La leyenda de Carlos Sainz no deja de crecer
El idilio de Carlos Sainz con el mundo del automovilismo es eterno. Pasados ya los 60 años, el piloto de rallies madrileño continúa en primera línea -desde hace unos años como uno de los más destacados participantes del Dakar- y lo hace, además, cosechando grandes éxitos.
El último de ellos, el Dakar 2024, donde Sainz ha alcanzado su cuarto Touareg después de ganar con tres marcas diferentes -en 2010 con Volskwagen, en 2018 con Peugeot y en 2020 con MINI- y hacerlo ahora como el primer campeón con un coche impulsado por energía eléctrica, el Audi RS Q e-tron.
Nadie confiaba en que un coche eléctrico pudiera ganar la carrera de rallies más dura del mundo, pero ahí estaba Carlos Sainz –de la mano de su fiel escudero, el copiloto Lucas Cruz- para cambiar la historia de esta histórica competición.
Con esta victoria, Sainz acrecienta aún más su leyenda dentro del mundo del automovilismo en general y del Dakar en particular, al convertirse en el primer piloto en ganar con cuatro marcas diferentes -Volkswagen, Peugeot, Mini y Audi- y, a sus 61 años, en retrasar aún más la edad más longeva con la que alguien ha ganado la competición.
"¡¡SOMOS CAMPEONES!! ¡Tengo la suerte de tener a mi lado al mejor! Has hecho un Dakar fantástico, Lucas Cruz. ¡Todo esto es gracias a ti!", escribía el piloto español nada más proclamarse campeón por cuarta vez.
Es sólo un triunfo más dentro del extenso palmarés en una carrera dentro del mundo del motor que Sainz comenzó en los años 80, después de haber destacado en algún que otro deporte más. El del mejor piloto español de rallies de siempre y un referente en todo el mundo. Esta es su historia…
Carlos Sainz nació en la ciudad de Madrid el 12 de abril de 1962 y, en su juventud, hasta que se puso al volante de su primer coche de rallies, estuvo muy relacionada con el mundo del deporte, practicando numerosas disciplinas en las que, además, consiguió algunos éxitos importantes.
Fue en esa época, con 16 años, cuando se proclamó Campeón de España de Squash, deporte en el que también alcanzó dos subcampeonatos, además de que se formó y probó suerte con otros deportes como el esquí, el tenis, el atletismo y hasta el boxeo.
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Y aunque su gran pasión era el fútbol –siendo un apasionado y seguidor confeso del Real Madrid- Sainz terminó siendo seducido por el mundo del motor, al que ya fue aficionándose gracias a sus hermanos. Primero con un SEAT 600 que su hermana mayor Carmen se compró cuando él tenía 11 años y, más tarde, con un Dauphine con el que se hizo junto a su hermano Antonio, Juan Carlos Oñoro (su futuro cuñado) y Juanjo Lacalle, compañero de Oñoro como piloto de Chrysler.
Con 16 años, además, su abuelo le compró una Montesa Capra 125 con la que participó en una carrera de motocross organizada en la Casa de Campo de Madrid y sin que su familia se enterara, después de falsificar la licencia con la firma de su padre.
Y fue precisamente de la mano de su hermano Antonio y sus amigos Juan Carlos Oñoro y Juanjo Lacalle, cuando después de dos años estudiando Derecho en la Universidad, decidió dejarlo todo para iniciar su aventura como profesional del mundo del motor.
Ya con 18 años, en 1980, se marcó el objetivo de participar en su primera carrera de rallyes junto a Juanjo Lacalle y con un Renault 5 Ts que le había comprado su padre. Fue en el Rally Shalymar disputado aquel año en Madrid, donde se estrenó como piloto con el dorsal 78, finalizando en el puesto 23 y segundos del Grupo 1.
Pero sería en la segunda prueba de su vida, en 1981, cuando Sainz empezó a despertar el interés entre los aficionados y expertos del mundo del motor. Fue en la Subida a la Silla de Felipe II, también en Madrid, en la que obtuvo un meritorio quinto puesto.
Fue a partir de ese momento cuando, junto a Lacalle, comenzó a participar en numerosas pruebas, en ese año 1982 y en los siguientes años, en los que fue acumulando kilómetros y experiencia al volante en diferentes carreras por toda España.
