Las verdaderas razones del adiós de Xavi al Barcelona: lo que se esconde tras su dimisión

Como si fuera un funambulista, Xavi Hernández venía andando por la cuerda floja partido tras partido. Pero tras los golpes recibidos en la Supercopa de España, en la Copa del Rey y en la Liga, ha terminado cayendo al vacío.

El tropiezo ante el Villarreal (3-5) ha sido el detonante para anunciar su adiós en diferido: anunciado ya, pero que no se concretará hasta final de temporada.

El técnico de Terrassa confirmó su adiós al F.C. Barcelona, equipo donde forjó su leyenda como jugador, pero donde no ha logrado demostrar nada en el banquillo, asegurando en la rueda de prensa de su despedida que no ha sido una decisión tomada “en caliente”, sino meditada, porque se venía cocinándose a fuego lento desde hace tiempo.

Pero, ¿cuáles han sido las verdaderas razones de su despedida del club azulgrana?

El propio Xavi esgrimió las suyas en rueda de prensa, pero detrás de ellas, hay más cuestiones que están siendo analizadas y que se arrastran o han ido apareciendo en las tres temporadas en las se ha sentado en el banquillo del Barça.

Desde el principio, fueron muchas las expectativas que se generaron en torno a él. Su leyenda como jugador, hicieron que muchos, desde directivos a aficionados, equipararan rápidamente a Xavi como Pep Guardiola. Pero la realidad es que, ni Xavi es Guardiola, ni ha contado con la plantilla que en su momento tuvo el de Sampedor.

La experiencia de Xavi como entrenador para ponerse al frente de aquel Barça en ruinas de la era post Koeman, no invitaba tampoco al optimismo ni a la euforia que se generó. Estuvo cuatro años al frente de un equipo menor como el Al-Sadd, en una liga insulsa como es la de Qatar. Y el F.C. Barcelona poco o nada tiene que ver con eso…

Y es cierto que Guardiola tampoco tenía un gran currículum cuando llegó al banquillo de la primera plantilla del Barça –venía del filial azulgrana-, pero sea por sus cualidades como entrenador, por los jugadores con los que contaba o lo que sea, su trabajo allí no ha tenido nada que ver en cuando a resultados ni juego.

Del mismo modo, Xavi se ha encontrado en Barcelona con un club sumido en una profunda crisis económica, donde su presidente y gran valedor, Joan Laporta, ha llevado a cabo toda clase de cábalas para fichar y fichar jugadores, muchos de ellos sin hacer caso a las peticiones del propio técnico, que se ha encontrado con jugadores que no quería bajo sus órdenes.

Sobre el césped, faceta donde ha sido el máximo responsable, no ha sido capaz de gestionar al equipo como se esperaba. Tras una primera temporada en blanco, en la segunda se llevó la Liga y la Supercopa, que fue algo así como un espejismo, viendo las actuaciones del equipo en la Champions League y la Europa League –eliminados a las primeras de cambio- y la terrible campaña 2023-2024 que estaba por venir.

Y aunque siempre ha tenido sus defensores, lo cierto es que, con el paso de los partidos en esta última temporada, comenzaba a escucharse el ‘run run’ de los críticos que ya pedían su cabeza. Algo que nunca les dio Laporta y para lo que el propio Xavi se ha adelantado, salvando su orgullo y evitando así la humillación de ser cesado.

En sus declaraciones de despedida, Xavi Hernández dejó claro una de las razones de su adiós, que él ha acotado al plano más personal: el desgaste que ha venido sufriendo con el paso de los partidos, auspiciado por los malos resultados y las críticas desde numerosos frentes.

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"Ser entrenador del Barça es desagradable y cruel. Sientes que te faltan el respeto muchas veces, que no te valoran el trabajo, y esto es un desgaste terrible a nivel de salud mental, de estado de ánimo. Soy un tío muy positivo, pero la energía va bajando hasta un punto en el que dices que no tiene sentido continuar", comentó el técnico.

Pero no fue la única razón personal que esgrimió Xavi, haciendo referencia a su familia y su futuro tras su paso por el banquillo del Barça: "Este cargo me hace estar menos con la familia. (…) Creo que también lo sufren y no puedo ser tan, tan egoísta toda mi carrera... Creo que estaré en casa un tiempo y a descansar que nos hace falta".

Sobre ese aspecto personal, han hablado periodistas como el español Josep Pedrerol, quien apuntó en el programa de televisión 'El Chiringuito' que "Xavi se ha sentido tan desprotegido durante mucho tiempo" y añadió que, según sus fuentes "ha vivido un calvario por muchas razones".

Entre ellas, apuntaba Pedrerol, estarían algunos jugadores de la propia plantilla del F.C.Barcelona que, según dijo, "no le están respondiendo" y eso, "es algo que se nota en los cambios que hace en los partidos y que, digamos que, además, son elección del presidente".

Pero el periodista no solo apuntó al plantel, sino también a las altas instancias del club, dejando claro que, mientras que el presidente Joan Laporta "le ha arropado en todo momento", existen otros que no se habrían sentido tan afectado por su adiós, apuntando directamente al director deportivo de la entidad, el portugués Deco.

