Perdió el oro por un imperdible: la polémica de Ivana Spanovic

El Estadio Olímpico de Londres quedó en absoluto silencio durante varios segundos. ¿Qué había pasado? ¿Por qué la atleta que había hecho el mejor salto de longitud no se iba a llevar el oro? Es más, no iba a tener ni medalla.

La realización tardó apenas segundos en dar respuesta a los presentes en Londres y al mundo entero: Ivana Spanovic acababa de perder un oro mundial en salto de longitud... ¡por culpa de su dorsal! ¿Cómo había ocurrido esto?

Toca remontarse al Campeonato Mundial de Atletismo de 2017, celebrado en la capital británica, durante un caluroso mes de agosto.

La serbia Ivana Spanovic llegaba como una de las grandes favoritas a llevarse el certamen, tras ganar el bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro un año antes.

Además, los astros se confabularon para que la atleta pudiera hacer una gesta épica, logrando su ansiada medalla de oro en el último salto, con el mundo entero mirando.

Y así fue. En su último intento, Ivana Spanovic corrió con la certeza de quien se sabía superior a las rivales y con la clara convicción de poder superar los 7,02 metros de Britney Reese, oro momentáneo antes de su salto.

Ivana Spanovic completó su salto. Era bueno. A simple vista se podía comprobar que había superado los 7 metros, por lo que añadir 3 centímetros más a su marca, no parecía demasiado complicado.

La serbia lo había conseguido, un país entero jaleaba la gesta y la grada aplaudía un salto que iba para la historia. En realidad, no se confundían. El salto es historia pero no positiva para Ivana Spanovic.

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No tardó demasiado en salir en pantalla el resultado del salto: 6,91 metros. Con esa marca, Ivana Spanovic no sólo no alcanzaba el oro, sino que se quedaba sin medalla, superada por la rusa Darya Klishina y la norteamericana Tianna Bartoletta.

La incredulidad se apoderó de toda persona que estuviera viendo el certamen en ese momento. Si había superado claramente los 7 metros, ¿cómo podía haber obtenido un 6,91 metros en su salto?

La respuesta llegó en una de las repeticiones a cámara lenta: el dorsal de la espalda de la atleta fue el elemento que le arrebató el oro a la serbia.

Ivana Spanovic hizo un salto perfecto pero en pleno vuelo, uno de los imperdibles que sujetaba su dorsal trasero se soltó y el papel rastrilló la arena 10-15 centímetros antes de donde la atleta había caído.

La saltadora no se lo podía creer. Su mirada de enfado e incredulidad antes de saber lo ocurrido, se tornó perdida para, finalmente, romper en un mar de lágrimas.

La mala suerte y un imperdible habían dado al traste con el trabajo de varios años. Y a pesar de la reclamación de la Federación Serbia, la Federación Internacional (IAAF) fue tajante y dio por buenos los 6,91 metros.

Lo peor de todo es que la IAAF ya había acordado que en 2018, es decir, un año más tarde, se iba a retirar ese dorsal trasero en los atletas.

Y así es como Ivana Spanovic acabó perdiendo una final por culpa de un imperdible. Y siendo la protagonista de una tarde que ya forma parte de la historia del salto de longitud.

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