El waterpolo español hace historia... pero la dura realidad de sus jugadores es otra
La selección española masculina de Waterpolo ha conseguido un nuevo hito en su historia proclamándose campeona de Europa por primera vez gracias a una ajustada victoria (10-11) ante Croacia con remontada épica incluida. Un triunfo que vuelve a poner a este deporte en boca de todos y que saca a relucir las duras condiciones (económicas, por ejemplo) que muchos waterpolistas sufren en sus respectivos equipos.
Pero primero hablemos del éxito de España. Estamos ante un deseado oro que la selección española ha arrebatado a los croatas en su casa, en Zagreb, donde se disputaba esta emocionante final en un pabellón lleno de aficionados locales (unos 2.000) y con un mal precedente para España: la derrota por 14-12 que ya les infringió la propia Croacia en la fase de grupos de este Campeonato Europeo 2024.
La final no fue ni mucho menos fácil para los españoles que vieron cómo los croatas salieron lanzados en ataque desde el minuto uno y en el que fueron siempre a remolque, a excepción de algunos momentos puntuales.
El primer cuarto finalizó con un 5-3 a favor de Croacia, que pasó a ser de 7-6 al descanso. Un resultado ajustado que, a partir del segundo tiempo España empezó a pelear en mejores condiciones de igualdad, aunque, con 8 minutos por disputarse el resultado se quedó en un 10-8 a favor de la selección balcánica.
Fue entonces cuando llegó el momento de la épica. El seleccionador español, David Martín, sustituyó a Unai Aguirre por Edu Lorrio en la portería, lo que a la postre fue todo un acierto, ya que al guardameta de España no le lograron encajar ni un solo tanto más hasta el final del partido, y a ello se sumó el acierto de una defensa que se convirtió en un muro.
Los croatas se metieron atrás a defender su ventaja en el marcador y fue entonces cuando España engendró la gran remontada en su línea de ataque. Roger Tahull marcó el 10-9; mientras que Álvaro Granados puso el empate, 10-10, y, finalmente el 10-11 en el último suspiro de partido, a 48 segundos del final, dando la victoria a los españoles.
Con ello se conseguía el único título que se le resistía a esta selección, el Campeonato Europeo, después de haber sido ya antes campeones mundiales y en los Juegos Olímpicos, habiendo conseguido hasta la fecha e nivel europeo cuatro bronces (Roma 1983, Sheffield 1993, Belgrado 2006 y Split 2022) y tres platas (Atenas 1991, Barcelona 2018 y Budapest 2020).
Ahora, el reto está en París, en los Juegos Olímpicos de 2024, en los que la selección española de waterpolo se ha clasificado tras su gran victoria y donde tendrá que buscar reeditar aquel histórico oro de Atlanta 1996 que consiguió el ‘dream team’ del que formaron parte leyendas como Manel Estiarte, Jesús Rollán, Miki Oca o Iván Moro, entre otros muchos.
Y son muchas las esperanzas que hay puestas en esta selección española de David Martín de cara a la cita olímpica parisina de 2024, porque, aunque desde ese oro de 1996, el waterpolo español no ha vuelto a conseguir una medalla en unos Juegos, sus últimos resultados los avalan.
Y es que a las cuatro medallas obtenidas de forma consecutiva en los últimos cuatro Campeonatos Europeos disputados, se suman otras tres más en los últimos Campeonatos Mundiales: plata en Gwangju 2019, oro en Budapest 2022 y bronce en Fukuoka 2023.
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Y ahora, hablemos de los problemas que acompañan, día tras día, a los waterpolistas españoles. Todos estos éxitos son una clara muestra del gran trabajo que se viene haciendo desde hace más de 30 años dentro del mundo del waterpolo en España, a pesar de no contar con apenas afición ni visibilidad mediática.
A pesar de los grandes éxitos de otros deportes más mediáticos como el fútbol, el baloncesto, el motociclismo o el tenis, por poner algunos ejemplos, hay pocos deportes que hayan cosechado tantos éxitos como se ha hecho en el waterpolo.
Y es que, además de las ya mencionadas, en estas tres últimas décadas también se ha conseguido otra medalla de plata olímpica (Barcelona 1992) y otro bronce (2007), tres platas (1991, 1994 y 2009) y dos oros (1998 y 2001) en Campeonatos del Mundo, además de otros tantos éxitos en la Copa Mundial, la Liga Mundial, los Juegos Mediterráneos o los Juegos Europeos.
Lo que sí le faltaba al waterpolo español en comparación con el deporte rey, el fútbol, era ganarlo todo. Y ahora ya lo han conseguido, siendo el segundo deporte en hacerlo en España: Campeonato de Europa, del Mundo y medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.
Y eso si hablamos solo del waterpolo masculino, porque las jugadoras de la selección española femenina no le andan a la zaga a sus compañeros: dos platas en Juegos Olímpicos (2012 y 2020); tres platas (2017, 2019 y 2023) y un oro (2013) en Campeonatos Mundiales; y un bronce (2018), dos platas (2008 y 2024) y tres oros (2014, 2020 y 2022) en Campeonatos Europeos.
En España, Cataluña polariza la práctica de este deporte. Es el principal foco de talento del que se aprovecha las selecciones españolas que hoy son una potencia mundial dentro del waterpolo. Y buena muestra de ello es que la División Honor masculina en la temporada 2023-2024 de un total de 12 equipos, solo el Tenerife es de fuera de esta región del norte de España.
Y si no son comparables los éxitos que ha dado el waterpolo español en comparación con otros deportes mucho más seguidos, tampoco lo son los sueldos que perciben sus jugadores, muchos de ellos campeones de todo. Y es que, según Statista, sus salarios pueden variar entre los 20.000 y 50.000 euros al año de media, en el caso de los profesionales más experimentados, muy lejos de los millonarios ingresos de los futbolistas, por ejemplo.
En España, según apunta Udoe.es, algunos jugadores pueden ganar salarios modestos, alrededor de 300 a 500 euros al mes, mientras que los jugadores más destacados y experimentados pueden ganar salarios mucho más altos, incluso llegando hasta los 30.000 euros mensuales en casos puntuales.
Algo que puntualizaba en una entrevista a waterpolista.com el madrileño Víctor Rodríguez, quien aseguraba que “el dinero que se gana en el waterpolo no permite olvidarte de tu futuro” y recalcó que “hay bastantes jugadores en La Liga que son profesionales, pero no es la realidad de la mayor parte de los jugadores de waterpolo, porque incluso hay jugadores en todos los equipos que no cobran”.
También habló sobre ello en El País otro destacado jugador español y campeón del mundo y de Europa, Unai Aguirre, quien puntualizaba que se puede ganar dinero en el waterpolo "depende de quién seas" y se puede llegar a conseguir un buen colchón "si gestionas bien todo lo que ingresas". Eso, claro, sin dejar jamás de lado la idea de estudiar una carrera o montar un negocio. "No se vive del waterpolo, pero sí ayuda", destacaba.
Lejos de estas odiosas comparativas, la realidad es que el waterpolo español está de moda y es, a día de hoy, el deporte de equipo que más opciones presenta para conseguir medalla –sea del color que sea- en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
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