"Xavi vino haciendo un esfuerzo grande, acudiendo a la llamada de Laporta para salvarlo. Eran cantos de esperanza, para recuperar la ilusión de la mano de alguien que es una leyenda y fue protagonista del mejor Barça de la historia", pero, al final, añadió Pedrerol, "Xavi lo ha pasado muy mal y su entorno está completamente hundido".

En El Periódico de Cataluña, Albert Guasch también ha hablado de las razones de la marcha de Xavi, haciendo referencia a los aspectos personal y deportivo que le han llevado a tomar esta decisión que comenzó a fraguarse tras la derrota frente al Real Madrid en la final de la Supercopa de España celebrada a principios de enero.

Guasch habla en primer lugar de "una caída en barrera" del equipo que, según apuntó, "da la sensación de que ni siquiera el propio Xavi sepa su por qué". Y es que, señalaba el periodista, "todo lo que imagina en su cabeza o en su pizarra no es capaz de plasmarlo en el campo".

En ese sentido, basta con mirar los números y los problemas que se han ido observando a lo largo de esta temporada 2023-2024. En cuanto a lo primero, en el momento de su anuncio, el Barça era quinto en la tabla con 13 victorias, mientras que el año pasado era líder con 18 y, a pesar de que los goles a favor son los mismos (43), en contra ya ha superado con creces los recibidos en las 38 jornadas toda la campaña pasada.

¿Sus problemas más evidentes? Una línea defensiva incapaz, que ha pasado de ser un muro a un auténtico coladero, con sus grandes figuras, Ronald Arújo y Jules Koundé, a la cabeza; un centro del campo a mucho menor nivel y sin Gavi, y una delantera a la que le cuesta marcar, con un Robert Lewandowski al que ya le pesan los años.

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Una segunda razón que apunta Guasch para el adiós de Xavi es la situación en la que se prevé otro año en blanco. Fuera de la Copa y vapuleados en la Supercopa de España, queda una Liga en la que están muy lejos de Girona y Real Madrid, que comandan la clasificación, y una Champions League en la que parece difícil que puedan competir con los grandes europeos.

Pero, junto a ello, está la parte personal, y cómo se ha visto superado por el entorno. "El entrenador de Terrassa ha presumido a menudo de que conoce el club muy bien, y nadie puede dudar de ello, pero a la vez no ha parado de quejarse de lo corrosivo que resulta el cargo de entrenador", destacaba el periodista.

Algo a lo que hay que sumar el problema que él mismo generó a través de su propio discurso. Ese de que en el Barcelona hay que ganar y hacerlo, además, jugando bien. Algo que ha sido un lastre en estos tres años, porque la realidad es que, ha ganado a duras penas y nunca ha logrado hacer un buen fútbol, muy lejos del mítico estilo promulgado por el Barça.

"Pese a que él piense lo contrario, seguro de que ha realizado 'un gran trabajo', a Xavi se le ha reprochado no haber imprimido al Barça la identidad de juego que se esperaba de él. Con frecuencia se ha visto un equipo ramplón, incapaz de producir juego ofensivo, defectuoso en la presión alta, vulnerable atrás (no el año pasado, salvado en un sinfín de ocasiones por Ter Stegen) e impreciso en el fútbol combinativo", apuntaba Guasch.

"Al Xavi entrenador le hacía falta un Xavi jugador. Xavi es un mito, siempre ha sido la carne y el hueso del cacareado ADN del Barça. Pero en este sentido ha sido una decepción. Se ha dejado la piel, pero por lo que sea, porque el fútbol es un deporte puñetero, se ha visto en muy pocas ocasiones un partido redondo", concluía.

A todo esto, desde el diario Mundo Deportivo, Jordi Batalla añadía más razones para que Xavi y F.C. Barcelona separen sus caminos, en referencia a su declaración de amor por sus colores en la rueda de prensa de su despedida: "Para mí, el club está muy por encima de las personas. Estoy actuando así porque soy culé, quiero lo mejor para el club".

En ese sentido, Batalla se fija en otra de las frases que dejó Xavi: "el club necesita un cambio de dinámica". Una razón que, según el periodista, ha sido clave para echarse a un lado y dejar que el club inicie un nuevo futuro sin él. Y es que ya lo había repetido varias veces tras las últimas derrotas: "Si no estamos al nivel de competitividad lo normal es que me marche", llegó a advertir.

Xavi habría tomado esta decisión también para quitar presión a la plantilla, para que todos los jugadores del Barça puedan trabajar con menos presión en este tramo final de temporada: "Los jugadores creo que se liberarán y estarán más tranquilos", aseguró Xavi.

En ese sentido, son muchos los que se preguntan en qué puede beneficiar que Xavi se espere al 30 de junio de 2024 y no se marche ya del Barça, algo para lo que Batalla tiene una respuesta: dejar tiempo a la dirección deportiva del club para poder trabajar en encontrar un recambio de garantías para el puesto de entrenador.

Sea como sea, después de tanta crítica en medio de tantos reveses, parece que la historia de Xavi Hernández y el Barça tiene ya su desenlace con un final que no es que todos los culés desearían. Eso sí, antes de que llegue, parece que tendremos cuatro meses moviditos en Can Barça…

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