Historia de un ganador del Tour inesperado: que pasó con Carlos Sastre
Sin el halo mediático de otras estrellas de la bicicleta, el abulense Carlos Sastre sorprendió a todo el mundo del ciclismo tras proclamarse ganador de la edición de 2008 del Tour de Francia, una victoria tan inesperada como trabajada que lo aupó al Olimpo de este deporte.
Fue la culminación a una trayectoria impecable de un trabajador incansable que, en su carrera, lo hizo todo por sus compañeros de equipo y que, aquel año, decidió ser protagonista dando un absoluto espectáculo en el ascenso al Alpe d’Huez, la mítica cumbre de Los Alpes.
Aquella gran victoria llegó 11 años después de su debut como profesional y apenas 3 antes de su retirada, que se produjo tras su participación en la Vuelta a España de 2011 en al que quedó en vigésima posición.
Años después de todo aquello, hay quien se pregunta: ¿qué fue del popular ciclista español?
Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan
Pues, a diferencia de muchos otros deportistas, a los que les cuesta adaptarse a su nueva vida alejada del mundo del deporte, Carlos Sastre no tuvo tiempo casi de pensar y, en apenas dos meses, puso en marcha un negocio de joyería en la ciudad de Ávila.
“Abrí una joyería de Tous, y no me dio tiempo a pensar en tonterías. Tuve sólo 15 días de duda, pasados estos 15 días se me quitó la tontería y empecé a disfrutar mucho con mis hijos, llevándolos a sus actividades y pudiendo hacer cosas con ellos. Y una vez entras en esta rutina, en otra forma de vida, te vas adaptando a ella”, dijo en El Mundo Deportivo.
Aquella primera aventura empresarial de Carlos Sastre de la mano de su esposa, Piedad Jiménez -hermana del también mítico y desaparecido ciclista ‘Chava’ Jiménez- duró 5 años, hasta que vendieron la joyería y montaron otro negocio, al que se dedica en la actualidad: una gran tienda de bicicletas, Carlos Sastre Store.
Una gran tienda que no ha dejado de crecer y que abrió también en la ciudad de Ávila, donde vende, además de bicicletas, complementos, accesorios para el ciclista, complementos alimenticios para la práctica del deporte, etc. también online.
“Sigo siendo el mismo que en los entrenamientos era el tío más feliz del mundo. Sigo siendo el que ahora prefiere trabajar aquí, en una tienda en un polígono industrial de Ávila, en vez de estar en el centro de Londres firmando autógrafos que, como ex ganador del Tour podría hacerlo. Yo en esos sitios me siento un poco como un mono en el circo. Me gusta la libertad”, aseguraba en una entrevista al diario Sport.
En sus primeros años tras su retirada, trabajó también como comentarista en TVE en dos Giros de Italia: “Disfruté de una de las victorias de Contador y compartí mi experiencia con los telespectadores, algo que creo que fue útil porque había participado en muchas de las etapas. Además, la audiencia lo reconoció así y llegamos a los 2’5 millones de espectadores en algunas etapas”, contó Sastre a El Confidencial.
Paralelamente y, mientras disfruta de su vida tranquila alejada de los focos, también forma parte de la directiva de la Fundación Víctor Sastre, una escuela de ciclismo situada en El Barraco (Ávila) y presidida por su padre por la que, en su momento, pasó el propio Carlos Sastre, además de otros conocidos ciclistas como ‘El Chava’, Francisco Mancebo o Pablo Lastras.
Con ellos, estuvo además organizado anualmente una ciclomarcha con su pueblo, El Barraco, como centro neurálgico, ‘La Carlos Sastre’, que dejó de celebrarse en 2020 después de muchos años a causa de la pandemia de la Covid-19 y que no ha vuelto a retomarse desde entonces.
Y todo ello con toda su atención puesta en su familia, con la que comparte gran parte de su tiempo: “Los fines de semana acompaño a mi hijo a sus carreras”, explicaba a El Confidencial, a la vez que aseguraba que con ello rememoraba su propia infancia: “De alguna manera estoy haciendo lo mismo que hicieron mis padres conmigo. Gran parte del tiempo se la dedico a él, que tiene nuestro apoyo y nuestra ayuda para llevarlo a todos los sitios.
Sastre, que nació en Leganés (Madrid) el 22 de abril de 1975, se mudó a los 18 años a El Barraco (Ávila) para comenzar a formarse profesionalmente como ciclista en la escuela de su padre. Corría el año 1993 y, en apenas 4 años, haría su debut profesional con el equipo ONCE.
Con el equipo de Manolo Saiz, su director deportivo, pasaría cuatro años en los que Carlos Sastre desempeñó el papel de gregario, es decir, uno de los corredores encargados de apoyar a su jefe de filas que por aquellos años estuvo entre Alex Zülle y, en su último año, Joseba Beloki.
Sin embargo, en 2002, Sastre dio un gran salto en su carrera tras su fichaje por el equipo danés del CSC-Tiscali, dirigido por el ex ciclista Bjarne Riis, donde el ciclista abulense pasó a ser jefe de filas en la Vuelta a España y, hasta 2005, como independiente en el Tour de Francia.
Analizando ronda por ronda, durante esos años, Sastre no llegó a participar en el Giro de Italia, pero, en la Vuelta a España sí lo hizo y consiguió ser segundo en dos ocasiones (2005 y 2007), además de alcanzar un cuarto puesto en 2006, un sexto en 2004 y un tercero en 2008.
En cuanto al Tour de Francia, tras su papel de independiente, en 2005 le tocó volver a ser gregario, ahora del italiano Ivan Basso, lo que no le impidió conseguir grandes resultados individuales, quedando décimo en 2002, noveno en 2003 y octavo en 2004, el paso previo para uno de sus grandes logros en la ronda gala.