Y, apenas tres años, después, en 1985, Sainz se convertía en piloto oficial de rallies tras firmar con el equipo Renault, e inició una primera temporada en la élite afrontando el Campeonato de España de Rally con pruebas puntuables para el Campeonato de Europa.
En 1987, en su segunda cita del año tras el Rally Costa Brava en Cataluña, Sainz debutaría como piloto en el Mundial compitiendo en el Rally de Portugal y en el Rally de Gran Bretaña, pruebas que compatibilizaría con otras tantas en España a lo largo de aquella temporada.
Desde aquel mismo año, se unió a él Luis Moya, el copiloto con el que hizo historia en el Mundial de Rallies y con el que formó una pareja histórica hasta el año 2002. Juntos, lograrían un campeonato de España, dos campeonatos del mundo y veinticuatro victorias en el Mundial.
Así, apenas tres años después, llegarían los años dorados del tándem Sainz-Moya dentro del mundo del motor, al proclamarse campeones del Mundial de Rallies en los años 1990 y 1992 con Toyota, la marca que los llevó al éxito durante esos años.
Tras aquellos grandes éxitos, desde 1993 Sainz pasó por Lancia, Subaru y Ford antes de su regreso a Toyota en 1998, desde donde volvería a cambiar de marca de nuevo a Ford y posteriormente a Citröen, donde se retiró oficialmente en 2004, a pesar de que en 2005 tuvo un par de participaciones en los rallies de Grecia y Turquía a petición de la firma francesa.
Apenas estaría dos años parado antes de regresar de nuevo a ponerse al volante, porque en 2006 comenzaría su exitosa andadura en el mundo del Dakar, donde ha sido cuatro veces campeón.
En esa etapa intermedia, Sainz no abandonó el mundo del motor. Siguió vinculado al mundillo como asesor en la Real Federación Española de Automovilismo y como piloto de raids con el equipo Volkswagen… Pero, además, como apasionado al fútbol y al Real Madrid que es, llegó también a presentarse en la candidatura de Juan Miguel Villar Mir a la presidencia del club blanco.
Justo después de iniciar su andadura en el Dakar, en 2007, el piloto madrileño añadió un nuevo título a su palmarés, el Campeonato del Mundo de Rallies Cross Country de la FIA, tras lograr la victoria en el Rallye Transibérico.
Pero de vuelta al Dakar, desde que comenzó a correrlo en 2006, Carlos Sainz ha participado en 14 ediciones al volante de distintas marcas: Volkswagen (2006-2014), Peugeot (2014-2018), Mini y su equipo X-Raid (2019-2020) y Audi, con el que lleva formando equipo desde 2002 y con el que ha conseguido su último gran éxito en esta mítica prueba.
En 2010, con Volkswagen, Carlos Sainz se convirtió en el primer piloto español de la historia en ganar el Rally Dakar en la categoría de coches, justo por delante de su compañero de equipo Nasser Al-Attiyah, al que aventajó en 2 minutos y 12 segundos en la clasificación final de la carrera.
Su segundo Dakar llegaría en 2018, a los mando del 3008 DKR Maxi de Peugeot y con el español Lucas Cruz como copiloto. Un segundo título en el que volvería a vencer sobre el qatarí Nasser Al-Attiyah, al que esta vez aventajó en más de 43 minutos.
Pero como no hay dos sin tres, en 2020, Carlos Sainz volvería a situarse en lo más alto del podio del Dakar, de nuevo con Cruz como compañero, pero esta vez a los mandos de un Mini JCW Buggy con el que dominó prácticamente toda la prueba, ganó cuatro etapas y aventajó en más de 6 minutos en la clasificación final, una vez más, a su gran rival, Al-Attiyah.
Pero para Carlos Sainz no hay nada imposible y, con 61 años, ha vuelto a ganar el Dakar en 2024, dentro del Proyecto Audi RS Q e-Tron, un coche con motor electrificado, con el que ha conseguido la victoria siendo además el primer piloto en ganar esta competición con un coche eléctrico. Un paso más para seguir agrandando su leyenda…
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