1997)
Agendas incompatibles, infidelidades, ausencias prolongadas y demás han hecho que deportistas de toda disciplina vean cómo se rompen sus matrimonios. Y, claro, esto trae consecuencias a nivel económico. En algunos casos, consecuencias multimillonarias. Por tal motivo, no está de más repasar cuáles han sido los divorcios más caros de la historia del deporte.
(En la foto, Hulk Hogan y Linda Hogan)
En el momento del divorcio, la fortuna del otrora dueño del Chelsea era de 16.000 millones de dólares, aunque desde el 'Daily Mail' apuntaban a que Irina acabó llevándose 300 millones de dólares.
Fueron la pareja perfecta durante 25 años, pero un hijo ilegítimo con una ex empleada dio al traste con la pareja. No tenían acuerdo prematrimonial, por lo que Maria Shriver se llevó 200 millones de dólares, la mitad del patrimonio familiar, según apuntaban desde CBS News.
El mejor jugador de baloncesto de la historia tuvo que abonar 168 millones de dólares a Juanita Vanoy, la madre de sus tres hijos: Jeffrey Michael, Marcus James y Jasmine, tras su divorcio, recogido por la revista People.
Un accidente de coche hizo caer la imagen de Tiger, así como su matrimonio, pues desveló su adicción a las relaciones íntimas ajenas a su matrimonio. Su divorcio le costó 145 millones de dólares, según recogía Forbes.
Las cifras en torno al divorcio entre el tenista y la actriz son uno de los grandes secretos de la historia de las separaciones. Se ha especulado con cifras en torno a 130 millones de dólares pero, casi un cuarto de siglo después, no hay confirmación oficial.
El golfista se divorció de su esposa para comenzar una nueva vida junto a la famosa tenista Chris Evert, esta decisión le costó 103 millones de dólares, según apuntaba ESPN.
Tras una dura batalla judicial, Linda Claridge se quedó con porcentajes de empresas de Hulk Hogan, propiedades, coches y efectivo. El acuerdo fue valorado por E! Online en torno a los 30 millones de dólares.
Antes de que su carrera como ciclista saltase por los aires, Lance Armstrong dejó a su esposa, Kristin Richard, por la cantante Sheryl Crowe. Tras cinco años de matrimonio, tuvo que pagar 14 millones de dólares a su ex mujer, como apunta 'Lance Armstrong’s War', libro escrito por Daniel Coyle.
La estrella de la NFL se divorció de su esposa, Cinthia Curtis, para acabar en brazos de Jennifer López. Dicho divorcio le supuso un precio: 7 millones de activo líquido y una mansión en Coral Gables valorada en 18 millones de dólares, según recogía PageSix.
Robin Givens definió su año de matrimonio con el boxeador como "una tortura, un infierno y lo peor que jamás pude imaginar", en una entrevista a 'The New York Times'. Si valió la pena ese año a cambio de los 10 millones de dólares que se llevó, solo ella lo sabe.
Al poco de firmar por el Barcelona, Thierry Henry puso fin a cinco años de matrimonio con la modelo francesa Claire Merry, quien recibió 9,2 millones de euros del futbolista, según Mail Online.
Una de las mejores tenistas del mundo pondría fin a su matrimonio con el esquiador Andy Mill, tras 18 años juntos. El precio a pagar fueron 7 millones de dólares, una casa valorada en 4 millones en Aspen y un Porsche, como recogió People en su día.
Llevaban juntos desde el instituto, se casaron en 2002 y tuvieron dos hijos, pero se separaron en 2007, algo muy sonado en la época. La estrella de la NBA acabó pagando 5 millones de dólares y 300.000 dólares anuales de pensión, según CBS Sports.
Más allá de lo económico, este bonus track llega porque el matrimonio entre el jugador de la NBA y la empresaria duró muy poco, desde el 20 de agosto al 31 de octubre de 2011: la friolera de 72 días, según apuntaba TMZ.