Aunque al final del Tour de 2006 Sastre fue cuarto, la descalificación del estadounidense Floyd Landis por temas de dopaje, hizo que el ciclista español consiguiera su primer podio en Francia y en el que, por esa misma razón, también se le adjudicó la victoria en Saint Jean de Maurienne-Morzine, la 17ª etapa de la carrera.
Sastre ya avisaba en el pelotón que estaba ahí y que podía hacer algo grande en el Tour. En 2007 quedó cuarto por detrás de Alberto Contador, Cadel Evans y Levi Leipheimer, siendo uno de los mejores en la montaña, aunque siempre lastrado por su punto débil, las contrarrelojes.
Y fue entonces cuando llegó su gran año, 2008. Antes de la celebración de la 17ª etapa del Tour de Francia, Sastre era cuarto a 49 segundos del líder, su compañero de equipo Fränk Schleck, pero, tras una increíble escapada en solitario por el puerto camino del Alpe d’Huez, se puso líder y se enfundó el maillot amarillo dejando al luxemburgués segundo a 1 minuto y 24 segundos.
Aquella tremenda diferencia de tiempos con Fränk Schleck le valió a Sastre para conservar su puesto de líder de la ronda francesa a pesar de que por medio tuvo que lidiar con una contrarreloj en la que sólo Cadel Evans logró recortarle unos pocos segundos.
ADEMÁS: Ciclistas profesionales que murieron sobre la bicicleta
Finalmente, Carlos Sastre llegaba a París y hacía su paseo triunfar por los Campos Elíseos, para, finalmente, subirse al podio como ganador del Tour de Francia 2008, acompañado por Cadel Evans, segundo; y por Bernhard Kohl, tercero.
Sobre el podio, Carlos Sastre, emocionado, dedicó su victoria a su cuñado, el desaparecido José María ‘Chava’ Jiménez: “Me enseñó a ver la realidad del ciclismo y también de la vida. (…) Siempre soñamos con un triunfo así, en la meta del Tour. Y nunca lo conseguimos. Hablamos tantas veces de entrar juntos cogidos de la mano… Pues ese beso significaba que la victoria era también de él, mía y del ‘Chava’. Entramos de la mano en la meta”.
Ese mismo año 2008, Sastre conseguiría un tercer puesto en la Vuelta a España, siendo entonces el primer corredor en alcanzar el podio en el Tour de Francia y en la cita española –desde que esta se celebra en septiembre- en un mismo año, algo que sólo ha conseguido repetir el británico Chris Froome en 2016.
Tras su año triunfal, en 2009, Carlos Sastre ficharía por el equipo canadiense del Cervélo, en una nueva temporada en la que logró un segundo puesto en el Giro de Italia tras las descalificaciones de los italianos Danilo di Luca y Franco Pellizotti. En él consiguió ganar dos etapas de montaña.
Sin embargo, el resto del año bajó mucho su rendimiento, con un 17º puesto en el Tour de Francia, además de no participar en la Vuelta a España, cuestión que el mismo achacó a su “cansancio físico y mental” tras correr corres cuatro Grandes Vueltas consecutivas y participar con España en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El año 2010 participó en las tres Grandes Vueltas, a pesar de sufrir una hernia discal que hizo que su temporada fuera muy discreta, terminando 8º en Italia, 19 en el Tour y 7º en La Vuelta. Eso sí, en septiembre quedó 3º en la Clásica de San Sebastián, consiguiendo el mejor puesto de su carrera en una clásica.
En su último año como profesional, 2011, Sastre fichó por Team Geox, con quienes participó en el Giro de Italia, quedando 30º y en la Vuelta a España, 20º. Resultados bastante negativos que lo llevaron a anunciar finalmente su retirada el 15 de septiembre de aquel año.
Como el mismo contó en una entrevista con Mundo Deportivo, no tardó en darse cuenta de que ya no disfrutaba con el ciclismo: “Me tomó casi dos meses. En junio estaba corriendo el Tour de Austria, hice 3º en la general, y en aquel momento las cosas que anteriormente me divertían, que no me generaban ningún estrés, como estar en abanicos, jugar, me empezó a generar estrés, y ya empecé a pensar en las cosas que no me divertían y que no tenían mucho sentido”.
Una cuestión que también explicó en otra entrevista con Relevo: “Me retiré porque aquellas cosas que me motivaban me empezaron a generar estrés. Corría en el Geox, que no disputaba el Tour de Francia, y veía que en las etapas llanas me faltaba equipo, que los chavales jóvenes me pasaban rozando… Entonces, esas cosas que antes no te afectaban te empiezan a molestar”.
“Todo lo que antes disfrutaba se empezaba a apagar, así que empecé a plantearme las cosas de otra manera. Llegué a la conclusión de que ya había visto todo lo que tenía que ver. (…) De hecho, tenía ofertas de varios equipos importantes y no quise alargarlo más. Dije adiós en el podio de La Vuelta, justo después de ayudar a Juanjo Cobo y como mejor equipo de la carrera. Ahí me dije, Carlitos, hasta aquí hemos llegado”, aseguró también en Relevo.
Ahora, más de una década después de su retirada, Carlos Sastre disfruta de una vida tranquila en la ciudad de Ávila, alejado de los focos mediáticos y dedicando su tiempo a su familia y a su tienda de bicicletas, una vida en la que, como contó en Flashcore.es, “disfruto de cada paseo en bici”.
ADEMÁS: Qué fue de Fermín Cacho, el héroe del atletismo español en Barcelona’92